Morelia, Michoacán- (OEM-Infomex).- En la historia de México, encontramos diversos eventos que marcaron el rumbo de nuestra identidad, momentos cruciales para la construcción del país en el que vivimos. Estos hechos contienen distintas voces y percepciones, las que pueden generar algún tipo de subjetividad que dañe el relato de la realidad del pasado, o responde a un discurso partidario que busca legitimar sus acciones.
Dentro de la búsqueda de la verdad histórica, existe la posibilidad de repensar el pasado y cambiar los discursos pensados para desvalorizar o engrandecer a algún personaje o los que funcionen para oprimir a un sector social.
Este ejercicio ha sido realizado por el colectivo Coyoltin Ayacaxtli, que este martes conmemoró a los antepasados indígenas que hace 500 años lograron derrotar a Hernán Cortés en su lucha por conquistar la antigua Tenochtitlán. Este evento histórico es recordado oficialmente como “La noche triste”, nombre que se le dio debido al llanto que Cortés derramó a causa de su fallida estrategia.
La celebración, realizada con un tlamanalli, donde podemos ver baile, música, ofrendas, copal y simbolismos propios de la cultura mexica, se encuentra enfocada a dar el reconocimiento a los guerreros mexicas que con su lucha defendieron sus tierras. En entrevista para El Sol de Morelia, el maestro Yao, dirigente del grupo, habla de cómo este festejo sirve para sentirnos orgullosos de nuestras raíces y enarbolar a la civilización de la cual este país tiene su origen.
Puntualizó que este evento en particular, no debe ser recordado como algo triste, sino como una victoria hacia los conquistadores que cometieron abusos e injusticias por la codicia de poseer nuevas tierras
“Es una oportunidad de hablar de sucesos que la historia oficial no escribió, debemos darnos cuenta que hemos sido un pueblo valiente, ha habido hechos heroicos, hemos defendido nuestra cultura, hemos defendido nuestras raíces ante los abusos y las invasiones que han buscado exterminarnos”, comentó Yao.
Por su parte, la búsqueda de la descolonización del discurso juega un papel de suma importancia, dado que la conquista del continente no solo fue territorial, sino intelectual y espiritual, imponiendo paradigmas estéticos, religiosos y de vida cotidiana.
“Esa fue una de las grandes conquistas que tuvieron los invasores, hacer que nos avergonzáramos de ser del color de la tierra, de todas nuestras ceremonias, de nuestras lenguas indígenas, y esa es nuestra labor, defender este pasado y a través de nuestro ejemplo atraer a la gente a regresar a nuestros orígenes, a lo que nunca se ha ido y permanece aquí”.
Las enseñanzas prehispánicas y conocimientos indígenas, según la opinión del maestro, son vigentes el día de hoy y no debemos de hacerlas a un lado, pues según su experiencia, la sabiduría de esta cultura lleva a una universalización, donde todos los que gusten pueden participar de ello.
“Considero que estas enseñanzas cargan valores trascendentales que cualquier ser humano puede ejercer; tenemos que retornar a nuestros orígenes, sea cual sea, el vivir en ciudad nos quita mucho de eso, pero debemos empezar a vivir más espiritualmente como los antiguos lo hacían”, indicó el profesor.
Con estas acciones, el colectivo Coyoltin Ayacaxtli ha buscado recordar a la sociedad el pasado indígena que da base a nuestro país y es parte de nuestra historia, la que ha sido olvidada o contada desde la perspectiva de extranjeros.
