Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Vacaciones para algunas personas, tiempo de fervor para otras; pero, eso sí, la temporada Semana Santa genera movimiento de viajeros y para Michoacán este año fue inusual, pues hubo mayor derrama económica pero menor ocupación hotelera.
Esto lo compartió el secretario de turismo en el estado, Roberto Monroy García y los datos recabados por el Observatorio Turístico indican que la afluencia de este 2022 fue de 615 mil 688 visitantes, número que se aproxima al de 2019, que tuvo 623 mil 806. En el 2021 sólo hubo 190 mil.
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La derrama económica de este año fue mayor a la obtenida en los dos años anteriores, porque este abril tuvo 740 millones 129 mil 220 pesos, mientras que la Semana Santa del 2019 logró 687 millones. Entre los dos, 2021 fue una sima en la que hubo 213 millones de pesos. El funcionario no mostró indicadores del 2020.
Ahora, de los turistas que vinieron, el 71.3% pernoctó en alguna habitación (o sillón) dentro de Michoacán, pero las alcobas de los hoteles fueron la opción solamente para el 43.69% de los viajeros.
Las razones de esto se encuentran, mencionó Monroy García, en que el resto de las personas se quedó en casas de familiares o bien, alquilaron alguna Airbnb. Esta última plataforma tiene 370 unidades en Morelia, número que se eleva a dos mil cuatro cuando se considera a todo el estado.
“Luego la gente dice, que si viene por cuatro días le sale más barato un AIRBnB que un cuarto de hotel, aunque en los AIRBnB el mismo visitante debe tender la cama o limpiar la cocina, son unas cosas por otras; por esto la importancia del Observatorio Turístico de la Universidad Michoacana porque nos permite dónde hay que incidir y no permitir que la hotelería baje, hay que fortalecerla”, expresó el funcionario.
Además, Monroy García especificó los indicadores de ocupación hotelera por cada zona de la entidad. Entonces, las playas posibilitaron que la región costa tuviera un 73%, en la Uruapan se llegó hasta el 80%, mismo número alcanzado por el boscoso oriente michoacano.
Ahora de forma descendente: en la capital del estado la ocupación hotelera llegó al 63 %; su programa de actividades culturales le granjearon a los hoteles de Pátzcuaro el 56%, mientras que, por su parte, los cálidos territorios de la zona de Apatzingán llegaron al 49%.
A pesar de sus bellezas naturales circundantes, de su gastronomía y tradiciones, Zamora fue la región menos favorecida, con el 35% de ocupación hotelera.
