Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- Ante la llegada de la temporada de estiaje, el precio de la tortilla llegó hasta los 30 pesos en la región de Tierra Caliente y la costa del estado de Michoacán debido a un acaparamiento del maíz por parte de terceros intermediarios entre los agricultores y los industriales de la tortilla.
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En entrevista con El Sol de Morelia, el líder de la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla en Michoacán, José Roberto Sánchez Contreras, explicó que a finales del año 2021 grandes empresarios comenzaron con la compra de toneladas de la semilla para ser guardada en bodegas en la zona del bajío del estado, y luego poder venderlas a sobre costos en la temporada donde no hay producción.
Señaló que entre los meses de noviembre y diciembre de 2021, cuando se dio el tiempo de las cosechas, el precio por tonelada ascendía a los cinco mil 500 pesos, mientras que ahora los dueños del maíz venden una tonelada de la semilla hasta en ocho mil pesos, un 45 por ciento de aumento en los costos en un periodo de tres meses.
“El tema aquí no es que no haya maíz, es el incremento en los acaparadores, es algo que nunca habíamos visto, al menos no ha esta magnitud, lo que pasa es que todo lo que hay en existencia lo tiene en sus bodegas, y nosotros a la expensa de cuanto nos quieran cobrar”, manifestó.
A la par del aumento en los precios del maíz, el industrial agregó que el incremento en el costo del gas LP también fue un fuerte golpe a la economía de las tortillerías en el estado, pues resaltó que este insumo básico para la realización de la tortilla incrementó por un 25 por ciento desde enero de 2022, pasando de 21.68 a 26.15 pesos el litro, entre los meses de enero a marzo del presente año, acorde a la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Reconoció que el costo del kilogramo de tortilla no es lineal en las diferentes regiones del estado, debido a la cercanía que tienen algunos municipios para obtener la semilla de maíz de bodegas cercanas a su localidad, mientras que, para la zona de Tierra Caliente, los industriales deben pagar el costo del traslado del insumo y la gasolina, un promedio de 400 pesos más por tonelada que se adquiere.
“Las zonas con mayor arrastre, con más lejanía de las bodegas que se encuentra en el bajío del estado, gastan más en lo mínimo y de ahí que comiencen los incrementos a los costos, pero si no se aumenta el precio no se le gana nada”, apuntó.
En este sentido, Sánchez Contreras previó que en próximas fechas tortillerías en las diferentes regiones de la localidad comiencen a modificar sus costos para poder ajustarse al aumento de los precios de su materia prima, pese a que insistió que los incrementos en los costos no son parejos en todo el estado, acotó que podrían darse por el orden de uno hasta tres pesos.
Actualmente el precio de la tortilla oscila entre los 18 y los 22 pesos, en la región Morelia y el centro del estado, dependerá de cada industrial y de la cantidad de alimento que vende al público, las tortillerías que menos ventas tienen son las que más incrementan el precio para absorber los costos de gas, energía eléctrica, agua y semillas.
Precisó que para que una tortillería genere ganancias se deben de vender alrededor de 250 kilos diarios, el estándar de venta en las más de tres mil 500 tortillerías adheridas a la asociación, de lo contrario comienza la pérdida de utilidades y con ello de posibles empleos.
Aseguró que en los últimos años el negocio se ha convertido más bien en una fuente de empleo familiar, en donde tres o cuatro miembros del núcleo familiar son quienes laboran los negocios, pues con el aumento del precio de los insumos comenzó a ser imposible pagar a más empleados.
Sin posibles soluciones al aumento de los costos
El presidente de la Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla en Michoacán enfatizó que desde que el gobierno del estado se deshizo de los silos que administraba Almacenes, Servicios y Transportes Extraordinarios a Comunidades Agropecuarias (ASTECA), el año pasado, los productores no cuentan almacenes propios para guardar sus cosechas y terminan por malbaratar sus productos para que no se les queden.
Como consecuencia el acaparamiento del maíz por parte de terceros, y pese a que, aseguró, se han presentado las denuncias correspondientes a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), acusó que la autoridad ha hecho caso omiso a los sobre costos con los que venden el producto los empresarios.
Subrayó que mientras el gobierno del estado no intervenga con la renta o puesta a disposición de espacios para que campesinos puedan administrar sus cultivos, el alza de los precios será una constante en la entidad.
