Como es bien sabido en México las acciones que se están tomando a nivel federal para salvaguardar la integridad de turistas y nacionales ha dejado mucho que desear.
Y esto se ha visto ante la falta de acciones ante el repunte de contagios. Es bajo esta situación que hoy el turismo tiene un gran reto, el salvaguardar la economía de la gente a través del ingreso de turistas y la salud de prestadores de servicios y gente local.
Empezando desde la conectividad donde se deben resaltar casos como los influencers canadienses que se quitaron el cubrebocas en un avión en Cancún, hasta la notificación de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) donde señaló que 140 sobrecargos fueron bajados de vuelo por haber dado positivo al COVID-19 hoy son motivos de preocupación.
Ante esto, el reto de los destinos debe ser no relajar las medidas sanitarias, pero sobre todo cuidar a todos aquellos que ofrecen las experiencias y al turista para que pese al repunte de casos puedan seguir disfrutando de las riquezas que ofrece el país.
Hablemos de Michoacán, hasta hoy las medidas se han mantenido, no obstante los espacios de nuevo se redujeron en un aforo del 60 por ciento, algo que sin duda puede volver afectar la economía de algunos, pero es necesario para garantizar un ambiente seguro.
Entonces, ante ello, también se tendrá que generar una estrategia de turismo de naturaleza, ya que si bien ha sido la fórmula que ha imperado en la pandemia, es una de las rutas más seguras y al aire libre para garantizar un menor riesgo de contagio para cualquier visitante.
Con la principal premisa de evitar saturaciones en los destinos, ya que de hacerse pudiera convertirse en un foco para propagar el contagio, además de que no se tiene que olvidar el preservar las zonas ecológicas que terminan siendo un importante ingreso dentro de los destinos.
