COLUMNA TORRE DE BABEL
Hoy, del otro lado de la acera, pese al descarnado avance de los procesos de competencia más visibles de las relaciones económicas contemporáneas denominados integración y globalización, la defensa de un piso mínimo de existencia se demoniza, so pretexto del fantasma llamado “populismo”; de algunas aves de mal agüero, que vuelan desde Colombia, España, la vecina Guatemala o con intrusiones imaginarias desde la Rusia de Putin o desde la Venezuela de Maduro.
Sumados a ello, los agoreros de la competitividad del salario de la muerte, como Luis de la Calle y Jorge G. Castañeda, objetivamente carecen de compasión; son ellos quienes risiblemente argumentan que los beneficios de la globalización no han tenido el efecto deseado, “spill over effect”, así llanamente.
Cada vez son más los electores que desoyen las ofertas del engaño -los clones reactivos basados en el único proyecto genuino, pese a los defectos que como toda obra humana contiene. No obstante, representa la única salida realista no probada-, que teóricamente permitiría un respiro a la decadencia que pudiese significar -vía alquimia electoral- la destrucción de la mínima expresión de convivencia pacífica entre los hombres en México.
A los mexicanos nos hace falta un respiro, queremos volver a tener y a ser la región más transparente… Los mexicanos estamos hartos de promesas incumplidas y hartos de la decadencia de no poder volver a jugar en las calles de nuestro país con seguridad, en un clima de paz y certeza, al bien fundamental. Viremos hacia la vida, porque nos estamos “mexicanizando”, que hoy día “mexicanizarse”, tristemente es sinónimo de corrupción y destrucción… Es evidente que algunos -y sólo algunos- de los poderes dominantes están cegados por el poder mismo… inclusive buscan descarrilar la incipiente democracia.
Felipe González no se ha dejado enredar con mitos del populismo. Una vez más hay coincidencias con el expresidente de España: feliz por no fumar cigarrillos, por creer en la lógica de la gobernanza de la democracia representativa, y por haber sido alumno del extinto jurista de la Hispalense, D. Manuel Olivencia, que más que otra cosa era un humanista... Quienes atacan con el solo fin de hacerlo, atacan la esencia de la vida, más allá de derechas o izquierdas: el ser humano.#GR (F)