MORELIA, Mich. (OEM-Infomex).- En agosto del año pasado el gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, inauguró con bombo y platillo las Academias Deportivas Aguacateros de Michoacán, proyecto con el que se pretendía formar un semillero de basquetbolistas que en el futuro pudieran nutrir al equipo profesional que juega en Morelia.
Sin embargo, el proyecto original solamente tuvo una duración de tres meses, pues en noviembre de ese mismo año la relación y los intereses entre gobierno del estado y Aguacateros se vieron fracturados, ya que desde la parte metodológica no tuvieron coincidencias.
Lo anterior lo dio a conocer el coordinador general de los Clubes Deportivos y Culturales, Juan Carlos Ávila, quien reveló a El Sol de Morelia que en un principio la idea estaba enfocada al baloncesto y el objetivo era crear equipos y ligas en diferentes partes del estado, pero acusó que el proyecto no funcionó porque el equipo no mostró interés en invertir económicamente para crear un esquema sólido.
Por ello, detalló que la Secretaría de Educación en el Estado, encabezada por Alberto Frutis Solís, decidió encaminarse con un proyecto propio en el que se involucraron más disciplinas deportivas; además de actividades culturales y de capacitación para el trabajo.
“Nos pidieron hacer adecuaciones casi al 100% del proyecto original, entonces para evitar problemas de duplicidad con las funciones que realizaba Cecufid y los Aguacateros en aquel momento, se conformaron los Clubes Deportivos y Culturales con la idea de intervenir en las estructuras escolares con actividades físicas, deportivas y culturales”.
Y es que a decir de Juan Carlos Ávila, las diferencias con el equipo de baloncesto comenzaron a presentarse porque ellos pretendían llegar a donde ya se estaba desarrollando este deporte con ligas que estaban conformadas desde hace años, “sólo querían ponerle el membrete de Aguacateros y decir que se hizo algo”.
Abundó que este esquema les parecía poco funcional, pues desde la mirada de la SEE y el gobierno del estado, lo importante era instalar la actividad física en las localidades y comunidades que no tienen acceso al deporte de manera formal.
“Ellos querían tener un semillero de jóvenes, pero sabemos lo complicado que es el tema, porque para poder jugar deben estar adheridos a asociaciones; nosotros sí queremos que las unidades estén llenas de gente jugando baloncesto, pero con un sentido de pertenencia y bajo una formación diferente”.
Aunado a esto, refirió que con las Academias de Aguacateros el único beneficio que obtenían los niños que formaban parte del proyecto era que recibían uniformes de parte del club, y el acceso para asistir a los partidos de local, pero no había trabajo de fondo e integral.
Pese a estas diferencias, el coordinador general informó que recientemente ha sostenido reuniones con la dirigencia de Aguacateros para analizar la posibilidad de volver a trabajar de manera coordinada, pero aclaró que de llegar a un acuerdo, tendrían que signar un convenio con el secretario de Educación.
Juan Carlos Ávila agregó que con los Clubes Deportivos y Culturales actualmente tienen presencia en 30 municipios y cuentan con 740 escuelas afiliadas, pero la idea es cubrir los 113 municipios de manera paulatina.