/ lunes 8 de octubre de 2018

Tendencia compulsiva, modelo educativo y 4ª transformación

Carlos Ceja Silva

El pensamiento compulsivo es el proceso de abandonarnos a la conversación que llevamos constantemente en nuestro interior, vivir en un mundo de conceptos e ilusiones, alimentar el miedo al futuro, obsesionarnos con planear, de vivir en el pasado recordando lo que ya pasó, dar rienda suelta a la mente al preocuparnos por todo, de juzgar y analizar demasiado las cosas, de crear expectativas y de soñar despiertos.

La tendencia compulsiva nos lleva a vivir en un mundo de conceptos e ilusiones tal vez es lo que esperamos del siguiente Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, como lo comenta el informativo Nación Nº 321, que “no se haga acompañar de los mismos “aleluyos pedagógicos” que han estado en todos los gobiernos como asesores, y que sus aportaciones han dado mucho en qué pensar, porque lo único que les interesa es la cartera, no la esencia de la educación. Con Peña vendieron la idea de que lo que hacía falta era evaluar a los maestros, mas nunca aterrizaron una propuesta clara y sólo provocaron el malestar de los profesores del país; hasta hoy, Moctezuma no ha aclarado si lo que pretende el próximo gobierno es sólo eliminar las evaluaciones punitivas para complacer al SNTE-CNTE o si se pretende revisar a fondo el modelo educativo impuesto desde hace varios sexenios, lo que no dejaría contentos a quienes, desde el mundo empresarial, han presionado al Estado para que la educación pública se adecue al proyecto dictado por la OCDE”.

Opinamos porque nos interesa la educación, porque hemos participado en ella, Juan Ávila Osornio con convicción nos dice que “la educación que hoy se ocupa en México es un proyecto acorde a nuestras condiciones y circunstancias socio-históricas, culturales y económicas, orientadas a sobresalir en las dimensiones de los estándares internacionales, y con esos programas que hoy tenemos en las aulas no se podrá aspirar a mas, salvo excepciones de jóvenes que por su cuenta se indisciplinan y estudian más de los que se les exige para aprobar.

Y el político Gustavo A. Madero Muñoz, critica de esta forma: “Ahí va a haber un tema en el yo pago por ver, ¿qué van a hacer cuando echen abajo la Reforma Educativa? ¿Con qué la van a sustituir? porque yo creo que van a abrir una ‘Caja de Pandora’ que no van a poder cerrar”.

Rafael Mendoza Castillo, mi maestro de posgrado, analítico muy abstracto en este tema lo aborda previniendo la “tamaña tarea del Educador Popular. De ahí la importancia del trabajo de la epistemología en el campo educativo. Descubrir desde donde pensamos el mundo, la realidad. De ahí la necesidad de sabernos colocar ante las cosas, porque de esto depende la construcción de una nueva relación de conocimiento, que nos lleve a pensar distinto el mundo a como lo piensan los capitalistas y la oligarquía financiera. Desafiar la realidad existente, su conciencia de sí y sus prácticas sociales. Saber que no existe conocimiento solamente técnico, práctico, sino también conocimiento emancipador. Los tres son conocimientos interesados, nunca inocentes ni neutrales. Los conceptos antedichos permiten nombrar a la enseñanza, al aprendizaje, a la educación, a los métodos, a las didácticas, al currículum y a las prácticas, de otro modo.

La tendencia compulsiva no nos permite olvidar las buenas intenciones que se tenía por mejorar la educación a partir de lo que interesaba a los niños, tener mejores escuelas, no la idea, sino en los hechos convivir en escuela de tiempo completo, con clases de educación física, temas culturales, inglés, además la inclusión, permanencia y egreso en cada plan educativo, teniendo los incentivos que pronosticaba aquella alianza por la calidad de la educación, no solo será el hábito de preocuparnos por todo, de juzgar y analizar demasiado las cosas, de crear expectativas, de soñar despiertos.

Carlos Ceja Silva

El pensamiento compulsivo es el proceso de abandonarnos a la conversación que llevamos constantemente en nuestro interior, vivir en un mundo de conceptos e ilusiones, alimentar el miedo al futuro, obsesionarnos con planear, de vivir en el pasado recordando lo que ya pasó, dar rienda suelta a la mente al preocuparnos por todo, de juzgar y analizar demasiado las cosas, de crear expectativas y de soñar despiertos.

La tendencia compulsiva nos lleva a vivir en un mundo de conceptos e ilusiones tal vez es lo que esperamos del siguiente Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, como lo comenta el informativo Nación Nº 321, que “no se haga acompañar de los mismos “aleluyos pedagógicos” que han estado en todos los gobiernos como asesores, y que sus aportaciones han dado mucho en qué pensar, porque lo único que les interesa es la cartera, no la esencia de la educación. Con Peña vendieron la idea de que lo que hacía falta era evaluar a los maestros, mas nunca aterrizaron una propuesta clara y sólo provocaron el malestar de los profesores del país; hasta hoy, Moctezuma no ha aclarado si lo que pretende el próximo gobierno es sólo eliminar las evaluaciones punitivas para complacer al SNTE-CNTE o si se pretende revisar a fondo el modelo educativo impuesto desde hace varios sexenios, lo que no dejaría contentos a quienes, desde el mundo empresarial, han presionado al Estado para que la educación pública se adecue al proyecto dictado por la OCDE”.

Opinamos porque nos interesa la educación, porque hemos participado en ella, Juan Ávila Osornio con convicción nos dice que “la educación que hoy se ocupa en México es un proyecto acorde a nuestras condiciones y circunstancias socio-históricas, culturales y económicas, orientadas a sobresalir en las dimensiones de los estándares internacionales, y con esos programas que hoy tenemos en las aulas no se podrá aspirar a mas, salvo excepciones de jóvenes que por su cuenta se indisciplinan y estudian más de los que se les exige para aprobar.

Y el político Gustavo A. Madero Muñoz, critica de esta forma: “Ahí va a haber un tema en el yo pago por ver, ¿qué van a hacer cuando echen abajo la Reforma Educativa? ¿Con qué la van a sustituir? porque yo creo que van a abrir una ‘Caja de Pandora’ que no van a poder cerrar”.

Rafael Mendoza Castillo, mi maestro de posgrado, analítico muy abstracto en este tema lo aborda previniendo la “tamaña tarea del Educador Popular. De ahí la importancia del trabajo de la epistemología en el campo educativo. Descubrir desde donde pensamos el mundo, la realidad. De ahí la necesidad de sabernos colocar ante las cosas, porque de esto depende la construcción de una nueva relación de conocimiento, que nos lleve a pensar distinto el mundo a como lo piensan los capitalistas y la oligarquía financiera. Desafiar la realidad existente, su conciencia de sí y sus prácticas sociales. Saber que no existe conocimiento solamente técnico, práctico, sino también conocimiento emancipador. Los tres son conocimientos interesados, nunca inocentes ni neutrales. Los conceptos antedichos permiten nombrar a la enseñanza, al aprendizaje, a la educación, a los métodos, a las didácticas, al currículum y a las prácticas, de otro modo.

La tendencia compulsiva no nos permite olvidar las buenas intenciones que se tenía por mejorar la educación a partir de lo que interesaba a los niños, tener mejores escuelas, no la idea, sino en los hechos convivir en escuela de tiempo completo, con clases de educación física, temas culturales, inglés, además la inclusión, permanencia y egreso en cada plan educativo, teniendo los incentivos que pronosticaba aquella alianza por la calidad de la educación, no solo será el hábito de preocuparnos por todo, de juzgar y analizar demasiado las cosas, de crear expectativas, de soñar despiertos.