Por: Alejandro Durán La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), se declaró en alerta para evitar que la inflación contamine precios sin justificación, pues reconoció que el proceso electoral podría provocar presiones inflacionarias y aventar hasta la segunda mitad de 2019 que la variable se coloque dentro del rango objetivo de entre 2 y 4%. Así, a través de la minuta de la reunión que sostuvieron los miembros de la Junta con motivo del anuncio de política monetaria anunciada el pasado ocho de febrero, el banco central reconoció que existen riesgos de que se presenten efectos de segundo orden en materia inflacionaria, es decir, que precios de productos y servicios aumenten sin razón. “En este sentido, la mayoría comentó que, dada la posición cíclica en la que se encuentra la economía, y considerando los altos niveles que presenta la inflación, se podría dificultar la asimilación de los choques que la han afectado, por lo que es importante que la postura monetaria evite que dichos choques den lugar a efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios de la economía”, reveló el documento. La minuta informó que uno de los miembros de la Junta de Gobierno observa que uno de los riesgos que se podrían presentar en los próximos meses es que el proceso electoral que enfrentará el país en los próximos meses podría provocar volatilidad financiera y en particular en el tipo de cambio, lo que se traduciría en presiones inflacionarias. “Uno mencionó que al considerar escenarios donde se materialicen algunos riesgos de depreciación y volatilidad asociados al proceso electoral, la convergencia a la meta podría retrasarse hasta el segundo semestre de 2019”, señaló. Otro miembro apuntó que dicha volatilidad quizás podría presentarse independientemente del resultado electoral. Por: Alejandro Durán La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), se declaró en alerta para evitar que la inflación contamine precios sin justificación, pues reconoció que el proceso electoral podría provocar presiones inflacionarias y aventar hasta la segunda mitad de 2019 que la variable se coloque dentro del rango objetivo de entre 2 y 4%. Así, a través de la minuta de la reunión que sostuvieron los miembros de la Junta con motivo del anuncio de política monetaria anunciada el pasado ocho de febrero, el banco central reconoció que existen riesgos de que se presenten efectos de segundo orden en materia inflacionaria, es decir, que precios de productos y servicios aumenten sin razón. “En este sentido, la mayoría comentó que, dada la posición cíclica en la que se encuentra la economía, y considerando los altos niveles que presenta la inflación, se podría dificultar la asimilación de los choques que la han afectado, por lo que es importante que la postura monetaria evite que dichos choques den lugar a efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios de la economía”, reveló el documento. La minuta informó que uno de los miembros de la Junta de Gobierno observa que uno de los riesgos que se podrían presentar en los próximos meses es que el proceso electoral que enfrentará el país en los próximos meses podría provocar volatilidad financiera y en particular en el tipo de cambio, lo que se traduciría en presiones inflacionarias. “Uno mencionó que al considerar escenarios donde se materialicen algunos riesgos de depreciación y volatilidad asociados al proceso electoral, la convergencia a la meta podría retrasarse hasta el segundo semestre de 2019”, señaló. Otro miembro apuntó que dicha volatilidad quizás podría presentarse independientemente del resultado electoral.