Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Realizar una restauración del retablo de la iglesia de Santiago Apóstol, así como recuperar el mural detrás de éste –mediante técnicas fotográficas actuales–, “es algo necesario para recuperar el pasado del pueblo”, señaló el cronista de la tenencia de Santiago Undameo.
En entrevista para El Sol de Morelia, Ignacio López Farfán –cronista designado y habitante de la tenencia moreliana–, explicó que la iglesia de Santiago Apóstol ha pasado desapercibida para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en tanto la dirección del Centro INAH Michoacán, “ha hecho oídos sordos durante varias administraciones” a las solicitudes de restauración del edificio, así como su retablo e interiores.
Por más trámites que se hacen, el INAH dice que no tienen dinero para hacer obras. Entonces nosotros tenemos que buscarlo con otra dependencia para gestionar la remodelación, pero ellos –el INAH– son los que tienen que intervenir porque no se puede ni pintar si no es con permiso de ellos, por regla no se pueden cambiar de materiales
Para López Farfán, la restauración del retablo y la recuperación fotográfica del mural escondido detrás de éste, son las intervenciones más necesarias que requiere el templo que fuera fundado en 1538 por Fray Juan de San Román, en el antiguo territorio pirinda de Necotlán, actualmente Santiago Undameo, según versa la placa en la entrada del recinto.
Sin embargo, el cronista advirtió que los datos de fundación son imprecisos ya que “el año que consigna la placa fue el del bautizo de los indios”, en tanto que “el templo y el convento tienen al menos tres años más de antigüedad”, añadió.
“Los españoles trajeron al señor Santiago como patrono de esta parroquia y para eso hicieron un retablo de madera, pero atrás de ese hay otras pinturas originales y la base del altar viejo”, explicó.
Al respecto –sin precisar fecha ni nombre–, se refirió al caso de un obispo que “mandó poner colores más opacos sobre la chapa de oro” y con dicha intervención “provocó daños en la superficie del retablo”.
Asimismo, explicó que gracias a la visita de una investigadora del INAH, se tiene la certeza de que no es necesario invertir en colocar nuevamente la chapa de oro, sino “hacer una recuperación –dijo– ya que el altar cuenta con ese material, pero fue tapado con pintura”.
Erigido “en tiempos del Virrey Antonio de Mendoza” por la orden agustina, en la actualidad el templo cuenta con “tres patrones y se reparten las fiestas entre el señor Santiago, la Virgen de Guadalupe y el Santo Entierro, que es el más venerado”, explicó el cronista.
Cabe mencionar que la población de Necotlán fue lugar de asentamiento pirinda, y luego de que los frailes agustinos se establecieran ahí, se llamó Santiago Undameo. Durante el siglo XVI se fundaron varias haciendas bajo el mando de orden religiosa, entre las que destacan las ubicadas en Tirio, Santa Rosalía y La Estancia.
Un personaje relevante de la región es José María Guadalupe Salto, sacerdote insurgente que participó en la Guerra de Independencia, habiendo nacido en la hacienda de Santa Rosalía en 1773 y bautizado en el templo de Santiago Apóstol.
A 13 kilómetros de la capital michoacana, Santiago Undameo cuenta con algunos vestigios arqueológicos que a decir de López Farfán “no han sido tomados en cuenta por los historiadores regionales, quienes parecen olvidar que este pueblo es tres años más viejo que Morelia y por ello hay mucha historia aquí por descubrir”.
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