/ lunes 1 de agosto de 2022

La Sodoma michoacana

Los representantes de la Iglesia siempre han mostrado desde su tribuna eclesiástica su forma en que sus feligreses deben o no deben comportarse según la interpretación de la biblia, la homosexualidad así como sus variantes siempre se han catalogado como un pecado, incluso parejas heterosexuales sin la bendición del casamiento de la santa iglesia viven en pecado. Es decir, constantemente nuestra sociedad somos más a vivir y convivir en el pecado que muy pronto todos estaremos ardiendo en las llamas eternas.

Pero mientras llegamos a ese momento, en nuestra vida cotidiana nos encontramos que la forma de pensar y actuar se abre más a una sociedad que busca en la tolerancia respetar a todos por igual, que independientemente de su color, raza o religión, nos una la conciencia. Sabemos que la forma de pensar de la Iglesia, es o no de nuestro agrado, pero una cosa es usar la figura del representante para compartir la doctrina y otra muy diferente es usarla para desde ahí llevar discursos de odio.

Aclaro que no hablo de la mañanera por si alguien pudiera confundirse, me refiero a lo que sucedió en nuestra Morelia, donde el obispo auxiliar, Herculano Medina habló sobre la realidad que vive nuestro país en una desbordada ola de violencia, que igual es cierto, pero que claramente no coincido que esto se deba al que cada vez se acepten más personas tal como son, es decir, que tiene que ver la inseguridad que vivimos los ciudadanos con que la comunidad LGBTTTIQ+ sea más abierta.

Hay personas que no procesan alguna religión, sin embargo, algunas son mejores ciudadanos, mejores padres y madres, mejores hijos como también mejores ser humanos con los defectos que esto conlleva. En tanto algunos representantes de varias religiones nos han demostrado que han abusado de personas que confían y depositan su fe en sus congregaciones, muchos de estos abusos han quedado cubiertos por sus propias autoridades tanto religiosas como civiles, así que no basta en cubrirse con ropas de hipocresía, busquemos desde cada trinchera no compartir mensajes de odio, también aquellos que buscan se respete su forma de vivir.

Que más podemos decir, si en nuestra idiosincrasia nos ha llevado que los criminales tengan sus propios santos, al fin, diría nuestro presidente son seres humanos.

La misma gata, pero revolcada

En Michoacán el gobierno del morenista Alfredo Ramírez, tanto es su afán de llevar su administración tal y como lo manda el inquilino de Palacio Nacional que no se preocupa ni se ocupa en presentar programas o planes institucionales estatales acorde a las problemáticas de la entidad, basta repetir lo que aplica la Cuarta a nivel federal pero en su modo local, desde las ruedas de prensa hasta las fotos del Ejecutivo disfrutando de fútbol, esto porque aquí el beisbol no es popular, de lo contrario también lo veríamos peloteando.

Siguiendo esa misma política, como si todo viniera en manual, la Policía Michoacán cambió por Guardia Civil, un proceso que llevará su tiempo, y que pareciera más complejo de lo que en realidad es, según el propio titular y encargado de la seguridad (inseguridad) aseguró que cambiará la operatividad de esta corporación, pues buscan una policía con mayor eficiencia. Lo mismo de siempre, pues como ya sabemos, cada administración cambia los nombres de los programas, secretarías y hasta corporaciones.

Esperemos que los grandes agujeros que dejó Silvano en este apartado no sea el pretexto de que para llenar el boquete se haga un pozo más grande, a nueve meses Seguridad Pública ha mostrado que lo que no tiene es estrategia; alguien trata de mentirle al gobernador, pues los reportes son engañosos, reportan meses de 20 días, es decir toman los días donde pueden ajustar los números de un estado que se encuentra entre los primeros lugares de hechos violentos y que por cierto la propia ciudadanía ha indicado que no se siente segura, por ejemplo: en Morelia 8 de cada 10 personas se siente insegura, según datos del INEGI.

Así que aunque se cambie de nombre, y en la operatividad siga careciendo de una estrategia, Michoacán seguirá con la misma gata per revolcada.

Pobre México

Como estaremos en la inseguridad que hasta a los propios policías asaltan, esta semana nos enteramos que agentes de seguridad de Coatzacoalcos fueron despojados de sus pertenencias por un grupo de sujetos armados en sus propias oficinas. Si a las autoridades de la justicia les pasa que podemos esperar como ciudadanos, pobre México.

Los representantes de la Iglesia siempre han mostrado desde su tribuna eclesiástica su forma en que sus feligreses deben o no deben comportarse según la interpretación de la biblia, la homosexualidad así como sus variantes siempre se han catalogado como un pecado, incluso parejas heterosexuales sin la bendición del casamiento de la santa iglesia viven en pecado. Es decir, constantemente nuestra sociedad somos más a vivir y convivir en el pecado que muy pronto todos estaremos ardiendo en las llamas eternas.

Pero mientras llegamos a ese momento, en nuestra vida cotidiana nos encontramos que la forma de pensar y actuar se abre más a una sociedad que busca en la tolerancia respetar a todos por igual, que independientemente de su color, raza o religión, nos una la conciencia. Sabemos que la forma de pensar de la Iglesia, es o no de nuestro agrado, pero una cosa es usar la figura del representante para compartir la doctrina y otra muy diferente es usarla para desde ahí llevar discursos de odio.

Aclaro que no hablo de la mañanera por si alguien pudiera confundirse, me refiero a lo que sucedió en nuestra Morelia, donde el obispo auxiliar, Herculano Medina habló sobre la realidad que vive nuestro país en una desbordada ola de violencia, que igual es cierto, pero que claramente no coincido que esto se deba al que cada vez se acepten más personas tal como son, es decir, que tiene que ver la inseguridad que vivimos los ciudadanos con que la comunidad LGBTTTIQ+ sea más abierta.

Hay personas que no procesan alguna religión, sin embargo, algunas son mejores ciudadanos, mejores padres y madres, mejores hijos como también mejores ser humanos con los defectos que esto conlleva. En tanto algunos representantes de varias religiones nos han demostrado que han abusado de personas que confían y depositan su fe en sus congregaciones, muchos de estos abusos han quedado cubiertos por sus propias autoridades tanto religiosas como civiles, así que no basta en cubrirse con ropas de hipocresía, busquemos desde cada trinchera no compartir mensajes de odio, también aquellos que buscan se respete su forma de vivir.

Que más podemos decir, si en nuestra idiosincrasia nos ha llevado que los criminales tengan sus propios santos, al fin, diría nuestro presidente son seres humanos.

La misma gata, pero revolcada

En Michoacán el gobierno del morenista Alfredo Ramírez, tanto es su afán de llevar su administración tal y como lo manda el inquilino de Palacio Nacional que no se preocupa ni se ocupa en presentar programas o planes institucionales estatales acorde a las problemáticas de la entidad, basta repetir lo que aplica la Cuarta a nivel federal pero en su modo local, desde las ruedas de prensa hasta las fotos del Ejecutivo disfrutando de fútbol, esto porque aquí el beisbol no es popular, de lo contrario también lo veríamos peloteando.

Siguiendo esa misma política, como si todo viniera en manual, la Policía Michoacán cambió por Guardia Civil, un proceso que llevará su tiempo, y que pareciera más complejo de lo que en realidad es, según el propio titular y encargado de la seguridad (inseguridad) aseguró que cambiará la operatividad de esta corporación, pues buscan una policía con mayor eficiencia. Lo mismo de siempre, pues como ya sabemos, cada administración cambia los nombres de los programas, secretarías y hasta corporaciones.

Esperemos que los grandes agujeros que dejó Silvano en este apartado no sea el pretexto de que para llenar el boquete se haga un pozo más grande, a nueve meses Seguridad Pública ha mostrado que lo que no tiene es estrategia; alguien trata de mentirle al gobernador, pues los reportes son engañosos, reportan meses de 20 días, es decir toman los días donde pueden ajustar los números de un estado que se encuentra entre los primeros lugares de hechos violentos y que por cierto la propia ciudadanía ha indicado que no se siente segura, por ejemplo: en Morelia 8 de cada 10 personas se siente insegura, según datos del INEGI.

Así que aunque se cambie de nombre, y en la operatividad siga careciendo de una estrategia, Michoacán seguirá con la misma gata per revolcada.

Pobre México

Como estaremos en la inseguridad que hasta a los propios policías asaltan, esta semana nos enteramos que agentes de seguridad de Coatzacoalcos fueron despojados de sus pertenencias por un grupo de sujetos armados en sus propias oficinas. Si a las autoridades de la justicia les pasa que podemos esperar como ciudadanos, pobre México.