/ martes 28 de diciembre de 2021

El camión de la basura

Cuando decides concentrar tu mente en los objetivos de tu vida, la mente empieza a descartar lo que no importa para centrarse sólo en lo importante.
Robin Sharma

¿Con qué frecuencia permitimos que la insensatez y la intolerancia cambien nuestro estado de ánimo? ¿Nos enfadamos cuando otro conductor comete un error de tránsito?

¿O cuando un servidor público tiene un trato irrespetuoso? ¿Cuándo alguien se burla, o cuando un jefe exige sin razón más trabajo del que corresponde hacer?

Los taxistas suelen ser depositarios de las noticias del día, de saberes prácticos, de agudos análisis políticos y de filosofías de la vida; a fin de cuentas, contactan con la realidad en forma permanente.

Hace días abordé un taxi y al ir charlando con el conductor, en forma repentina y sin causa justificable, otro automóvil, se cruzó bruscamente. EL taxista hizo un giro súbito para no causar una tragedia. Milagrosamente no ocurrió nada, sin embargo, el chofer del vehículo que había cometido la imprudencia, se bajó alterado de su auto y comenzó a insultar airadamente al taxista.

El taxista, a pesar de lo improcedente de la situación, sonrió, levantó su mano cortésmente y lo saludó con amabilidad diciéndole “lo siento, que Dios lo bendiga y que tenga un buen día… y luego sin decir más, retomó la marcha”.

Sorprendido por esta actitud, le pregunté acerca de su respuesta, considerando que no había tenido culpa ni responsabilidad alguna.

El taxista me dijo: “Muchas personas son como el camión de la basura. Están cargados de enojo, odio, frustración o resentimiento... y ante cualquier situación aprovechan para descargarla. Lo hacen ante la primera oportunidad, porque necesitan eliminar de su interior toda la basura acumulada; y es que a veces ¡ya no hay cupo para más!”

No permitamos que esos “camiones de la basura”, tomen el control de nuestros sentimiento mucho menos, de nuestras reacciones acaloradas o precipitadas.

Destinemos comprensión a los insatisfechos, optimismo a los malhumorados y a quienes padecen frustración: una sonrisa y un gesto respetuoso, seguros de que una buena actitud ayuda a cambiar la perspectiva de los acontecimientos y de la vida misma.

Derivados de la lectura de una fábula espiritual escrita por Robin S. Sharma recordamos hoy, esta decena de interesantes conceptos que favorecen nuestro tránsito en la vida:

1) Ritual de la Soledad: su propósito es la propia renovación y se consigue pasando un tiempo a solas, inmersos en la hermosa envoltura del silencio.

2) Ritual de Fisicalidad: se basa en el principio de que, cuidando el cuerpo se cuida la mente. Dedicar cada día un poco de tiempo a nutrir el templo del propio cuerpo con vigorosos ejercicios; haciendo que la circulación sanguínea se ponga en movimiento. Eso implica también aprender a respirar bien, más profunda y lentamente.

3) Ritual de la Nutrición: comer sanamente; es decir, consumir aquellos alimentos que provienen de la naturaleza, del sol, el aire, la tierra y el agua; siempre con equilibrio.

4) Ritual del Saber Abundante: se centra en la idea del aprendizaje y la expansión de los conocimientos. Consiste en convertirse en estudiante permanente de la vida; ¡leer cosas nutritivas!

5) Ritual de la Reflexión Personal: se trata de pensar, para prosperar. Tomar el hábito de la introspección personal. Analizando lo que se hace y en qué se invierte el tiempo. El único modo de mejorar mañana es saber qué se ha hecho mal hoy.

6) Ritual del Despertar Anticipado: levantarse con el sol y empezar bien el día. En general, dormimos más de lo necesario. Lo que cuenta es la calidad del sueño no la cantidad.

7) Ritual de la Música: jamás olvidar el poder de la música. Invertir un tiempo cada día escuchan y/o haciendo música.

8) Ritual de la Palabra Hablada: Somos lo que pensamos todo el día; somos lo que decimos de nosotros mismos y esto afecta nuestra autoimagen, nuestra autoestima. Es fundamental, ser impecables con nuestras expresiones.

9) Ritual del Carácter Congruente: se trata de fraguar el carácter cultivando las virtudes. Una vida virtuosa es una vida con sentido, dejando que la vida se rija por los principios de: laboriosidad, compasión, humildad, paciencia, honestidad y coraje; ello propiciará una profunda sensación de armonía y paz interior.

10) Ritual de la Simplicidad: se trata de vivir una vida sencilla. No hay que vivir en el meollo de las cosas nimias. Concentrarse en las prioridades y en las actividades que tienen verdadero sentido trascendente.

Para disfrutar de una buena salud, para traer la verdadera felicidad a la familia, para llevar la paz a todos, uno debe primero disciplinarse y controlar su propia mente. Si una persona puede controlar su mente, puede encontrar el camino hacia la iluminación, y toda la sabiduría y la virtud, naturalmente, llegarán a él

Buda.


Cuando decides concentrar tu mente en los objetivos de tu vida, la mente empieza a descartar lo que no importa para centrarse sólo en lo importante.
Robin Sharma

¿Con qué frecuencia permitimos que la insensatez y la intolerancia cambien nuestro estado de ánimo? ¿Nos enfadamos cuando otro conductor comete un error de tránsito?

¿O cuando un servidor público tiene un trato irrespetuoso? ¿Cuándo alguien se burla, o cuando un jefe exige sin razón más trabajo del que corresponde hacer?

Los taxistas suelen ser depositarios de las noticias del día, de saberes prácticos, de agudos análisis políticos y de filosofías de la vida; a fin de cuentas, contactan con la realidad en forma permanente.

Hace días abordé un taxi y al ir charlando con el conductor, en forma repentina y sin causa justificable, otro automóvil, se cruzó bruscamente. EL taxista hizo un giro súbito para no causar una tragedia. Milagrosamente no ocurrió nada, sin embargo, el chofer del vehículo que había cometido la imprudencia, se bajó alterado de su auto y comenzó a insultar airadamente al taxista.

El taxista, a pesar de lo improcedente de la situación, sonrió, levantó su mano cortésmente y lo saludó con amabilidad diciéndole “lo siento, que Dios lo bendiga y que tenga un buen día… y luego sin decir más, retomó la marcha”.

Sorprendido por esta actitud, le pregunté acerca de su respuesta, considerando que no había tenido culpa ni responsabilidad alguna.

El taxista me dijo: “Muchas personas son como el camión de la basura. Están cargados de enojo, odio, frustración o resentimiento... y ante cualquier situación aprovechan para descargarla. Lo hacen ante la primera oportunidad, porque necesitan eliminar de su interior toda la basura acumulada; y es que a veces ¡ya no hay cupo para más!”

No permitamos que esos “camiones de la basura”, tomen el control de nuestros sentimiento mucho menos, de nuestras reacciones acaloradas o precipitadas.

Destinemos comprensión a los insatisfechos, optimismo a los malhumorados y a quienes padecen frustración: una sonrisa y un gesto respetuoso, seguros de que una buena actitud ayuda a cambiar la perspectiva de los acontecimientos y de la vida misma.

Derivados de la lectura de una fábula espiritual escrita por Robin S. Sharma recordamos hoy, esta decena de interesantes conceptos que favorecen nuestro tránsito en la vida:

1) Ritual de la Soledad: su propósito es la propia renovación y se consigue pasando un tiempo a solas, inmersos en la hermosa envoltura del silencio.

2) Ritual de Fisicalidad: se basa en el principio de que, cuidando el cuerpo se cuida la mente. Dedicar cada día un poco de tiempo a nutrir el templo del propio cuerpo con vigorosos ejercicios; haciendo que la circulación sanguínea se ponga en movimiento. Eso implica también aprender a respirar bien, más profunda y lentamente.

3) Ritual de la Nutrición: comer sanamente; es decir, consumir aquellos alimentos que provienen de la naturaleza, del sol, el aire, la tierra y el agua; siempre con equilibrio.

4) Ritual del Saber Abundante: se centra en la idea del aprendizaje y la expansión de los conocimientos. Consiste en convertirse en estudiante permanente de la vida; ¡leer cosas nutritivas!

5) Ritual de la Reflexión Personal: se trata de pensar, para prosperar. Tomar el hábito de la introspección personal. Analizando lo que se hace y en qué se invierte el tiempo. El único modo de mejorar mañana es saber qué se ha hecho mal hoy.

6) Ritual del Despertar Anticipado: levantarse con el sol y empezar bien el día. En general, dormimos más de lo necesario. Lo que cuenta es la calidad del sueño no la cantidad.

7) Ritual de la Música: jamás olvidar el poder de la música. Invertir un tiempo cada día escuchan y/o haciendo música.

8) Ritual de la Palabra Hablada: Somos lo que pensamos todo el día; somos lo que decimos de nosotros mismos y esto afecta nuestra autoimagen, nuestra autoestima. Es fundamental, ser impecables con nuestras expresiones.

9) Ritual del Carácter Congruente: se trata de fraguar el carácter cultivando las virtudes. Una vida virtuosa es una vida con sentido, dejando que la vida se rija por los principios de: laboriosidad, compasión, humildad, paciencia, honestidad y coraje; ello propiciará una profunda sensación de armonía y paz interior.

10) Ritual de la Simplicidad: se trata de vivir una vida sencilla. No hay que vivir en el meollo de las cosas nimias. Concentrarse en las prioridades y en las actividades que tienen verdadero sentido trascendente.

Para disfrutar de una buena salud, para traer la verdadera felicidad a la familia, para llevar la paz a todos, uno debe primero disciplinarse y controlar su propia mente. Si una persona puede controlar su mente, puede encontrar el camino hacia la iluminación, y toda la sabiduría y la virtud, naturalmente, llegarán a él

Buda.