/ martes 19 de octubre de 2021

Justicia

“Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales”.

Aristóteles

Tema recurrente en la historia del ser humano es la justicia. “Dar a cada quien lo que le corresponde”, “No hagas nunca, lo que no quisieras que te hicieran” …rezan los refranes populares.

Aquí una breve fábula esópica, que nos invita a reflexionar sobre la justicia superior:

“Un ratón de tierra se hizo amigo para desgracia suya de una rana. Obedeciendo a sus malvadas intenciones, la rana ató la pata del ratón a su propia pata.

Marcharon primero por tierra para comer el trigo y luego se acercaron a la orilla del pantano. Entonces la rana, dando un salto arrastró hasta el fondo al ratón, mientras retozaba en el agua lanzando sus conocidos gritos. El desdichado ratón, hinchado de agua, se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana.

Lo vio un milano, ave rapaz que pasaba volando y lo apresó con sus garras, arrastrando también a la rana encadenada, que sirvió asimismo de comida al milano.

La clásica moraleja reza así: “Hasta después de muertos cabe la venganza, porque al ojo de la justicia divina nada escapa y lleva en su balanza el castigo de cada falta”.

Toda acción que se hace con intenciones de maldad, siempre termina en contra del mismo que la comete.

“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe de ser ley porque es justa”.

Montesquieu.

“Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales”.

Aristóteles

Tema recurrente en la historia del ser humano es la justicia. “Dar a cada quien lo que le corresponde”, “No hagas nunca, lo que no quisieras que te hicieran” …rezan los refranes populares.

Aquí una breve fábula esópica, que nos invita a reflexionar sobre la justicia superior:

“Un ratón de tierra se hizo amigo para desgracia suya de una rana. Obedeciendo a sus malvadas intenciones, la rana ató la pata del ratón a su propia pata.

Marcharon primero por tierra para comer el trigo y luego se acercaron a la orilla del pantano. Entonces la rana, dando un salto arrastró hasta el fondo al ratón, mientras retozaba en el agua lanzando sus conocidos gritos. El desdichado ratón, hinchado de agua, se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana.

Lo vio un milano, ave rapaz que pasaba volando y lo apresó con sus garras, arrastrando también a la rana encadenada, que sirvió asimismo de comida al milano.

La clásica moraleja reza así: “Hasta después de muertos cabe la venganza, porque al ojo de la justicia divina nada escapa y lleva en su balanza el castigo de cada falta”.

Toda acción que se hace con intenciones de maldad, siempre termina en contra del mismo que la comete.

“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe de ser ley porque es justa”.

Montesquieu.