/ lunes 6 de septiembre de 2021

“El derecho a la educación y el derecho a la salud frente a la tercera ola del covid-19. una decisión apresurada”

Con fecha de 30 de agosto de 2021, la Secretaría de Educación Pública (en adelante SEP) a nivel nacional dio por iniciado el nuevo ciclo escolar 2021- 2022, en sus diferentes niveles educativos, mismo que tendrá que concluir el 28 de julio de 2022. Casi fueron 17 meses donde los docentes de los niveles básico y superior tuvieron que dar sus clases a través de las diferentes plataformas digitales, lo cual represento un enorme reto para ellos, tanto económico y sobre todo de adaptación de estos medios, porque no estaban familiarizadas sobre el funcionar de estas plataformas.

La decisión que ha tomado la SEP, de regresar a las aulas, recibe sin duda algunos enormes cuestionamientos ya que fue una decisión apresurada y poco bien planeada, puesto que hoy en día a nivel nacional se vive la tercera ola de contagios del Covid-19, en donde las variantes de dicho virus principalmente afectan a los niños. Esto es algo alarmante, porqué, bajo el plan nacional de vacunación la niñez no entra en ella, por consecuencia se deja en un estado de vulnerabilidad en el tema de salud, ya que no cuentan con la protección de dicho biológico, exponiéndolos así mismo a ser contagiados en caso de regresar a las aulas, y más aún sino se cuentan con las medidas mínimas de protección y sanidad.

La educación como derecho humano es la base para el desarrollo y progresividad del Estado, pero lamentablemente, regresar a las aulas a los estudiantes de nivel básico en esta época de rebrote del Covid-19, es un grave error. Y no es tanto por el sector docente, ya que ellos cuentan con la protección del biológico, sino por el alumnado que aún no cuenta con la mayoría de edad (niñas, niños y adolescentes) y no cuentan con la vacunación anticovid. Pero el problema empeora aún por las deficiencias que presenta el sistema educativo en México, en donde existe un gran número poblacional (alumnos) que no cuenta con las herramientas tecnológicas para tomar sus clases de manera virtual, sin necesidad de exponerse a un contagio.

De lo anterior, la justificación de la SEP, para regresar a las aulas, deriva de que al haber alumnos que no cuentan con computadora y acceso a internet en su casa, esto impide que puedan tomar de manera normal sus clases, y esto es cierto, pero, en todo el tiempo que lleva la pandemia en México, en ningún momento las autoridades educativas se pronunciaron al respecto, sino por el contrario, estas deficiencias que presentaban algunos alumnos fueron subsanadas por el Poder Judicial de la Federación, quien mediante sentencias de amparo (no ha todos) obligaron a que las autoridades educativas proporcionarán a los quejosos (alumnos que promovieron amparo), les brindaran un equipo de cómputo y acceso a internet para que pudieran cursar sin interrupción sus clases de manera virtual. Habrá que preguntarse ¿Dónde queda el derecho a la educación de calidad de aquellos alumnos que no promovieron amparo y que se encuentran en la misma problemática de no contar ni con computadora y acceso a internet en casa? Pues la solución y respuesta a la problemática señalada de la interrogante en cita, es regresar a los alumnos a las aulas, sin brindar las garantías mínimas de protección.

El ciclo escolar 2021- 2022, ya está en marcha, pero todavía se está a tiempo de perfeccionar el modelo de política educativa y de salud que ha de implementarse en esta tercera ola de contagios derivada de la pandemia del Covid-19. Si es necesario regresar a las aulas, pero, esto debe de darse de manera gradual y sobre la marcha en que vaya disminuyendo la ola de contagios; así como también haya protocolos y planes de acción apegados a la realidad y necesidades de cada institución educativa, ya que no se puede generalizar un modelo único para todas las instituciones educativas del país.

La pandemia del Covid-19, nos está haciendo saber las severas deficiencias que hay en el sistema educativo mexicano, y por ello, lo interesante es como el Estado enfrentará de la mejor manera esta problemática para proteger a la comunidad estudiantil, en especial en los niveles medio superior y nivel básico, quienes, actualmente se encuentran en un estado de alta vulnerabilidad al regresar a las clases presenciales. Habrá que esperar cual será el pronunciamiento que en fechas próximas habrá de emitir la Secretaría de Educación Pública, con el fin de garantizar el derecho a la salud y a la educación de las y los estudiantes del Estado mexicano.

Con fecha de 30 de agosto de 2021, la Secretaría de Educación Pública (en adelante SEP) a nivel nacional dio por iniciado el nuevo ciclo escolar 2021- 2022, en sus diferentes niveles educativos, mismo que tendrá que concluir el 28 de julio de 2022. Casi fueron 17 meses donde los docentes de los niveles básico y superior tuvieron que dar sus clases a través de las diferentes plataformas digitales, lo cual represento un enorme reto para ellos, tanto económico y sobre todo de adaptación de estos medios, porque no estaban familiarizadas sobre el funcionar de estas plataformas.

La decisión que ha tomado la SEP, de regresar a las aulas, recibe sin duda algunos enormes cuestionamientos ya que fue una decisión apresurada y poco bien planeada, puesto que hoy en día a nivel nacional se vive la tercera ola de contagios del Covid-19, en donde las variantes de dicho virus principalmente afectan a los niños. Esto es algo alarmante, porqué, bajo el plan nacional de vacunación la niñez no entra en ella, por consecuencia se deja en un estado de vulnerabilidad en el tema de salud, ya que no cuentan con la protección de dicho biológico, exponiéndolos así mismo a ser contagiados en caso de regresar a las aulas, y más aún sino se cuentan con las medidas mínimas de protección y sanidad.

La educación como derecho humano es la base para el desarrollo y progresividad del Estado, pero lamentablemente, regresar a las aulas a los estudiantes de nivel básico en esta época de rebrote del Covid-19, es un grave error. Y no es tanto por el sector docente, ya que ellos cuentan con la protección del biológico, sino por el alumnado que aún no cuenta con la mayoría de edad (niñas, niños y adolescentes) y no cuentan con la vacunación anticovid. Pero el problema empeora aún por las deficiencias que presenta el sistema educativo en México, en donde existe un gran número poblacional (alumnos) que no cuenta con las herramientas tecnológicas para tomar sus clases de manera virtual, sin necesidad de exponerse a un contagio.

De lo anterior, la justificación de la SEP, para regresar a las aulas, deriva de que al haber alumnos que no cuentan con computadora y acceso a internet en su casa, esto impide que puedan tomar de manera normal sus clases, y esto es cierto, pero, en todo el tiempo que lleva la pandemia en México, en ningún momento las autoridades educativas se pronunciaron al respecto, sino por el contrario, estas deficiencias que presentaban algunos alumnos fueron subsanadas por el Poder Judicial de la Federación, quien mediante sentencias de amparo (no ha todos) obligaron a que las autoridades educativas proporcionarán a los quejosos (alumnos que promovieron amparo), les brindaran un equipo de cómputo y acceso a internet para que pudieran cursar sin interrupción sus clases de manera virtual. Habrá que preguntarse ¿Dónde queda el derecho a la educación de calidad de aquellos alumnos que no promovieron amparo y que se encuentran en la misma problemática de no contar ni con computadora y acceso a internet en casa? Pues la solución y respuesta a la problemática señalada de la interrogante en cita, es regresar a los alumnos a las aulas, sin brindar las garantías mínimas de protección.

El ciclo escolar 2021- 2022, ya está en marcha, pero todavía se está a tiempo de perfeccionar el modelo de política educativa y de salud que ha de implementarse en esta tercera ola de contagios derivada de la pandemia del Covid-19. Si es necesario regresar a las aulas, pero, esto debe de darse de manera gradual y sobre la marcha en que vaya disminuyendo la ola de contagios; así como también haya protocolos y planes de acción apegados a la realidad y necesidades de cada institución educativa, ya que no se puede generalizar un modelo único para todas las instituciones educativas del país.

La pandemia del Covid-19, nos está haciendo saber las severas deficiencias que hay en el sistema educativo mexicano, y por ello, lo interesante es como el Estado enfrentará de la mejor manera esta problemática para proteger a la comunidad estudiantil, en especial en los niveles medio superior y nivel básico, quienes, actualmente se encuentran en un estado de alta vulnerabilidad al regresar a las clases presenciales. Habrá que esperar cual será el pronunciamiento que en fechas próximas habrá de emitir la Secretaría de Educación Pública, con el fin de garantizar el derecho a la salud y a la educación de las y los estudiantes del Estado mexicano.