Chelsea no baja salario a jugadores, pero les anima a hacer donativos

Tampoco recurrirá al paro parcial, un programa en el que se utiliza dinero público, para su personal no futbolista

AFP

  · sábado 25 de abril de 2020

Foto: @ChelseaFC_Sp

Londres, Inglaterra.- El club inglés Chelsea anunció este sábado que no impondrá reducciones de salarios a sus jugadores, pero les pidió que realicen donativos a organizaciones caritativas que estén trabajando en la lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus.

"Por el momento, el club no dejará al primer equipo masculino en contribución financiera y el Consejo de Administración pidió a los jugadores concentrar sus esfuerzos en el apoyo a causas caritativas", afirman los Blues en un comunicado.

Por su parte, otro club de la élite inglesa, el Aston Villa, indicó este sábado que sus jugadores habían aceptado "el pago diferido del 25% de sus salarios durante cuatro meses".

Arsenal, Southampton, West Ham y Watford habían anunciado ya en las últimas semanas acuerdos para bajar o aplazar los salarios, con el objetivo de preservar sus finanzas, en apuros por el parón de las competiciones.

El Chelsea indicó que hubo recientemente conversaciones entre el Consejo de Administración y los jugadores, cuyo "objetivo ha sido llegar a una colaboración para preservar los empleos del personal, indemnizar a los hinchas y participar en actividades para buenas causas".

"Valoramos el papel del equipo para ayudar al club en sus actividades comunitarias y caritativas, especialmente mediante #PlayersTogether, que apoya al NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido)", precisa el Chelsea.

La operación #PlayersTogether, lanzada por jugadores de la Premier League a principios de mes, busca recaudar y distribuir fondos para organizaciones que apoyan al NHS.

El Chelsea no recurrirá al paro parcial, un programa en el que se utiliza dinero público, para su personal no futbolista. Liverpool, Tottenham y Bournemouth terminaron renunciando a acogerse a ese programa de dinero público después del revuelo generado en la opinión pública británica.