Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Como “uno de los escaparates más importantes que existen a nivel Latinoamérica” para que los cineastas locales exhiban sus trabajos, calificó el realizador moreliano Juan Pablo Arroyo al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En entrevista para El Sol de Morelia, el director de Almas rotas (2020), estrenada en el FICM, hizo un reconocimiento a la mancuerna que han formado el empresario Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis, y la fundadora y directora general del FICM, Daniela Michel, por no haber suspendido el evento a pesar de la pandemia de Covid-19 y continuar promoviendo el talento local.
Explicó que desde el año 2004 en que fuera establecida la Sección Michoacana, él se encargó de depurar dicha sección a través de su escuela de cine “Solaris”, dijo, “porque en esos años no había cine en Morelia”.
“El FICM realmente estaba buscando a los cineastas michoacanos para exhibir sus trabajos y fue un interés muy fuerte porque el gremio local se integrara”, advirtió.
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Debido a que este año el Covid-19 impuso nuevas condiciones para el festival, limitándolo a un formato híbrido, Juan pablo Arroyo explicó que incluso para los realizadores seleccionados no hubo restricciones, a causa de los aforos reducidos en las salas de Cinépolis.
“Con el tema del Covid-19, el festival es totalmente sui generis; tampoco yo pude comprar boletos para el estreno de mi película. Era de esperarse que los boletos se agotara rápido, pues también hay mucho michoacano que quiere ver la película porque está realizada aquí”, señaló.
Al igual que el cineasta, morelianos interesados en el séptimo arte consideraron que la pandemia afectó considerablemente la difusión de uno de los eventos culturales más importantes en la ciudad de Morelia, como lo señaló el docente de primaria, Alejandro López Cruz, quien cada año visita las salas de cines, por lo menos en una ocasión durante el FICM, pero esta ocasión decidió no ir porque pensó que la difusión fue menor y el periodo de éste fue breve, refirió.
Lourdes Mendoza Sánchez, empleada de una tienda de ropa, refirió que el evento pasó desapercibido al no tener alfombra roja ni mayores invitados como en años anteriores.
Con información de Karla Ayala