El insistente anuncio de la salida de Raúl Morón de la dirigencia estatal de Morena para incorporarse a un área de la Secretaría de Gobernación fortalece la imagen del actual gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, quien deberá sacudirse después la sombra del exmandatario y actual legislador federal, Leonel Godoy Rangel.
Ciertamente Ramírez Bedolla deberá respetar todos los acuerdos asumidos con los diversos grupos al interior de Morena pero teniendo siempre clara la idea de edificar una imagen de autoridad, sacudiéndose la imagen que le ha endilgado la oposición de ser solo un “Juanito”. Para ello el futuro mandatario deberá construir un grupo sólido y capaz –más allá de los que actualmente se ufanan en ser “Bedollistas”- que le permita enfrentar las complejas tareas de urgente atención como la inseguridad y los problemas financieros de la entidad.
Desde hace seis semanas se ha ventilado en medios de comunicación la inminente salida de Morón Orozco aunque no ha sido confirmada, lo cual ha permitido alimentar incluso en los corrillos políticos el rumor de que el alcalde moreliano estaría operando para que el TEPJF anulara las elecciones y convertirse nuevamente en el abanderado de Morena, nada más alejado de la realidad pero que a la oposición le conviene utilizar en su tarea de desprestigio.
La preocupación de Morena actualmente debe estar centrada, primero, en ratificar el triunfo obtenido en las urnas el pasado seis de junio; después en revertir el desprestigio causado por el actual mandatario tanto a nivel nacional como internacional y, finalmente, en consolidar una imagen de liderazgo político en la entidad. La conformación de su gabinete será esencial para lograr este propósito y dedicarse de lleno a las tareas para las cuales fue electo.
El PAN y la ultraderecha
No son nuevos los señalamientos de los vínculos que tiene el Partido Acción Nacional con grupos y partidos de extrema derecha, tanto local como internacional. La incorporación de integrantes de la organización secreta el Yunque ha sido documentada en diversas investigaciones al igual que su cercanía con partidos políticos de otros países, principalmente españoles.
Por ello, la decisión de un grupo de senadores panistas de firmar la llamada Carta de Madrid con el partido político español Vox generó malestar incluso al interior del propio blanquiazul, incluido el exmandatario Felipe Calderón, y no porque no coincidan con su ideología, sino porque nuevamente le dan la razón al Presidente Andrés Manuel López Obrador: no terminan de sacudirse las críticas por su alianza con el PRI cuando ahora confirman sus vínculos con la extrema derecha.
Y para quienes desconozcan la línea ideológica de VOX destacan sus propuestas contra la migración (levantar muros en sus fronteras), el feminismo y la ideología de género y a favor del nacionalismo, así como sus posturas racistas, antisemitas e islamistas. Y, para mayor incongruencia del panismo, estos políticos españoles han sido acusados de populistas, ese calificativo que tanto usan contra el Presidente.
Y fue nuevamente el moreliano Felipe Calderón quien, a través de su cuenta de Twitter, aprovechó la oportunidad para enviarle un dardo envenenado a su paisano, Marko Cortés, al señalar: “La dirigencia del PAN hace buen rato que está extraviada. Hoy, una vez más, el acuerdo con Vox lo demuestra. Y que no vengan con el cuento de que no les hacen caso los senadores, eso está peor. Ojalá cambien ya de dirigencia. Por esas y otras cosas salimos muchos”.
Se fortalece oposición en la Cámara
Con la decisión de la Sala Regional de Toluca del TEPJF de reasignar tres diputaciones locales, el próximo gobierno del estado tendrá que enfrentar un Congreso opositor cuya primera tarea es la aprobación del Presupuesto de Egresos. Aunque este mismo día impugnarán la decisión ante la Sala Superior, Alfredo Ramírez Bedolla y Morena deben hacerse a la idea de privilegiar el diálogo para alcanzar acuerdos.
Ningún mandatario michoacano ha gobernado con un Congreso opositor por lo que es una buena oportunidad para mostrar de qué está hecha esta nueva generación de políticos. Por lo pronto, todas las veladoras están puestas en el Gobierno de la República para poder resolver los urgentes problemas financieros del estado.
