/ jueves 14 de abril de 2022

El poder de ser mujer

Por Yuriana Jazmín Tellez Duarte

El empoderamiento es un concepto neoliberal que utiliza el patriarcado a través de su aparato el Estado y este a su vez mediante sus artefactos: las instituciones, para disfrazar la esclavitud de las mujeres de autonomía, para que los varones sigan gozando del privilegio de cosificar, fragmentar y consumir nuestros cuerpos a placer. El poder no se crea de la nada, o mediante el twerk, el pole dance, o el fat positive etc. el poder es algo que las mujeres ya poseemos, que nace en nosotras desde la línea matrilineal y que debe ejercerse en nuestra lucha política.

El poder de nosotras las mujeres brota a borbotones por cada corpúsculo de nuestra cuerpa sexuada, de nuestra preciosa vulva con aura violeta, desde nuestros úteros conectados a la madre tierra en ese poderoso rizoma que nos une entre nosotras, desde nuestros ovarios poderosos donde gestamos la fuerza motora de nuestra causa, en nuestros óvulos, que nos contuvieron en los úteros de nuestras ancestras mucho antes de conocerlas, y donde se gestará la nueva sangre de nuestra lucha, nuestras hijas, nietas y bisnietas, el futuro del feminismo.

Del poder de las mujeres se gesta en nuestro deseo más anhelado: la libertad, y que voz más clara, rebelde y vibrante para hablar de ese concepto que la de nuestra gran “vaca sagrada” Simone de Beauvior, quien nos incluye a las mujeres en el concepto de seres humanas. aportando desde su feminismo existencialista la idea de que el humano no es una esencia fija sino “existencia”, “proyecto”, “trascendencia”, “autonomía” por tanto “libertad”, plantea que las mujeres podemos aspirar a ser libres, por siempre recordemos que fue ella quien le dio fundamentos filosóficos a la libertad femenina.

Nosotras, las que representamos la otredad, las hembras humanas quienes vivimos en este tiempo donde ya se nos impide hasta nombrarnos: mujeres, las que mueven con su sangre menstrual la magia del mundo terrenal, con toda la potencia de la tierra, nosotras, las brujas, las guerreras, las revolucionarias, las únicas sujetas políticas del feminismo, hoy invocamos a la fuerza de nuestras ancestras, desde nuestras teóricas hasta nuestras chamanas, porque parafraseando a Millet “lo personal sigue siento político”, conspiramos y conjuramos por la caída del sistema que nos oprime ¡lo vamos a tirar!

Hoy quiero prender una vela y mi sahumerio favorito en honor y señal de gratitud, hoy quiero usar mi poder para recordar que el 14 de abril de 1986 en París Francia muere Simone de Beauvoir; yo apenas iba a cumplir tres años y aún no la conocía, no la leía, ni tenía idea de que esa mujer transformaría radicalmente con su filosofía la vida de muchas mujeres, incluyendo la mía años después. Y es que le debemos el reconocimiento eterno a Simone de Beauvoir al poner la autonomía de nosotras las mujeres como cimento de nuestra teoría y praxis.

Que estas breves líneas que emanan el poder brujil de trescientas treinta mil ancestras, para reconocer a Simone de Beauvoir donde quiera que se encuentre. Todas las que somos hijas de Lilith, vibremos en este poder aquí escrito, para que lleve el mensaje de legión a cada niña, adolescenta y mujer, que sea un grito revolucionario que las alcance y que sea un hechizo tan dulce que llegue hasta sus oídos con el mensaje de que nuestra libertad es posible, affidemonos, nosotras las mujeres somos la fuente de la humanidad “we are the wave who will plow patriarchy under!”

Por Yuriana Jazmín Tellez Duarte

El empoderamiento es un concepto neoliberal que utiliza el patriarcado a través de su aparato el Estado y este a su vez mediante sus artefactos: las instituciones, para disfrazar la esclavitud de las mujeres de autonomía, para que los varones sigan gozando del privilegio de cosificar, fragmentar y consumir nuestros cuerpos a placer. El poder no se crea de la nada, o mediante el twerk, el pole dance, o el fat positive etc. el poder es algo que las mujeres ya poseemos, que nace en nosotras desde la línea matrilineal y que debe ejercerse en nuestra lucha política.

El poder de nosotras las mujeres brota a borbotones por cada corpúsculo de nuestra cuerpa sexuada, de nuestra preciosa vulva con aura violeta, desde nuestros úteros conectados a la madre tierra en ese poderoso rizoma que nos une entre nosotras, desde nuestros ovarios poderosos donde gestamos la fuerza motora de nuestra causa, en nuestros óvulos, que nos contuvieron en los úteros de nuestras ancestras mucho antes de conocerlas, y donde se gestará la nueva sangre de nuestra lucha, nuestras hijas, nietas y bisnietas, el futuro del feminismo.

Del poder de las mujeres se gesta en nuestro deseo más anhelado: la libertad, y que voz más clara, rebelde y vibrante para hablar de ese concepto que la de nuestra gran “vaca sagrada” Simone de Beauvior, quien nos incluye a las mujeres en el concepto de seres humanas. aportando desde su feminismo existencialista la idea de que el humano no es una esencia fija sino “existencia”, “proyecto”, “trascendencia”, “autonomía” por tanto “libertad”, plantea que las mujeres podemos aspirar a ser libres, por siempre recordemos que fue ella quien le dio fundamentos filosóficos a la libertad femenina.

Nosotras, las que representamos la otredad, las hembras humanas quienes vivimos en este tiempo donde ya se nos impide hasta nombrarnos: mujeres, las que mueven con su sangre menstrual la magia del mundo terrenal, con toda la potencia de la tierra, nosotras, las brujas, las guerreras, las revolucionarias, las únicas sujetas políticas del feminismo, hoy invocamos a la fuerza de nuestras ancestras, desde nuestras teóricas hasta nuestras chamanas, porque parafraseando a Millet “lo personal sigue siento político”, conspiramos y conjuramos por la caída del sistema que nos oprime ¡lo vamos a tirar!

Hoy quiero prender una vela y mi sahumerio favorito en honor y señal de gratitud, hoy quiero usar mi poder para recordar que el 14 de abril de 1986 en París Francia muere Simone de Beauvoir; yo apenas iba a cumplir tres años y aún no la conocía, no la leía, ni tenía idea de que esa mujer transformaría radicalmente con su filosofía la vida de muchas mujeres, incluyendo la mía años después. Y es que le debemos el reconocimiento eterno a Simone de Beauvoir al poner la autonomía de nosotras las mujeres como cimento de nuestra teoría y praxis.

Que estas breves líneas que emanan el poder brujil de trescientas treinta mil ancestras, para reconocer a Simone de Beauvoir donde quiera que se encuentre. Todas las que somos hijas de Lilith, vibremos en este poder aquí escrito, para que lleve el mensaje de legión a cada niña, adolescenta y mujer, que sea un grito revolucionario que las alcance y que sea un hechizo tan dulce que llegue hasta sus oídos con el mensaje de que nuestra libertad es posible, affidemonos, nosotras las mujeres somos la fuente de la humanidad “we are the wave who will plow patriarchy under!”