Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).-Comedia con un toque ácido sobre las vidas de cuatro adolescentes que se enfrentan por vez primera al mundo adulto, tal es el leitmotiv de ¡Ánimo juventud! de Carlos Armella, largometraje en competencia en el XVIII Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
Haciendo gala de un humor negro que juega con la violencia y la corrupción que se respiran en México, la cinta abre con Martín -interpretado por Rodrigo Cortés- en plena dedicatoria de unas bombas de graffiti para Cris -una Cristina que ni siquiera lo conoce-, cuando el dueño de la pared en que raya lo sorprende.
En el trance, Martín conoce a Dulce -Daniela Arce-, hija del señor que lo agarró in fraganti en el graffiti, quien le consigue un taxi para que escape de la patrulla de policía que antes de irse a trabajar llamó el hombre.
Al volante, Daniel -Mario Palmerín-, que está por convertirse en padre con menos de diecinueve años, recoge al graffitero, quien sólo trae veinte pesos para pagar el servicio, si bien antes de que puedan llegar a su destino son atracados por un par de hampones.
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Completa el pokér de personajes Pedro -Iñaki Godoy-, un muchacho que se ha negado a hablar durante varias semanas, a excepción de una extraña jerga entre latín y japonés, con lo que vuelve locos a los adultos de su familia y a sus profesores en la escuela, que al mismo tiempo lo enloquecen a él por su insólito comportamiento.
Enredados con la ley, llenos de deudas y de dudas, malentendidos por sus compañeros de salón -como en el caso de Dulce, que sólo quiere ser aceptada y querida-, así como por sus propios padres, los cuatro jóvenes comenzarán una dolorosa búsqueda para ser admitidos por sus semejantes y saber quiénes son y, de paso, en el camino, hallar su sitio en un mundo que de pronto se ha tornado raro y hostil.
Con una narrativa ágil y un guión bien trabajado, pero que se sostiene por las anécdotas entrecruzadas que se encadenan alternativamente, ¡Ánimo juventud! es una película que cumple, con un tema -la adolescencia- que si bien ha sido tocado en el cine nacional aún espera una obra magna al respecto.
Propuesta interesante de Carlos Armella, cuatro vidas cruzadas para quienes crecer es una cuestión complicada, como son todas las cosas que valen la pena.