/ miércoles 20 de mayo de 2020

Regreso a la vieja normalidad digital.

En medio de la pandemia más mediática de la historia, ayer conmemoramos el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información sin reflexionar sobre el impacto que ha tenido internet en el entretenimiento, la información, la comunicación y ahora la educación de millones de mexicanos.

Sin embargo, los gobiernos –federal y estatales-, inmersos en una confrontación político-electoral, no prestan atención al desarrollo de las TIC´s, a pesar de que descargan una parte importante del regreso a la “nueva normalidad” en ellas, principalmente la educación y la salud.

Hoy ni México, como país, ni Michoacán como estado, se encuentran preparados para descargar en las TIC´s la responsabilidad de un regreso a clases a distancia. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019 nos recuerda que si bien hemos avanzado en la conectividad del país, especialmente en la introducción de banda ancha, todavía quedan sectores de la población –entre el 30 y el 50% ubicados en zonas rurales y comunidades indígenas- que no tienen acceso a internet y/o no saben utilizar los nuevos dispositivos electrónicos.

En palabras de un expresidente, en Michoacán el ciclo escolar se concluirá “haiga sido como haiga sido”, sin contar con una metodología, supervisión didáctica o siquiera garantía que todos los estudiantes, principalmente de nivel básico ubicados en zonas marginales, hayan tenido acceso a las clases a distancia.

Pero la pandemia también ha mostrado nuevamente la necesidad de reflexionar sobre temas que han sido tabú durante años; uno de ellos el teletrabajo o home office. En junio de 2019, el Senado de la República aprobó por unanimidad modificar el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo e incorporar un nuevo capítulo para definir el teletrabajo, así como las obligaciones y derechos de colaboradores y empleadores, lo que permitiría, entre otras cosas, ahorros económicos en trasporte y menores niveles de estrés en los espacios laborales. Y la pregunta es si la administración pública está dispuesta a implementarlo en áreas en donde el exceso de personal es notorio.

Y sin duda uno de los temas de obligada discusión será la regulación de las plataformas on-line de transporte y servicio de comida a domicilio como Uber, Delivery, Rappi, etc., que significaron un apoyo fundamental para los gobiernos en sus llamados a quedarse en casa. Será muy tramposo de su parte rechazar su línea de transporte y aplaudir la de entrega de alimentos.

Otro de los grandes pendientes del gobierno recae en lo que se conoce como Gobierno Electrónico, es decir, el empleo de las TIC´s en la administración pública para brindar servicios esenciales a la población, entre las que destaca educación y salud. Michoacán, en esté como en otros aspectos, se encuentra rezagado ya que el 30 por ciento de la población no cuenta con acceso a internet y únicamente el uno por ciento realiza trámites por internet, de acuerdo con cifras aportadas por integrantes de las Comisiones de Gobernación y Ciencia, Tecnología e Innovación del Congreso local, al presentar este año la iniciativa de Ley Gobierno Digital.

La pandemia mostró lo mejor y lo peor de la sociedad mexicana pero también desnudó las carencias que existen en sectores esenciales como las telecomunicaciones; La brecha digital en México y en Michoacán es enorme y no sólo por la falta de acceso a internet, sino por la ausencia de programas de formación en alfabetización mediática e informacional como lo propone la UNESCO desde hace una década.

Estamos ante la oportunidad de retomar los acuerdos y metas establecidos ante organismos internacionales y mejorar la coordinación entre los gobiernos para el diseño, planeación, implementación y ejecución de estrategias digitales que beneficien a toda la población. Claro que para ello debe existir interés y dejar las ambiciones políticas de lado.

En medio de la pandemia más mediática de la historia, ayer conmemoramos el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información sin reflexionar sobre el impacto que ha tenido internet en el entretenimiento, la información, la comunicación y ahora la educación de millones de mexicanos.

Sin embargo, los gobiernos –federal y estatales-, inmersos en una confrontación político-electoral, no prestan atención al desarrollo de las TIC´s, a pesar de que descargan una parte importante del regreso a la “nueva normalidad” en ellas, principalmente la educación y la salud.

Hoy ni México, como país, ni Michoacán como estado, se encuentran preparados para descargar en las TIC´s la responsabilidad de un regreso a clases a distancia. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019 nos recuerda que si bien hemos avanzado en la conectividad del país, especialmente en la introducción de banda ancha, todavía quedan sectores de la población –entre el 30 y el 50% ubicados en zonas rurales y comunidades indígenas- que no tienen acceso a internet y/o no saben utilizar los nuevos dispositivos electrónicos.

En palabras de un expresidente, en Michoacán el ciclo escolar se concluirá “haiga sido como haiga sido”, sin contar con una metodología, supervisión didáctica o siquiera garantía que todos los estudiantes, principalmente de nivel básico ubicados en zonas marginales, hayan tenido acceso a las clases a distancia.

Pero la pandemia también ha mostrado nuevamente la necesidad de reflexionar sobre temas que han sido tabú durante años; uno de ellos el teletrabajo o home office. En junio de 2019, el Senado de la República aprobó por unanimidad modificar el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo e incorporar un nuevo capítulo para definir el teletrabajo, así como las obligaciones y derechos de colaboradores y empleadores, lo que permitiría, entre otras cosas, ahorros económicos en trasporte y menores niveles de estrés en los espacios laborales. Y la pregunta es si la administración pública está dispuesta a implementarlo en áreas en donde el exceso de personal es notorio.

Y sin duda uno de los temas de obligada discusión será la regulación de las plataformas on-line de transporte y servicio de comida a domicilio como Uber, Delivery, Rappi, etc., que significaron un apoyo fundamental para los gobiernos en sus llamados a quedarse en casa. Será muy tramposo de su parte rechazar su línea de transporte y aplaudir la de entrega de alimentos.

Otro de los grandes pendientes del gobierno recae en lo que se conoce como Gobierno Electrónico, es decir, el empleo de las TIC´s en la administración pública para brindar servicios esenciales a la población, entre las que destaca educación y salud. Michoacán, en esté como en otros aspectos, se encuentra rezagado ya que el 30 por ciento de la población no cuenta con acceso a internet y únicamente el uno por ciento realiza trámites por internet, de acuerdo con cifras aportadas por integrantes de las Comisiones de Gobernación y Ciencia, Tecnología e Innovación del Congreso local, al presentar este año la iniciativa de Ley Gobierno Digital.

La pandemia mostró lo mejor y lo peor de la sociedad mexicana pero también desnudó las carencias que existen en sectores esenciales como las telecomunicaciones; La brecha digital en México y en Michoacán es enorme y no sólo por la falta de acceso a internet, sino por la ausencia de programas de formación en alfabetización mediática e informacional como lo propone la UNESCO desde hace una década.

Estamos ante la oportunidad de retomar los acuerdos y metas establecidos ante organismos internacionales y mejorar la coordinación entre los gobiernos para el diseño, planeación, implementación y ejecución de estrategias digitales que beneficien a toda la población. Claro que para ello debe existir interés y dejar las ambiciones políticas de lado.