/ sábado 13 de octubre de 2018

LUZ COMPARTIDA

Días de paz

J. Jesús Vázquez Estupiñán

“No te preguntes si eres feliz, pregúntate mejor, si son felices quienes viven en tu alrededor”

En el mes que concluye, hemos recordado la partida de un entrañable y ejemplar ser humano. Pequeña flor de la paz, maestra de la caridad, estrella que jamás se apaga y milagro del amor.

Hoy deseo compartir estos chispazos de luz pura, que este singular personaje ha aportado a la humanidad, en su permanente e inspirador trabajo; reflejo de sencillez, congruencia y entrega:

“En donde quiera que estés, procura ser alma de ese lugar; porque que discutir no alimenta, reclamar no resuelve y la indignación no auxilia.

“En realidad, la desesperación no ilumina, la tristeza no conduce a nada y las lágrimas no sustituyen el sudor.

“Qué importante es el hecho de considerar que la irritación, intoxica; que la deserción agrava y que la calumnia atrae siempre lo peor.

“Para todos los males sólo existe un medicamento de eficiencia comprobada: continuar en paz, comprendiendo al otro… ayudando al otro. Aguardando la participación sabia del tiempo, con la seguridad de que lo que no será bueno para los otros, no será bueno para nosotros.

“Necesitamos entender que personas heridas, hieren personas; que personas curadas, curan personas; que personas amadas, aman personas; que personas transformadas, transforman personas; que personas antipáticas, molestan personas; que personas amargadas, amargan personas y que personas santificadas, santifican personas.

“El cómo soy yo, influye directamente en aquellos que están a mi alrededor.

“¡Despertemos!: cubrámonos de gratitud, llenémonos de amor y recomencemos.

“Un día bonito no siempre es un día de sol... pero con seguridad es un día de paz”.

Madre Teresa de Calcuta. (M)

Días de paz

J. Jesús Vázquez Estupiñán

“No te preguntes si eres feliz, pregúntate mejor, si son felices quienes viven en tu alrededor”

En el mes que concluye, hemos recordado la partida de un entrañable y ejemplar ser humano. Pequeña flor de la paz, maestra de la caridad, estrella que jamás se apaga y milagro del amor.

Hoy deseo compartir estos chispazos de luz pura, que este singular personaje ha aportado a la humanidad, en su permanente e inspirador trabajo; reflejo de sencillez, congruencia y entrega:

“En donde quiera que estés, procura ser alma de ese lugar; porque que discutir no alimenta, reclamar no resuelve y la indignación no auxilia.

“En realidad, la desesperación no ilumina, la tristeza no conduce a nada y las lágrimas no sustituyen el sudor.

“Qué importante es el hecho de considerar que la irritación, intoxica; que la deserción agrava y que la calumnia atrae siempre lo peor.

“Para todos los males sólo existe un medicamento de eficiencia comprobada: continuar en paz, comprendiendo al otro… ayudando al otro. Aguardando la participación sabia del tiempo, con la seguridad de que lo que no será bueno para los otros, no será bueno para nosotros.

“Necesitamos entender que personas heridas, hieren personas; que personas curadas, curan personas; que personas amadas, aman personas; que personas transformadas, transforman personas; que personas antipáticas, molestan personas; que personas amargadas, amargan personas y que personas santificadas, santifican personas.

“El cómo soy yo, influye directamente en aquellos que están a mi alrededor.

“¡Despertemos!: cubrámonos de gratitud, llenémonos de amor y recomencemos.

“Un día bonito no siempre es un día de sol... pero con seguridad es un día de paz”.

Madre Teresa de Calcuta. (M)