Afortunado pescador de Tampico Alto, Veracruz, que realizaba sus labores diarias, se llevó la sorpresa de su vida al descubrir en una almeja que se disponía a comer una hermosa perla, misma que ahora atesora como un preciado regalo, de la que dijo sin duda se trata de buenas noticias para este municipio enclavado en la zona norte del estado de Veracruz.
El pescador señaló que trabajaba en la playa de la comunidad El Mangle, cuando encontró una enorme almeja que llamó su atención, la tomó en sus manos y con la intención de comerla la abrió, llevándose la mayúscula sorpresa que al interior de la misma había una enorme perla, de la que dijo estaba sorprendido, pues nunca había escuchado una historia parecida de los viejos pescadores.
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Al mostrar la perla a las autoridades locales, el pescador, quien prefirió el anonimato, explicó cómo la había obtenido y lo sorprendido que estaba al ver que esta piedra preciosa de aproximadamente 12 milímetros de diámetro, de la que dijo no saber cual puede ser su precio en el mercado, pues el valor sentimental que le ha tomado es invaluable y asegura es su preciado tesoro.
Según el pescador y los habitantes de la comunidad, la aparición de la perla es presagio de que la entidad y sus habitantes continuarán por el camino del desarrollo y el bienestar en todos los sectores.
Al mostrarla en su mano se aprecia el tamaño y color de la perla, la cual atrajo la mirada de todos los que estaban presentes, que curiosos preguntaban si se trataba de una perla real, a la vez que le preguntaban cómo la había obtenido.
De acuerdo a versiones de pescadores viejos de la laguna de Tamiahua, no se había encontrado algo así en este vaso lacustre por parte de quienes durante décadas se habían dedicado a la extracción de ostión, por lo que encontrar una perla es algo extraordinario, por ello el valor sentimental que la piedra preciosa tiene para su propietario, quien asegura no tener intención de venderla.
Las perlas se forman en moluscos bivalvos, es decir, que tienen dos valvas o conchas como las ostras y los mejillones. Se forman con la entrada de un cuerpo extraño, ya sea un simple parásito, un pequeño fragmento de concha o un grano de arena en el interior del manto del molusco.
Para que una perla se forme y alcance un tamaño regular al interior del molusco deben pasar de tres a cuatro años, ya que su formación es un proceso lento.
Estas piezas que se cuentan entre las piedras preciosas más valiosas, son utilizadas desde hace miles de años por el hombre como adorno, principalmente collares y pendientes, que se valoran de acuerdo a su tamaño, color y brillo.
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La perla encontrada por el pescador de Veracruz, es una pieza natural, con forma de lágrima u oval, de aproximadamente 12 o 13 milímetros de diámetro, de color blanca, con un lustre medio y superficie regular.
Publicado originalmente en El Sol de Tampico
