/ martes 27 de abril de 2021

Semana crucial

La determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, referente a la candidatura de Raúl Morón Orozco, será determinante para el rumbo del proceso electoral en Michoacán: integrarse abierta y formalmente a las actividades proselitistas impulsará la marca Morena y las campañas del resto de los candidatos de ese partido que, hasta el momento, han pasado sin pena ni gloria.

Pero en el hipotético caso de que los magistrados electorales determinen retirarle la candidatura al alcalde moreliano con licencia, se prevé una confrontación interna que derivaría en la renuncia de varios militantes y/o simpatizantes “distinguidos” de las filas del partido oficial, que para muchos ha sido cooptado por un grupo de experredistas encabezados por el exmandatario Leonel Godoy.

Por ello, la incorporación del candidato Morenista a la contienda permitirá centrar la atención a lo verdaderamente importante que son las propuestas de gobierno de quienes pretenden llegar al Solio de Ocampo. Hasta el momento, el único que ha esbozado algunas líneas de trabajo simples ha sido el abanderado de la alianza Equipo por Michoacán, Carlos Herrera Tello, aunque no ha podido posicionar dos aspectos fundamentales: un claro distanciamiento con la actual administración encabezada por Silvano Aureoles –la cual está muy mal calificada de acuerdo con varias encuestas- y explicar su slogan principal de campaña “nos unen las diferencias”, cuando claramente lo que muestran es un rompimiento con quien hoy gobierna el país, es decir, con quienes muestran diferencias a su proyecto.

Por lo pronto, diversas encuestas muestran una clara ventaja de Morena cuando menos en 10 de los 15 estados en donde se realizarán elecciones, entre ellas Michoacán, por lo que hasta el momento, el conflicto no ha derivado en una ventaja para la oposición, básicamente por dos motivos: los candidatos de Morena dependen totalmente del arrastre de Andrés Manuel –quien hasta el momento se mantiene mejor evaluado que muchos gobernadores- y las pusilánimes campañas de sus opositores.


Las preguntas pendientes

Los temas del primer debate entre la y los candidatos al gobierno de Michoacán fueron tan importantes que quizá hubieran requerido, por cada uno de ellos, un solo debate. Y, más de alguno, ha opinado que el principal beneficiado por la inasistencia del candidato de Morena fue precisamente Raúl Morón, porque como exdirigente de la CNTE hubiera sido interesante conocer sus argumentos y propuestas en el tema Educación en donde Michoacán no es precisamente un ejemplo; conocer también sus explicaciones del abandono de la alcaldía cuando Morelia se encontraba en foco rojo a causa del COVID-19 en el tema Salud, y sus explicaciones por el incremento alarmante de los homicidios en la capital michoacana en los últimos dos años, en el tema Seguridad.

Morelia, la lucha por la seguridad

De acuerdo con los primeros esbozos mostrados por los candidatos a la presidencia municipal de Morelia, la seguridad será el tema central de sus propuestas y no es para menos porque en los últimos años el incremento de homicidios y la supuesta incursión de grupos del crimen organizado hacen suponer que todo lo demás estaría subordinado a este problema.

Pero además las duras críticas vertidas por el abanderado del PAN-PRD y exalcalde de la capital michoacana, Alfonso Martínez Alcázar, sobre el desmoronamiento de la seguridad en Morelia y el rescate de la Policía como elemento central de su propuesta para mejorar la seguridad y convivencia social, y el perfil “robinhoodesco” del candidato del PRI, Guillermo Valencia -y la labor realizada en su organización Revolución Social- hacen suponer que éste será el tema central de las campañas locales.

Pero también debería estar centrado, aunque no se entendería una sin la otra, en el combate a la corrupción. El abierto desorden que existe en los llamados antros sólo puede explicarse por dos cosas: la ineptitud de los inspectores o la franca corrupción que existe en la Secretaría Municipal, responsable de Inspección y Vigilancia. Por supuesto que pueden ser las dos.

La determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, referente a la candidatura de Raúl Morón Orozco, será determinante para el rumbo del proceso electoral en Michoacán: integrarse abierta y formalmente a las actividades proselitistas impulsará la marca Morena y las campañas del resto de los candidatos de ese partido que, hasta el momento, han pasado sin pena ni gloria.

Pero en el hipotético caso de que los magistrados electorales determinen retirarle la candidatura al alcalde moreliano con licencia, se prevé una confrontación interna que derivaría en la renuncia de varios militantes y/o simpatizantes “distinguidos” de las filas del partido oficial, que para muchos ha sido cooptado por un grupo de experredistas encabezados por el exmandatario Leonel Godoy.

Por ello, la incorporación del candidato Morenista a la contienda permitirá centrar la atención a lo verdaderamente importante que son las propuestas de gobierno de quienes pretenden llegar al Solio de Ocampo. Hasta el momento, el único que ha esbozado algunas líneas de trabajo simples ha sido el abanderado de la alianza Equipo por Michoacán, Carlos Herrera Tello, aunque no ha podido posicionar dos aspectos fundamentales: un claro distanciamiento con la actual administración encabezada por Silvano Aureoles –la cual está muy mal calificada de acuerdo con varias encuestas- y explicar su slogan principal de campaña “nos unen las diferencias”, cuando claramente lo que muestran es un rompimiento con quien hoy gobierna el país, es decir, con quienes muestran diferencias a su proyecto.

Por lo pronto, diversas encuestas muestran una clara ventaja de Morena cuando menos en 10 de los 15 estados en donde se realizarán elecciones, entre ellas Michoacán, por lo que hasta el momento, el conflicto no ha derivado en una ventaja para la oposición, básicamente por dos motivos: los candidatos de Morena dependen totalmente del arrastre de Andrés Manuel –quien hasta el momento se mantiene mejor evaluado que muchos gobernadores- y las pusilánimes campañas de sus opositores.


Las preguntas pendientes

Los temas del primer debate entre la y los candidatos al gobierno de Michoacán fueron tan importantes que quizá hubieran requerido, por cada uno de ellos, un solo debate. Y, más de alguno, ha opinado que el principal beneficiado por la inasistencia del candidato de Morena fue precisamente Raúl Morón, porque como exdirigente de la CNTE hubiera sido interesante conocer sus argumentos y propuestas en el tema Educación en donde Michoacán no es precisamente un ejemplo; conocer también sus explicaciones del abandono de la alcaldía cuando Morelia se encontraba en foco rojo a causa del COVID-19 en el tema Salud, y sus explicaciones por el incremento alarmante de los homicidios en la capital michoacana en los últimos dos años, en el tema Seguridad.

Morelia, la lucha por la seguridad

De acuerdo con los primeros esbozos mostrados por los candidatos a la presidencia municipal de Morelia, la seguridad será el tema central de sus propuestas y no es para menos porque en los últimos años el incremento de homicidios y la supuesta incursión de grupos del crimen organizado hacen suponer que todo lo demás estaría subordinado a este problema.

Pero además las duras críticas vertidas por el abanderado del PAN-PRD y exalcalde de la capital michoacana, Alfonso Martínez Alcázar, sobre el desmoronamiento de la seguridad en Morelia y el rescate de la Policía como elemento central de su propuesta para mejorar la seguridad y convivencia social, y el perfil “robinhoodesco” del candidato del PRI, Guillermo Valencia -y la labor realizada en su organización Revolución Social- hacen suponer que éste será el tema central de las campañas locales.

Pero también debería estar centrado, aunque no se entendería una sin la otra, en el combate a la corrupción. El abierto desorden que existe en los llamados antros sólo puede explicarse por dos cosas: la ineptitud de los inspectores o la franca corrupción que existe en la Secretaría Municipal, responsable de Inspección y Vigilancia. Por supuesto que pueden ser las dos.