La segunda temporada de Luis Miguel La serie mostrará de manera más íntima la relación que el cantante tuvo con su manager Hugo López. César Bordón, quien interpreta al representante, dijo a El Sol de México que los nuevos episodios darán idea del vínculo profesional y personal que ambos tuvieron a lo largo de sus vidas.
“Una de las cosas que se veía es que Luis Miguel era como una máquina de facturar más allá de un artista. Pero con Hugo accede a ser un artista con proyección. Así que nos adentramos un poco en eso y esa vinculación que es lo que me compete en esta temporada”.
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Los ocho episodios de la serie, que saldrán cada domingo a partir de hoy a las 19:00 horas por Netflix, narrarán la vida de Luis Miguel en dos líneas de tiempo. La primera inicia en 1992, tras la pérdida de su padre Luisito Rey, y la segunda en 2005 antes de iniciar las grabaciones de su disco de villancicos Navidades.+
“Y en la primera de ellas vive Hugo López. Así que me dedico a encarnar la vida de Hugo y la influencia y el vínculo que tiene con Luis Miguel. Dentro de esa relación, nos metemos más en una de confianza, de buena fe y fraternal. Eso nos ocupa para dejar la otra línea de tiempo y mostrar esa diferencia entre una persona que te quiere y quiere lo mejor de ti”.
El actor argentino destacó que en este tiempo, Luis Miguel enfrentó pérdidas personales que le impactaron personal y profesionalmente. Y la manera en la que Hugo López le ayudó fue estando a su lado, mostrándole cariño pues hubo respuestas que nunca encontró.
“Con respecto a la muerte la angustia es doble, no sólo por la muerte de su padre en sí, que es como un afecto un tanto extinguido, sino porque Luisito Rey oculta un secreto que nunca reveló”.
Debido al nivel de fama y exposición que tiene Luis Miguel en la vida real, se mantuvo el cuidado sobre los temas que se tratan para no abordar la historia desde la mitificación sobre el artista, contó César Bordón.
“Hemos tomado algunas de esas realidades y las hemos volcado en la serie en dos o tres episodios que de alguna manera muestran un personaje un tanto más determinado, más avanzado en sus propios deseos y personalidad si se quiere.
Nos avocamos a eso porque estamos centrados en lo que la ficción no demanda, lo que el imaginario popular cree de ese ídolo, al que respeto, pero que no nos compete”.
César Bordón dijo que hubo un momento donde se sintió “desesperanzado de que posiblemente no se hubiese hecho” esta segunda temporada, dado que pasaron tres años desde el estreno de la primera entrega.
“Pero volví con infinita alegría porque es un equipo que nos queremos mucho. Hemos trabajado con mucha camaradería, mucho cariño. Hemos incorporado a jóvenes talentos y estamos alegres de poder hacerlo”.
Además estaba el reto de realizar una segunda temporada que llene las expectativas del público, dado que la primera generó un fenómeno mediático y de espectadores que cada semana comentaban los capítulos de la serie y que aumentaron 194% el número de escuchas de Luis Miguel tan sólo en Spotify.
“Estaba el compromiso de estar a la altura de las circunstancias dado que al ser un producto consagrado, el público espera muchas cosas y hay que tener muy en cuenta eso. Lo iremos logrando”, concluyó.