/ martes 17 de noviembre de 2020

Intensamente | Ana Victoria García, de dibujante a sembradora de éxitos

La empresaria apuesta por una sociedad de equidad, donde las mujeres no sólo exijan el “lado lindo” de la igualdad

Las grandes compañías y redes empresariales pueden nacer a partir del dibujo de un perro. Ana Victoria García Álvarez lo sabe, pues desde los cinco años tuvo su primer contacto con el dinero, al venderle a sus compañeros de escuela ilustraciones calcadas de un libro.

Con el paso del tiempo comenzó a fabricar pulseras o lavar baños en la casa de su mamá, con quien vive agradecida porque, a pesar de que no se la puso fácil, le inculcó “hambre” y la seguridad de lograr cualquier objetivo en la vida.

Ahora con la pandemia del coronavirus, la fundadora y directora general de Victoria147, una academia de negocios para empresarias, se dio cuenta que aún hay gente que se resiste a cambiar, y es invadida por la incertidumbre ante un nuevo reto, sin importar su tamaño.

Ana Victoria tuvo que migrar hacia un mundo digital de la mano con su grupo de emprendedoras, quienes tenían miedo de los cambios que trajo la contingencia sanitaria, como trabajar a distancia o convivir en espacios seguros.

Sin embargo, para ella, la crisis de Covid-19 también representó un parteaguas en los modelos del hogar y la manera en que las mujeres pueden triunfar, sin descuidar, por ejemplo, estar con los hijos, atender clases, entre otros aspectos.

“Todos estamos en casa, con mayores responsabilidades, porque ahora también está a tu cargo la educación o la supervisión de los hijos.

"La limpieza, el hacerte de comer, cosas que tal vez no hacías antes o alguien más se encargaba de ellas. De pronto ahora crecieron nuestras responsabilidades y creo que hay un rompimiento que puede ser traducido hacia algo mejor.

“Digo rompimiento porque creo que ahorita, al hacerse evidentes todas estas areas, puede haber también la posibilidad de que ambos tomen y se repartan mejor esas tareas. La apertura de las empresas también puede abrir puertas a esa flexibilidad que necesitan hombre y mujer para llevar su vida personal”, señala en entrevista con El Sol de México.

-¿Esta pandemia es un parteaguas para que haya más oportunidades y se abran horizontes en el corto plazo?

-Van a haber distintas oportunidades. Sí, claramente es un parteaguas y es una reestructura. Creo que la gente está aprendiendo a consumir distinto, se dio cuenta porque no le quedó de otra; no en muchos de los casos y de una manera impuesta, pero se dio cuenta de que en realidad no necesita tanto.

“Hoy hay un cambio que todavía no visualizamos hacia dónde nos va a llevar y que claramente nos va a abrir distintas posibilidades, porque habrán distintos problemas que resolver. Se abren oportunidades. Tengo la esperanza de que también esto haya abierto conciencia y ahora los nuevos proyectos también estén orientados a generar un impacto positivo, no nada más económico”.

Les diría también (a las emprendedoras) que no se esperen a ser perfectas, que eso es algo que tenemos las mujeres, que se lancen y que mejoren en el camino

-¿Durante este cambio qué te gustaría ver o que sería deseable apreciar dentro del ecosistema empresarial? ¿Qué le hace falta al rubro para que haya un piso parejo, tanto para hombres como para mujeres?

-Que todos hagamos nuestra parte de la chamba. Es muy fácil señalar que las empresas no tienen las condiciones o que los hombres han creado este esquema machista laboral en el país y el mundo, pero también hay que señalar a las mujeres. Esto es un trabajo de todos.

“Es trabajo del gobierno, en donde tenga mayor empatía y genere o enfoque recursos adecuadamente. Las empresas, creo que tienen que cambiar su forma de hacer negocios, redireccionar su filosofía, función y decir ‘claro, esto es un win-win, pero no queramos vernos avorazados.

“Por parte de las personas, claramente hay una historia que nos dicta que este formato de trabajo lo hizo el hombre, porque eso es lo que en ese momento se acordó y estamos en este proceso de cambiarlo, porque cuando la mujer quiso trabajar pues no le acomodaba, pero no quiere decir que lo hayan hecho a propósito. Por eso a mí me gusta ver que el cambio tiene que venir de todos los sectores para resolver este problema social. No es un problema sólo de las mujeres, es un problema de la sociedad y por eso todos lo tenemos que resolver.

"Es entender que esto sí es un problema y después que cada quien ponga su granito de arena.

“Las mujeres también queremos igualdad, va, pero igualdad quiere decir entonces que también tenemos responsabilidad sobre las cuentas y también te haces responsable de las decisiones. No nada más quieres lo lindo, sino también asumes lo duro.

“Y los hombres también entender cómo la hemos regado en el pasado para cambiar y estar dispuestos a cambiar la historia para un beneficio de todos”.

-¿Ves ánimo entre estos tres actores, gobierno, empresas y personas, para lograr este cambio?

-Estamos en una fase de inicio en donde apenas estamos gritando, literal, gritando nuestras necesidades.

"Necesita haber una siguiente fase en donde hablemos, dialoguemos, reflexionemos y creemos algo juntos para después tomar acción.

“Creo que todo es un proceso. Cuando empecé Victoria147, hace ocho años, no se hablaba del tema de mujeres. Venía de Endeavor y había tres mujeres de 100 en nuestro portafolio.

Foto: Cortesía Voctoria147

"No era un tema, no había movimientos, marchas u organizaciones.

“Cuando lancé Victoria147 era porque realmente no había alguien hablando de este tema. Son ocho años en donde el mundo ha cambiado; ahora es un tema que se desayuna, come y cena.

“Es entender que estamos en un proceso que hoy creo justamente se está democratizando la opinión. Todos están un poco poniendo sobre la mesa lo que esperarían o lo que quieren, es un poco un momento revolucionario para después tomar acciones y articular a todos estos involucrados, porque creo que ahorita cada quien está teniendo todos sus iniciativas y no estamos actuando en conjunto".

-¿Y cómo ha sido desde Victoria147 impulsar todos estos cambios? ¿Actualmente qué están haciendo para empujar todo este apoyo hacia empresarias?

-Se fomentan los dos pilares que tenemos en Victoria147 para el éxito de las emprendedoras, que son capacitación y conexión. Creemos que cualquier emprendedor que tenga el conocimiento, en el momento que lo requiera, y que esté conectado para poder hacer alianzas, aprender, eficientar sus acciones, crece las probabilidades de éxito. Ejemplo de ello es Victoria Fest, un espacio para el diálogo y que abre las oportunidades a cualquier persona, un evento anual que ahora será su primera edición digital. Lo hacemos en la semana en donde se festeja el Día de la Emprendedora, que es el 18 de noviembre.

“Creemos que es una fecha en donde se abre el espacio a reflexión, a entender que todavía nos falta mucho por caminar, a honrar a aquellas mujeres que nos abrieron la puerta".

-Dices que nos hace falta mucho por caminar, ¿qué consejos les das a esas empresarias que en este momento están temerosas o dudosas de sacar un proyecto?

-Yo les diría que entiendan bien con qué cuentan y hacia dónde quieren ir. De pronto como que no nos conocemos tanto y no vemos el valor que podemos generar; a partir de un autoanálisis puedes saber en dónde puedes aportar valor y cómo eso se puede convertir en negocio.

“Que entiendan bien cuáles son estos problemas nuevos que surgen para poderles dar una solución y justamente te digo, va a haber mucha innovación porque se están abriendo nuevas oportunidades.

“Les diría también que no se esperen a ser perfectas, que eso es algo que tenemos las mujeres, que se lancen y que mejoren en el camino. Y yo les diría también que un día a la vez, porque creo que esta resiliencia se construye y se preserva justamente no viendo sólo a largo plazo, sino también en las pequeñas victorias que vas teniendo cada día".

Muchas veces nuestro cerebro está programado así: cuando está muy fácil, ya se pone en modo lluvia y cuando se pone la cosa difícil para sobrevivir, se activa

-¿Hay que seguir practicando impulsos como los que tuviste de niña para que a futuro la gente pueda crecer y desarrollarse profesionalmente?

-Personalmente creo que hay que empezar a sentirnos cómodos en lo incómodo. De pronto como que salir de la zona de confort es lo que te lleva a puntos de inflexión, ¿sabes?

"Estos retos y problemas son lo que le ponen un poco de picante al asunto.

“Pero sobre todo es lo que te orilla a dar ese extra, a dar ese esfuerzo adicional, a ser más creativo porque las cosas se pusieron más complicadas. Cuando hice mi examen para entender en qué era buena me dijeron ‘está muy curioso tu examen, porque de pronto empiezas a resolver bien, de pronto fallas en tema de lógica o matemáticas, y cuando se pone más complicado vuelves a acertar’.

“Muchas veces nuestro cerebro está programado así: cuando está muy fácil, ya se pone en modo lluvia y cuando se pone la cosa difícil para sobrevivir, se activa. Entonces, hay que ver con perspectiva esas situaciones y creo que van a sacar lo mejor de nosotros".

Como empresaria, Ana Victoria García Álvarez sobrevivió a la pandemia del coronavirus a través de negociaciones y diversas pláticas con proveedores o altos ejecutivos de compañías, ya que el tema económico fue una constante presión en los últimos meses.

Para lograr la estabilidad en medio de un ambiente complicado, también tuvo que considerar aspectos como terminar o no la contratación de nuevo personal, seguir pagando la renta de algún lugar, incluso con la incertidumbre de saber cuándo volver a ocupar una oficina para desarrollar sus actividades como lo hacía antes de la pandemia.

Todo esto también lo puso en práctica en Victoria147, donde se dio cuenta de que el emprendedor no nada más buscaba capacitarse en términos de negocio, sino que ya le era muy importante contenerse y poder crecer o sostenerse personalmente.

Un día a la vez, paso a paso y de la mano con sus empresarias, Ana Victoria vivió la contingencia sanitaria adaptándose a los cambios: dejar el gimnasio por una bicicleta en casa; las conferencias presenciales por una charla frente al computador, pero siempre recordando que todo nació gracias al dibujo de un perro y las enseñanzas de su madre.

“Trataba de encontrar esos momentos que, si los escalas, son los que tenemos que encontrar los emprendedores de ‘cómo agregar valor para que alguien quiera pagar por lo que les voy a hacer’. Yo creo que eso fue lo que me forjó”.




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Ahora con la pandemia del coronavirus, la fundadora y directora general de Victoria147, una academia de negocios para empresarias, se dio cuenta que aún hay gente que se resiste a cambiar, y es invadida por la incertidumbre ante un nuevo reto, sin importar su tamaño.

Ana Victoria tuvo que migrar hacia un mundo digital de la mano con su grupo de emprendedoras, quienes tenían miedo de los cambios que trajo la contingencia sanitaria, como trabajar a distancia o convivir en espacios seguros.

Sin embargo, para ella, la crisis de Covid-19 también representó un parteaguas en los modelos del hogar y la manera en que las mujeres pueden triunfar, sin descuidar, por ejemplo, estar con los hijos, atender clases, entre otros aspectos.

“Todos estamos en casa, con mayores responsabilidades, porque ahora también está a tu cargo la educación o la supervisión de los hijos.

"La limpieza, el hacerte de comer, cosas que tal vez no hacías antes o alguien más se encargaba de ellas. De pronto ahora crecieron nuestras responsabilidades y creo que hay un rompimiento que puede ser traducido hacia algo mejor.

“Digo rompimiento porque creo que ahorita, al hacerse evidentes todas estas areas, puede haber también la posibilidad de que ambos tomen y se repartan mejor esas tareas. La apertura de las empresas también puede abrir puertas a esa flexibilidad que necesitan hombre y mujer para llevar su vida personal”, señala en entrevista con El Sol de México.

-¿Esta pandemia es un parteaguas para que haya más oportunidades y se abran horizontes en el corto plazo?

-Van a haber distintas oportunidades. Sí, claramente es un parteaguas y es una reestructura. Creo que la gente está aprendiendo a consumir distinto, se dio cuenta porque no le quedó de otra; no en muchos de los casos y de una manera impuesta, pero se dio cuenta de que en realidad no necesita tanto.

“Hoy hay un cambio que todavía no visualizamos hacia dónde nos va a llevar y que claramente nos va a abrir distintas posibilidades, porque habrán distintos problemas que resolver. Se abren oportunidades. Tengo la esperanza de que también esto haya abierto conciencia y ahora los nuevos proyectos también estén orientados a generar un impacto positivo, no nada más económico”.

Les diría también (a las emprendedoras) que no se esperen a ser perfectas, que eso es algo que tenemos las mujeres, que se lancen y que mejoren en el camino

-¿Durante este cambio qué te gustaría ver o que sería deseable apreciar dentro del ecosistema empresarial? ¿Qué le hace falta al rubro para que haya un piso parejo, tanto para hombres como para mujeres?

-Que todos hagamos nuestra parte de la chamba. Es muy fácil señalar que las empresas no tienen las condiciones o que los hombres han creado este esquema machista laboral en el país y el mundo, pero también hay que señalar a las mujeres. Esto es un trabajo de todos.

“Es trabajo del gobierno, en donde tenga mayor empatía y genere o enfoque recursos adecuadamente. Las empresas, creo que tienen que cambiar su forma de hacer negocios, redireccionar su filosofía, función y decir ‘claro, esto es un win-win, pero no queramos vernos avorazados.

“Por parte de las personas, claramente hay una historia que nos dicta que este formato de trabajo lo hizo el hombre, porque eso es lo que en ese momento se acordó y estamos en este proceso de cambiarlo, porque cuando la mujer quiso trabajar pues no le acomodaba, pero no quiere decir que lo hayan hecho a propósito. Por eso a mí me gusta ver que el cambio tiene que venir de todos los sectores para resolver este problema social. No es un problema sólo de las mujeres, es un problema de la sociedad y por eso todos lo tenemos que resolver.

"Es entender que esto sí es un problema y después que cada quien ponga su granito de arena.

“Las mujeres también queremos igualdad, va, pero igualdad quiere decir entonces que también tenemos responsabilidad sobre las cuentas y también te haces responsable de las decisiones. No nada más quieres lo lindo, sino también asumes lo duro.

“Y los hombres también entender cómo la hemos regado en el pasado para cambiar y estar dispuestos a cambiar la historia para un beneficio de todos”.

-¿Ves ánimo entre estos tres actores, gobierno, empresas y personas, para lograr este cambio?

-Estamos en una fase de inicio en donde apenas estamos gritando, literal, gritando nuestras necesidades.

"Necesita haber una siguiente fase en donde hablemos, dialoguemos, reflexionemos y creemos algo juntos para después tomar acción.

“Creo que todo es un proceso. Cuando empecé Victoria147, hace ocho años, no se hablaba del tema de mujeres. Venía de Endeavor y había tres mujeres de 100 en nuestro portafolio.

Foto: Cortesía Voctoria147

"No era un tema, no había movimientos, marchas u organizaciones.

“Cuando lancé Victoria147 era porque realmente no había alguien hablando de este tema. Son ocho años en donde el mundo ha cambiado; ahora es un tema que se desayuna, come y cena.

“Es entender que estamos en un proceso que hoy creo justamente se está democratizando la opinión. Todos están un poco poniendo sobre la mesa lo que esperarían o lo que quieren, es un poco un momento revolucionario para después tomar acciones y articular a todos estos involucrados, porque creo que ahorita cada quien está teniendo todos sus iniciativas y no estamos actuando en conjunto".

-¿Y cómo ha sido desde Victoria147 impulsar todos estos cambios? ¿Actualmente qué están haciendo para empujar todo este apoyo hacia empresarias?

-Se fomentan los dos pilares que tenemos en Victoria147 para el éxito de las emprendedoras, que son capacitación y conexión. Creemos que cualquier emprendedor que tenga el conocimiento, en el momento que lo requiera, y que esté conectado para poder hacer alianzas, aprender, eficientar sus acciones, crece las probabilidades de éxito. Ejemplo de ello es Victoria Fest, un espacio para el diálogo y que abre las oportunidades a cualquier persona, un evento anual que ahora será su primera edición digital. Lo hacemos en la semana en donde se festeja el Día de la Emprendedora, que es el 18 de noviembre.

“Creemos que es una fecha en donde se abre el espacio a reflexión, a entender que todavía nos falta mucho por caminar, a honrar a aquellas mujeres que nos abrieron la puerta".

-Dices que nos hace falta mucho por caminar, ¿qué consejos les das a esas empresarias que en este momento están temerosas o dudosas de sacar un proyecto?

-Yo les diría que entiendan bien con qué cuentan y hacia dónde quieren ir. De pronto como que no nos conocemos tanto y no vemos el valor que podemos generar; a partir de un autoanálisis puedes saber en dónde puedes aportar valor y cómo eso se puede convertir en negocio.

“Que entiendan bien cuáles son estos problemas nuevos que surgen para poderles dar una solución y justamente te digo, va a haber mucha innovación porque se están abriendo nuevas oportunidades.

“Les diría también que no se esperen a ser perfectas, que eso es algo que tenemos las mujeres, que se lancen y que mejoren en el camino. Y yo les diría también que un día a la vez, porque creo que esta resiliencia se construye y se preserva justamente no viendo sólo a largo plazo, sino también en las pequeñas victorias que vas teniendo cada día".

Muchas veces nuestro cerebro está programado así: cuando está muy fácil, ya se pone en modo lluvia y cuando se pone la cosa difícil para sobrevivir, se activa

-¿Hay que seguir practicando impulsos como los que tuviste de niña para que a futuro la gente pueda crecer y desarrollarse profesionalmente?

-Personalmente creo que hay que empezar a sentirnos cómodos en lo incómodo. De pronto como que salir de la zona de confort es lo que te lleva a puntos de inflexión, ¿sabes?

"Estos retos y problemas son lo que le ponen un poco de picante al asunto.

“Pero sobre todo es lo que te orilla a dar ese extra, a dar ese esfuerzo adicional, a ser más creativo porque las cosas se pusieron más complicadas. Cuando hice mi examen para entender en qué era buena me dijeron ‘está muy curioso tu examen, porque de pronto empiezas a resolver bien, de pronto fallas en tema de lógica o matemáticas, y cuando se pone más complicado vuelves a acertar’.

“Muchas veces nuestro cerebro está programado así: cuando está muy fácil, ya se pone en modo lluvia y cuando se pone la cosa difícil para sobrevivir, se activa. Entonces, hay que ver con perspectiva esas situaciones y creo que van a sacar lo mejor de nosotros".

Como empresaria, Ana Victoria García Álvarez sobrevivió a la pandemia del coronavirus a través de negociaciones y diversas pláticas con proveedores o altos ejecutivos de compañías, ya que el tema económico fue una constante presión en los últimos meses.

Para lograr la estabilidad en medio de un ambiente complicado, también tuvo que considerar aspectos como terminar o no la contratación de nuevo personal, seguir pagando la renta de algún lugar, incluso con la incertidumbre de saber cuándo volver a ocupar una oficina para desarrollar sus actividades como lo hacía antes de la pandemia.

Todo esto también lo puso en práctica en Victoria147, donde se dio cuenta de que el emprendedor no nada más buscaba capacitarse en términos de negocio, sino que ya le era muy importante contenerse y poder crecer o sostenerse personalmente.

Un día a la vez, paso a paso y de la mano con sus empresarias, Ana Victoria vivió la contingencia sanitaria adaptándose a los cambios: dejar el gimnasio por una bicicleta en casa; las conferencias presenciales por una charla frente al computador, pero siempre recordando que todo nació gracias al dibujo de un perro y las enseñanzas de su madre.

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