En Michoacán ya suman dos masacres en menos de un mes, sin embargo, poco les importa en Palacio Nacional, la agenda será la revocación de mandato y las obras del faraón Andrés primero que ya mostraron en el Aeropuerto Felipe Ángeles que se trata de publicidad política, obras políticas más que públicas, expertos en desviar los grandes temas con denostaciones a los críticos del gobierno obradorista, el alto costo del AIFA, los pocos vuelos comerciales y lo lejos que se encuentra lo cubrieron con un contracampaña de “Tlayudas” y de bots atacando con “clasistas” a todo aquel que hiciera una crítica mínima en las benditas redes sociales, no diferencia nada en lo que hacía Evo Morales en Bolivia, a todos sus críticos políticos, líderes sociales o periodistas que no estuvieran a favor de su gobierno, era porque eran racistas, lo atacaban decía y sigue diciendo este protegido de la Cuarta transformación por ser indígena.
A diferencia de Evo, el presidente mexicano se dice que lo atacan los conservadores por ser el defensor de la soberanía, el mandatario que lucha por un país sin corrupción, y ser uno de los líderes políticos con mejores propuestas de gobierno que a nivel mundial tiene, tanto que en otros países es referencia y lo ponen como el segundo mejor del planeta, así los cuentos cada mañana, en cada mensaje, por eso la revocación de mandato están importante para los pobres porque de él depende el gran bienestar que está marcando con la cuarta transformación en todo México, mientras tanto, actores son pagados dice López para hablar mal del tren Maya, periodistas son comprados por los que tenían el poder para hacer una campaña constante contra su gobierno, inclusive usan a los muertos por la violencia para opacar la gran transformación que vive el país, vivimos en un México paralelo surrealista que a través de la realidad del día a día que no es contada desde Palacio Nacional podemos ver sin ser conservadores, prianistas, o antilópez que nuestro país se llena cada vez más de sangre.
Los delincuentes y su pacto
Sin llegar a contar más casos como los sucedidos en el estado gobernado por el morenista, Alfredo Ramírez Bedolla en este mes de marzo, suman en dos masacres más de 30 personas asesinadas, esto es dice el propio gobernador porque se está atacando a estas células delictivas, es el contraataque de estos grupos porque se les está acotando su margen de maniobra delincuencial, pues se llevan acciones coordinadas con el gobierno federal y hasta municipal para enfrentar este mal que fue heredado por anteriores administraciones, las cuales pactaron con estos grupos dijo el mandatario estatal durante su visita este inicio de semana por Zamora en la firma del Fortapaz, ciudad por cierto considerada la más peligrosa del mundo, esta firma cambiará a 10 colonias zamoranas, pues asegura que la transformación está en el rescate social, tal y como lo dice el presidente, “becarios sí- sicarios no”. También al igual que presidencia, Ramírez minimizó los hechos ocurridos en Zinapécuaro, los cuales calificó como hechos perpetrados por disputa entre grupos, además de que todo esto sucedió en un palenque clandestino, este dato le pareció al gobierno relevante que fuera recalcado, como si por el hecho de que no contaba con los permisos las personas que resultaron asesinadas y heridas fueran todos criminales, pues para las autoridades solo los delincuentes se esconden en la clandestinidad. Más tarde, todos los informes nos contaron la misma historia: disputa de grupos son los responsables de la masacre en palenque clandestino en Zinapécuaro. Tal parece que ya no importa ni la cantidad de personas asesinadas, tampoco que en plena luz del día sean fusiladas, mucho menos que cuentes a nivel internacional con alertas turísticas o que cuentes con tres de las ciudades más peligrosas del mundo entre las 50 obtengas un primer, octavo y vigésimo sexto lugar con Zamora, Uruapan y Morelia. Señores Secretario de Seguridad y Fiscal dejen de simular, no ve la estrategia los abrazos nos están matando más que los balazos.
La policía de Morelia no cuida, recauda
Los que vivimos en la capital del estado hemos notado que la presente administración que encabeza Alfonso Martínez está enfocada en que la Policía de Morelia actué más como un elemento de recaudación que de seguridad, los operativos de alcoholímetro se han convertido en un aliado importante para obtener grandes recursos, y es que donde pongan estos operativos va a generar demasiadas detenciones, debido a que Morelia cuenta con más bares que elementos de seguridad. No quiero decir que los operativos no puedan evitar desafortunados accidentes, lo malo es como lo dijo su propia policía “a lo mejor hay una falla en el protocolo”. Estos operativos no sólo van en ese sentido también arrasan con incautos automovilistas que osan transitar en el centro histórico. Mientras a cuidarnos solitos.
