No es nuevo para el ejecutivo michoacano, la existencia de un congreso local dividido, en donde el partido político que lo erigió como tal no cuente con una mayoría, lo que, naturalmente provoca construir acuerdos con otras representaciones parlamentarias a un costo.
Si bien el instituto político en el poder tiene diversos aliados y a simple vista ha logrado sumar a los priistas, lo que le garantiza un margen de gobernabilidad parlamentaria, lo cierto es que la construcción de acuerdos al interior del legislativo va a requerir de una operación política permanente.
Y es que son diversos los aspectos que serán motivo de análisis y revisión por parte del Congreso del Estado en temas de incidencia ejecutiva. En principio la perspectiva del gobierno digital que propuso el actual gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, siendo legislador local, puede ser una de las ventanas de mayor oportunidad para recabar más recursos, pero, sobre todo, para modernizar la función ejecutiva.
Sin embargo, el elemento más destacable producto del gobierno digital es la lucha contra la corrupción. La sistematización de la función ejecutiva podrá ser una arista para brincar los procesos de corrupción en ventanillas y podrían ser una verdadera alternativa al ataque al obscurantismo administrativo.
Aunado a ello, el ejecutivo del estado requerirá de diversos acuerdos para lograr transformar la legislación local en temas de transcendencia como la parte presupuestal, que ha asfixiado al Estado y los municipios, la regulación de uo de los temas de mayor importancia para el gobernador del Estado, como es el tema indígena, que sin lugar a dudas requiere de modernizar o actualizar la legislación en dicha materia.
Por último, será fundamental el acompañamiento que el legislativo le otorgue al ejecutivo en temas de seguridad y educación para lograr concretar un modelo de gobernabilidad diferente al que se implemento en el gobierno anterior.
Así que, los acuerdos parlamentarios y la coordinación con el poder ejecutivo en temas estratégicos, serán determinantes para lograr la transformación que desde hace años esperan los michoacanos.
Desde una perspectiva política, será determinante la forma en la que pueda intervenir la dirigencia del partido guinda en estado, para convertirse en un actor político que le sirva en la estrategia política y parlamentaria al ejecutivo local.
En ese sentido, independientemente del mandatario, hay cuatro figuras neo morenistas que deben estar más que compaginadas para lograr importantes acuerdos con la oposición:, cada cual es su ámbito: Carlos Torres, Fidel Calderón, Giulianna Bugarini y Humberto Urquiza.
Cantera
Y, bueno, para establecer qué tan rencoroso es el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, solo hay que revisar dos casos de enemigos políticos que tuvo serios enfrentamientos, el de Cristina Portillo Ayala y el de Fausto Vallejo Mora, y a ambos los incluyó en su administración estatal, aunque no en los niveles que lo hizo con sus amigos, más allá de que gran parte de ellos no cuenta con el perfil adecuado, por lo que solo queda darles el beneficio de la duda; ¿ejemplos?, sobran.
Canterita
De nueva cuenta, el llamado magisterio democrático se impuso a las autoridades federales y estatales, logrando los pagos atrasados, todo porque amagó con boicotear el festival internacional de cine de Morelia, lo cual puso contra la pared a sus destinatarios.
Goteo
De manera técnica, salen sobrando los foros regionales abiertos para elaborar un plan de desarrollo del territorio michoacano, pero políticamente justifican lo que ya tiene en mente el gobernante.