En mayo de 2013 llegó a la pantalla la serie Sr. Ávila, que narraba la historia de un vendedor de seguros que llevaba una doble vida como asesino a sueldo. La buena aceptación que tuvo entre el público le valió un Premio Emmy Internacional como Mejor Programa de Habla No Inglesa en 2017.
A través de este proyecto, el actor Tony Dalton obtuvo gran reconocimiento a nivel internacional, lo que años más tarde le valió la oportunidad de incursionar en la franquicia Breaking bad con el papel de Lalo Salamanca en el spin-off, Better call Saul. Su personaje apareció por primera vez en la cuarta temporada, y gracias al buen recibimiento de los fans se convirtió en uno de los personajes clave de la historia.
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Para el actor ha sido muy enriquecedor participar en una producción tan aclamada, y se siente satisfecho por haber compartido la pantalla con un elenco tan talentoso (encabezado por Bob Odenkirk en el papel de Saul, Rhea Seehorn como Kim Wexler y Giancarlo Esposito como Gustavo Fring), con quienes ha forjado una excelente relación, incluso fuera de la pantalla.
“El equipo que hay y los actores son unos tipazos, me llevo muy bien con todos, especialmente con Jonathan Banks (que encarna a Mike Ehrmantraut). De vez en cuando vamos a caminar a las montañas de Albuquerque o a cenar, ha sido una buena experiencia. Bob no pasa tanto tiempo con nosotros porque es el que tiene más trabajo, pero me ha recibido con los brazos abiertos”.
Aunque las producciones están bajo distintas medidas sanitarias, considera que es algo a lo que todo el equipo se puede adaptar fácilmente, y anhela regresar al set. “Si retomaran hoy mismo regresaría inmediatamente. Tengo varios amigos que están trabajando, y los monitorean todo el tiempo, pero no me parece tan grave. Únicamente se trata de tomar las precauciones necesarias y cuidarnos en todo momento”.
CUARENTENA LO RECONCILIA CON EL CINE
Antes del confinamiento, Dalton apoyaba el hecho de que los cineastas compartieran su trabajo en plataformas de streaming, ya que opina que la industria se debe adaptar a las nuevas formas de consumir contenido. Pero la llegada de la cuarentena lo hizo extrañar la experiencia de ir a las salas a ver una película, por lo que ahora tiene otra perspectiva sobre esta situación.
“Siempre había sido de la idea que tarde o temprano todas las películas iban a terminar viéndose en las casas, se me hacía cada vez más obsoleta la idea de ir al cine. Hoy siento todo lo contrario, creo que a la gente realmente les gusta ir a una sala y convivir al estar sentados juntos frente a la pantalla. Esta situación nos dio una perspectiva diferente de las cosas”, comentó.
Actualmente, el actor se prepara para la presentación de la película Amalgama, que se llevará a cabo en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia este mes. En esta cinta estuvo bajo la dirección de Carlos Cuarón, y compartió créditos con Miguel Rodarte, Stephanie Cayo, y Manolo Cardona.
Aunque considera importante que la industria del entretenimiento continúe su camino en medio de la emergencia sanitaria, pidió al público y a sus colegas no distraerse demasiado con estas cuestiones, ya que la crisis genera problemas sociales mucho más graves.
“No tenemos mucho que decir más allá de estar agradecidos, porque mucha gente se quedó sin trabajo y no tienen forma de recobrar sus familias. Creo que el hecho de que una cinta se vea en la televisión o en el cine debería ser el mínimo de los problemas que hay en el mundo”, finalizó.