Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- Es mercadólogo por la Universidad del Valle de México, artista visual egresado del Colegio Americano de Fotografía Ansel Adams, músico ejecutante por Fermatta y licenciado en Arte Dramático por el Instituto Andrés Soler. A pesar de tantas credenciales, hoy no tiene trabajo, no acumuló ahorros y prevé un futuro inmediato desolador.
Su nombre es Roberto Malacara y divide sus actividades entre varios proyectos: productor de la empresa de espectáculos Más Prö; actor y productor de obras teatrales, asesor de empresas en la rama digital e incluso participó recientemente en el programa federal Semilleros Creativos.
Nada de eso, en plena pandemia mundial por el Covid-19, le funciona por ahora, pues en prácticamente todos los casos implica la reunión de personas, el confinamiento social, términos que por estos días, y al menos durante un eterno mes, quedarán prohibidos.
Como socio de Más Prö ya tenía agendados conciertos con Caifanes y Mau y Ricky, además de una función de la empresa de lucha libre Triple A. Ninguno pudo llevarse a cabo y apenas el de Caifanes se ha reprogramado para octubre, aunque todo es incierto.
Cuenta que aunque en esa empresa sólo hay dos socios, cada que montan un espectáculo masivo generan empleos para 250 personas: elementos de seguridad, paramédicos, acomodadores, vendedores de cerveza y botanas, técnicos, personal de aseo, vendedores de boletos y otras funciones.
Si bien en su papel de inversionista corre riesgos, nada es peor a que no se pueda realizar un concierto por decreto, pero comprende que la alarma es a nivel mundial y no se puede hacer nada.
Detalla que en la ciudad hay tres compañías grandes dedicadas a la organización de eventos masivos: Diamante, que se enfoca al género grupero y popular; Best Production, dedicados a obras de teatro comerciales provenientes de la Ciudad de México, así como algunos espectáculos musicales, y la propia Más Prö, con un perfil hacia el rock, el hip hop y otros géneros.
En su trabajo como miembro de las artes escénicas, Roberto apunta que en el gremio no se cuenta con ninguna prestación o garantía económica.
No tenemos un sueldo, no hay aguinaldos, ni reparto de utilidades. Lo que nos surja de la cabeza se transforma en algo, se ofrece a un público y de ahí comes; así de sencillo
En ese tenor, estaba involucrado en varios proyectos que por ahora deberán esperar: “Sigo pintando, tomando fotos, ¿pero qué restaurante va a querer ahora foto de producto?, ¿cómo vamos a ofrecer una obra?, ¿quién va a pensar en comprar un cuadro ante esta terrible expectativa económica?”
Al igual que él, muchos otros artistas y promotores esperarán a que amaine la tormenta para reorganizarse, para salir de este bache provocado por un extraño virus que llegó del lejano oriente.