Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex). -El tren fue el primer medio de transporte capaz de revolucionar a la humanidad. A lo largo del siglo XVIII, el ferrocarril logró comunicar a las poblaciones alejadas que, hasta ese momento, no contaban con otro transporte más que las carretas impulsadas por animales, sin mencionar el alcance que este brindaba, conectando ciudades entre sí por medio de las vías férreas.
En México, el ferrocarril llegó en 1837 durante el mandato de Anastacio Bustamante; posteriormente, el presidente Porfirio Díaz se encargaría de impulsar a lo largo del país la infraestructura necesaria para el tren.
Durante este contexto de crecimiento ferrocarrilero durante los primeros años del siglo XX, surgió un maquinista que pasaría a la historia mexicana como un héroe por dar la vida protegiendo a toda una población de una catástrofe inminente.
Se trata de Jesús García Corona, a quien bautizaron El Héroe de Nacozari, en honor a la comunidad que puso a salvo.
Jesús nació en Hermosillo, Sonora, en 1881. A los 17 años comienza a trabajar como aguador en la oficina del ferrocarril de una compañía minera. Rápidamente fue ascendiendo en el rubro hasta que a los 20 años se convierte en ingeniero de máquinas.
Puede interesarte: Una historia heroica y amorosa: conoce el origen de la Plaza Villalongín
Bajo ese cargo, el 7 de noviembre de 1907 emprendió el que fuera su último viaje en ferrocarril.
A pesar de que ese día el no manejaría la locomotora, al enfermarse uno de sus compañeros decidió tomar su lugar. Aunque el traslado era solo de cuatro kilómetros del pueblo de Nacozari, a la mina cercana en la comunidad de Pilares, la carga que llevaba constaba de toneladas de explosivos para realizar labores mineras, mismas que fueron acomodadas en los primeros vagones del tren por error.
Debido a una falla en el escape de la locomotora, brasas y llamas vivas comenzaron a saltar hacia los vagones donde se encontraban enganchados las cajas de dinamita, mismas que comenzaron a incendiarse. Al ver que el fuego era imposible de apagar, Jesús García ordena a la tripulación abandonar el tren y continúa a todo vapor para alejar lo más posible la locomotora del pueblo, donde muy cerca se encontraba un depósito de pólvora.
Según el parte oficial, aproximadamente a las 14:20 horas del 7 de noviembre de 1907, a la altura del kilómetro seis de la vía de Nacozari a la mina de Pilares, se escuchó un estruendo ensordecedor provocado por la explosión de la locomotora número 2 que conducía Jesús García.
Derivado de la explosión, 12 personas fallecieron, incluyendo al ferrocarrilero, quien ganó el nombre de El Héroe de Nacozari, por haber salvado más de 5 mil personas con sus acciones heroicas.
