/ martes 15 de junio de 2021

Michoacán Inc.

La consolidación del proyecto “Va por México”, que tiene en la alianza PAN, PRI, PRD su expresión política más visible, tendrá en los comicios del 6 de junio su prueba de fuego. Si aglutinando a la clase empresarial, partidos políticos, medios de comunicación, Iglesia y demás poderes facticos no pueden vencer al partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sus esperanzas de derrotarlo en la consulta del próximo año y en las elecciones del 2024, se diluyen casi por completo.

La presión que ha generado la cúpula empresarial a candidatos y partidos para que se comprometan con sus proyectos cuando sean gobierno ha puesto de manifiesto la debilidad ideológica y estructural de los institutos políticos que decidieron plegarse ante las exigencias de un grupo de empresarios sin brindar ninguna explicación a su militancia.

En la reunión sostenida el pasado 18 de mayo entre las cabezas visibles del proyecto Va por México, Claudio X González y Gustavo de Hoyos, con un sector de la clase empresarial michoacana, en apoyo al candidato del PAN, PRI, PRD, fue palpable la preocupación porque Morena y el Presidente Obrador mantengan el respaldo ciudadano en los próximos años y pidió un mayor compromiso para frenar a la 4T: “Ya no estamos para tibiezas”, dijo González. Las palabras ofrecidas por el empresario michoacano, Agustín Arriaga Díez, hijo del exgobernador priísta que encabezó la represión estudiantil en la Universidad Michoacana en 1966, sonaron como aquella expresión del Tigre Azcárraga: “somos los soldados del PRI y del Presidente”, sólo que en esta ocasión, del presidente de la Coparmex.

Por ello es probable que si la alianza PAN, PRI, PRD pierde las próximas elecciones se registre un cisma al interior de sus estructuras para intentar retomar el rumbo ideológico y las diferencias que los distinguían. El año pasado, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE daba cuenta de la desbandada registrada en los padrones de militantes de dichos partidos, que muestra la crisis en la que se encuentran: más del 75 por ciento en el PRI y PRD. En el caso del Partido del Sol Azteca todavía es más grave su situación, ya que es probable que después de los comicios del 6 de junio termine por desaparecer (ya en 2019 perdió el registro en 10 estados del país en donde no alcanzó ni el 3 por ciento de la votación) o convertirse en el partido cortesano del PAN y PRI.

Hoy los panistas apoyan al PRI, al partido de Carlos Salinas, de Humberto Moreira, de Javier Duarte, de César Duarte, de Mario Villanueva, de Tomás Yarrington, de Eugenio Hernández, de Fidel Herrera, de Roberto Borge; y los priístas al PAN de Luis Armando Reinoso, Guillermo Padrés y Francisco García Cabeza de Vaca. Es entendible si recordamos que entre ambos suman casi 20 exgobernadores que se encuentran presos, están siendo procesados o están prófugos.


Crimen organizado: el gran ausente… en los discursos.

Aunque la inseguridad es el principal problema de la entidad, ninguno de los candidatos al gobierno de Michoacán ha expresado con claridad y firmeza su proyecto para enfrentar al crimen organizado. Salvo algunas alusiones muy generales, solo el abanderado del PES, Hipólito Mora, fue quien advirtió que si se mantiene la presencia de los cárteles no podrá haber desarrollo ni tranquilidad en Michoacán.


¿Semanas de declinaciones?

Conforme se acerca el día de la jornada electoral aumentan los rumores y especulaciones sobre posibles declinaciones. Quizá sólo dos podrían impactar el resultado si se mantiene cerrada la contienda: la del candidato del PVEM, Juan Antonio Magaña y del priísta Guillermo Valencia.


¿Aplanadora morenista?

En la semana circuló el resultado de una encuesta elaborada por Consulta Mitofsky que da el triunfo a Morena en 16 distritos locales, 4 los ganaría la alianza PAN, PRI, PRD, 2 estarían en empate técnico y 2 no fueron incluidos. Si fuera así, no cuadrarían eso del “empate técnico” entre los candidatos al Solio de Ocampo.


La consolidación del proyecto “Va por México”, que tiene en la alianza PAN, PRI, PRD su expresión política más visible, tendrá en los comicios del 6 de junio su prueba de fuego. Si aglutinando a la clase empresarial, partidos políticos, medios de comunicación, Iglesia y demás poderes facticos no pueden vencer al partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sus esperanzas de derrotarlo en la consulta del próximo año y en las elecciones del 2024, se diluyen casi por completo.

La presión que ha generado la cúpula empresarial a candidatos y partidos para que se comprometan con sus proyectos cuando sean gobierno ha puesto de manifiesto la debilidad ideológica y estructural de los institutos políticos que decidieron plegarse ante las exigencias de un grupo de empresarios sin brindar ninguna explicación a su militancia.

En la reunión sostenida el pasado 18 de mayo entre las cabezas visibles del proyecto Va por México, Claudio X González y Gustavo de Hoyos, con un sector de la clase empresarial michoacana, en apoyo al candidato del PAN, PRI, PRD, fue palpable la preocupación porque Morena y el Presidente Obrador mantengan el respaldo ciudadano en los próximos años y pidió un mayor compromiso para frenar a la 4T: “Ya no estamos para tibiezas”, dijo González. Las palabras ofrecidas por el empresario michoacano, Agustín Arriaga Díez, hijo del exgobernador priísta que encabezó la represión estudiantil en la Universidad Michoacana en 1966, sonaron como aquella expresión del Tigre Azcárraga: “somos los soldados del PRI y del Presidente”, sólo que en esta ocasión, del presidente de la Coparmex.

Por ello es probable que si la alianza PAN, PRI, PRD pierde las próximas elecciones se registre un cisma al interior de sus estructuras para intentar retomar el rumbo ideológico y las diferencias que los distinguían. El año pasado, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE daba cuenta de la desbandada registrada en los padrones de militantes de dichos partidos, que muestra la crisis en la que se encuentran: más del 75 por ciento en el PRI y PRD. En el caso del Partido del Sol Azteca todavía es más grave su situación, ya que es probable que después de los comicios del 6 de junio termine por desaparecer (ya en 2019 perdió el registro en 10 estados del país en donde no alcanzó ni el 3 por ciento de la votación) o convertirse en el partido cortesano del PAN y PRI.

Hoy los panistas apoyan al PRI, al partido de Carlos Salinas, de Humberto Moreira, de Javier Duarte, de César Duarte, de Mario Villanueva, de Tomás Yarrington, de Eugenio Hernández, de Fidel Herrera, de Roberto Borge; y los priístas al PAN de Luis Armando Reinoso, Guillermo Padrés y Francisco García Cabeza de Vaca. Es entendible si recordamos que entre ambos suman casi 20 exgobernadores que se encuentran presos, están siendo procesados o están prófugos.


Crimen organizado: el gran ausente… en los discursos.

Aunque la inseguridad es el principal problema de la entidad, ninguno de los candidatos al gobierno de Michoacán ha expresado con claridad y firmeza su proyecto para enfrentar al crimen organizado. Salvo algunas alusiones muy generales, solo el abanderado del PES, Hipólito Mora, fue quien advirtió que si se mantiene la presencia de los cárteles no podrá haber desarrollo ni tranquilidad en Michoacán.


¿Semanas de declinaciones?

Conforme se acerca el día de la jornada electoral aumentan los rumores y especulaciones sobre posibles declinaciones. Quizá sólo dos podrían impactar el resultado si se mantiene cerrada la contienda: la del candidato del PVEM, Juan Antonio Magaña y del priísta Guillermo Valencia.


¿Aplanadora morenista?

En la semana circuló el resultado de una encuesta elaborada por Consulta Mitofsky que da el triunfo a Morena en 16 distritos locales, 4 los ganaría la alianza PAN, PRI, PRD, 2 estarían en empate técnico y 2 no fueron incluidos. Si fuera así, no cuadrarían eso del “empate técnico” entre los candidatos al Solio de Ocampo.