/ domingo 10 de octubre de 2021

Federación al rescate, una vez más

En menos de una década, Michoacán ha tenido cuatro gobernadores y ha requerido la intervención en dos ocasiones del Gobierno de la República para resolver sus graves problemas internos de seguridad y financieros. En 2014 enviaron a un Comisionado y hoy el nuevo gobernador fungirá prácticamente como administrador del apoyo federal.

El 15 de enero de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto emitía un decreto para la creación de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán y anunciaba que a través de 250 acciones el Gobierno de la República invertiría, tan sólo en ese año, 45 mil 500 millones de pesos en la entidad. Casi ocho años después, viene otro mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, para anunciar el Plan de Apoyo a Michoacán que tiene el objetico principal de reforzar la seguridad para lo cual dispondrán de 17 mil elementos de las fuerzas armadas.

Silvano Aureoles al parecer dejó sumido a Michoacán también en una profunda crisis financiera que sólo con la ayuda inmediata del Gobierno de la República podrá salir avante. La próxima semana se vence el plazo para sufragar los adeudos que tiene el gobierno con el magisterio pero se mantendrán con otros sectores, menos combativos quizá pero igual de importantes para el desarrollo de la entidad, como los profesores y empleados nicolaitas.

El otro frente que deberá atender de inmediato la nueva administración es la escalada de violencia que viene registrándose en Michoacán desde hace algunos años en diversas regiones del estado. A pesar del menosprecio al incidente, lo que ocurrió en el oriente, en donde fueron asesinados cuatro policías, además de civiles, es un reflejo del fracaso de la política de seguridad implementada en la entidad por Aureoles Conejo y el abierto distanciamiento entre ambos órdenes de gobierno.

El discurso pronunciado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Michoacán muestra que confrontar al Gobierno de la República trae consecuencias tangibles sobre todo en materia financiera y de seguridad, como ocurrió en Guanajuato, Jalisco, Tamaulipas o Nuevo León. La innegable cercanía con Alfredo Ramírez se vio reflejada en la confianza depositada en el gobernador al ser nombrado como “representante” del presidente y coordinador de los programas sociales federales más importantes como Jóvenes construyendo el futuro y Pensión para adultos mayores.

Con este respaldo económico y moral, el nuevo mandatario michoacano tendrá pocas excusas para dar resultados de forma inmediata sobre todo en ambos temas: seguridad y orden en las finanzas. Sin embargo, sus primeras pruebas las tendrá que afrontar de forma inmediata: conciliar con la CNTE y con la alianza opositora en el Congreso para sacar adelante su primer Presupuesto de Egresos y para ello “calará” a sus dos jóvenes alfiles: Carlos Torres Piña y Fidel Calderón.

Enroques, regresos, resurrecciones

Con el nombramiento del Gabinete Legal y Ampliado se van dando a conocer los perfile de quienes conformarán el primer gobierno de Morena en Michoacán. No hay sorpresas en el sentido de que son pocos “morenistas” quienes integran esas listas. Ello obligará al nuevo gobierno a ofrecer resultados inmediatos porque en muchos casos de trata de gente con probada experiencia en la materia.

Y sin duda es Roberto Monroy quien está armando un equipo de probada experiencia en la Secretaría de Turismo al contemplar a gente como Carlos Ávila, Gabriel Chávez, Alejandro Hernández que si bien no son de sangre guinda, han mostrado su institucionalidad en las administraciones en donde han colaborado y en donde han entregado resultados exitosos.

Situación distinta es la que acontece en la Secretaría de Educación en el Estado en donde los nombramientos han sido producto de compromisos políticos y aunque tienen amplio conocimiento de la materia, tienen orígenes distintos: Mariana Sosa –cercana en su momento al ex Comisionado Alfredo Castillo; David Alfaro Garcés, exsecretario de Educación con Víctor Manuel Tinoco; Martín López Ortiz y Teresa López Hernández ex diputada de los pocos morenistas en el Gabinete.

El papel de la prensa

Con la llegada del nuevo gobierno ha sido posible conocer algunas “anomalías” dentro de la administración estatal. El ejemplo más reciente ha sido el estado en que se encuentra el llamado C5i que pasó de ser un ejemplo nacional durante el Quinto Informe de Labores de Silvano Aureoles a un cascarón poco confiable. Seguramente conforme avance el tiempo se irán conociendo otros casos similares y la pregunta obligada es: ¿cuánto le han mentido a la ciudadanía respecto al estado que verdaderamente guarda la administración? Seguramente la prensa pasará de vocera a verdugo en muchos casos, sobre todo quienes le apostaron a que perdiera Ramírez Bedolla.




En menos de una década, Michoacán ha tenido cuatro gobernadores y ha requerido la intervención en dos ocasiones del Gobierno de la República para resolver sus graves problemas internos de seguridad y financieros. En 2014 enviaron a un Comisionado y hoy el nuevo gobernador fungirá prácticamente como administrador del apoyo federal.

El 15 de enero de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto emitía un decreto para la creación de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán y anunciaba que a través de 250 acciones el Gobierno de la República invertiría, tan sólo en ese año, 45 mil 500 millones de pesos en la entidad. Casi ocho años después, viene otro mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, para anunciar el Plan de Apoyo a Michoacán que tiene el objetico principal de reforzar la seguridad para lo cual dispondrán de 17 mil elementos de las fuerzas armadas.

Silvano Aureoles al parecer dejó sumido a Michoacán también en una profunda crisis financiera que sólo con la ayuda inmediata del Gobierno de la República podrá salir avante. La próxima semana se vence el plazo para sufragar los adeudos que tiene el gobierno con el magisterio pero se mantendrán con otros sectores, menos combativos quizá pero igual de importantes para el desarrollo de la entidad, como los profesores y empleados nicolaitas.

El otro frente que deberá atender de inmediato la nueva administración es la escalada de violencia que viene registrándose en Michoacán desde hace algunos años en diversas regiones del estado. A pesar del menosprecio al incidente, lo que ocurrió en el oriente, en donde fueron asesinados cuatro policías, además de civiles, es un reflejo del fracaso de la política de seguridad implementada en la entidad por Aureoles Conejo y el abierto distanciamiento entre ambos órdenes de gobierno.

El discurso pronunciado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador durante su visita a Michoacán muestra que confrontar al Gobierno de la República trae consecuencias tangibles sobre todo en materia financiera y de seguridad, como ocurrió en Guanajuato, Jalisco, Tamaulipas o Nuevo León. La innegable cercanía con Alfredo Ramírez se vio reflejada en la confianza depositada en el gobernador al ser nombrado como “representante” del presidente y coordinador de los programas sociales federales más importantes como Jóvenes construyendo el futuro y Pensión para adultos mayores.

Con este respaldo económico y moral, el nuevo mandatario michoacano tendrá pocas excusas para dar resultados de forma inmediata sobre todo en ambos temas: seguridad y orden en las finanzas. Sin embargo, sus primeras pruebas las tendrá que afrontar de forma inmediata: conciliar con la CNTE y con la alianza opositora en el Congreso para sacar adelante su primer Presupuesto de Egresos y para ello “calará” a sus dos jóvenes alfiles: Carlos Torres Piña y Fidel Calderón.

Enroques, regresos, resurrecciones

Con el nombramiento del Gabinete Legal y Ampliado se van dando a conocer los perfile de quienes conformarán el primer gobierno de Morena en Michoacán. No hay sorpresas en el sentido de que son pocos “morenistas” quienes integran esas listas. Ello obligará al nuevo gobierno a ofrecer resultados inmediatos porque en muchos casos de trata de gente con probada experiencia en la materia.

Y sin duda es Roberto Monroy quien está armando un equipo de probada experiencia en la Secretaría de Turismo al contemplar a gente como Carlos Ávila, Gabriel Chávez, Alejandro Hernández que si bien no son de sangre guinda, han mostrado su institucionalidad en las administraciones en donde han colaborado y en donde han entregado resultados exitosos.

Situación distinta es la que acontece en la Secretaría de Educación en el Estado en donde los nombramientos han sido producto de compromisos políticos y aunque tienen amplio conocimiento de la materia, tienen orígenes distintos: Mariana Sosa –cercana en su momento al ex Comisionado Alfredo Castillo; David Alfaro Garcés, exsecretario de Educación con Víctor Manuel Tinoco; Martín López Ortiz y Teresa López Hernández ex diputada de los pocos morenistas en el Gabinete.

El papel de la prensa

Con la llegada del nuevo gobierno ha sido posible conocer algunas “anomalías” dentro de la administración estatal. El ejemplo más reciente ha sido el estado en que se encuentra el llamado C5i que pasó de ser un ejemplo nacional durante el Quinto Informe de Labores de Silvano Aureoles a un cascarón poco confiable. Seguramente conforme avance el tiempo se irán conociendo otros casos similares y la pregunta obligada es: ¿cuánto le han mentido a la ciudadanía respecto al estado que verdaderamente guarda la administración? Seguramente la prensa pasará de vocera a verdugo en muchos casos, sobre todo quienes le apostaron a que perdiera Ramírez Bedolla.