El mensaje de Los monólogos de la vagina ha llegado a cientos de personas en distintos países desde hace más de 20 años. En su estreno en México, estuvo acompañada de controversia y hasta intentos de censura, pero sobre todo, de júbilo. Por primera vez, en un escenario teatral, no sólo se hablaba de las vaginas, ellas mismas tomaron la palabra.

El texto, original de EveEnsler, hoy conocida como V (un nombre significativo, pues el movimiento derivado de la obra tiene su mayor presencia en el Día V, que se celebra el 14 de febrero, con jornadas de activismo), es el resultado de las cerca de 200 entrevistas que la autora estadounidense realizó con mujeres de distintas partes del mundo preguntándoles qué diría su vagina si hablara.

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“En ese momento era una obra muy dura, muy contestataria. La situación ha cambiado, aunque no quiere decir que la cosas estén resueltas, que todos los conflictos con respecto al género y sobre todo las mujeres, no existan, pero sí creo que estamos más conscientes”, dice en entrevista Pilar Boliver, quien forma parte del elenco desde su estreno, el 19 de octubre del 2000.

Los monólogos de la vagina celebrará ocho mil representaciones en una función especial en el Nuevo Teatro Libanés este jueves a las 20:00 horas, con 12 de las 140 mujeres que han participado en la obra, entre ellas Ana Karina Guevara, Beatriz Martínez, Kika Edgar, Gloria Aura y Pilar Boliver. La placa alusiva será develada por la escritora Elena Poniatowska, la actriz Blanca Guerra y la medalista olímpica María del Rosario Espinoza.

“La obra ha hecho un trabajo enorme, si bien ya no por la concientización, porque es un tema que está en todos lados, sí por la sensibilización. Al principio, era ver la cara de los hombres descomponerse, sacarse de onda, era muy impresionante ver a las mujeres con cara de esperanza porque lo que estaban oyendo les hacía sentido, y los hombres se sentían muy incómodos”, recuerda Pilar Boliver.

Actrices, comunicadoras y mujeres de la política han participado a lo largo de estos años en el montaje que inició en la Sala Chopin, con tal éxito que daba funciones todos los días. “Y el fenómeno sigue, qué felicidad por la obra y qué desgracia porque este tema tendría que existir desde otro lugar”, apunta la actriz acerca de la obra, en la que tres mujeres, una joven, una de mediana edad y una madura, leen los testimonios recogidos por EveEnsler a finales de los años 90, en los que hablan desde asuntos terribles como la ablación, hasta el pudor de llamar por su nombre a la vagina, o el placer concentrado entre sus piernas que se manifiesta en una sinfonía de gemidos.

UN CAMBIO DE ACTITUD

Actualmente, señala Kika Edgar quien se integró a la compañía en mayo pasado, “la gente lo recibe de una manera tan bonita, tenemos la oportunidad de llevarlo a nuevas generaciones, eso habla maravillas de Los monólogos de la vagina porque es totalmente atemporal. Y habla de las realidades de las mujeres”.

La actriz y cantante considera que “ya no hay tanto tabú, creo que hemos evolucionado, los jóvenes por el nivel de información, tienen más apertura de todos los temas, pero también los padres tenemos que estar pendientes de ellos para que la información no sea equivocada tenemos que ir cambiando, tener esa apertura”.

Destaca cómo la obra crea conciencia, “de una forma sutil en unos casos y muy dura en otros, marca un antes y un después en lo que somos las mujeres y en lo que estamos buscando, lo que hemos sufrido a través del tiempo, lo que nos ha engrandecido también, sí piensas en la equidad de género, en los derechos, la injusticia, el mensaje es contundente y nos hace recapacitar”.

Gloria Aura forma parte del elenco hace más de 10 años y recuerda que para ella misma era difícil abordar la obra. “Fue un reto del tamaño del mundo, en ese entonces, no había ese despertar de conciencia femenino donde ya estamos cada vez más cómodas hablando de nuestras vaginas. Siempre se me hizo un texto muy poderoso, pero ahora que lo retomé, realmente ha hecho un click muy profundo en mí, ha aterrizado en mi alma como nunca”.

Ella fue de las actrices que se incorporó a la nueva temporada de la obra en febrero pasado, y parte de su nueva lectura del texto, explica, “es entender que somos actrices que estamos dando voz a mujeres que contaron su historia, su relación con sus vaginas, me encanta transmitir la valentía de estas mujeres que hace más de 20 años se atrevieron a decir cómo es que llegaron a conectar con su propia intimidad y a conocerse tan profundamente”.

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Para Gloria Aura, la obra tiene relevancia “para otras mujeres que nunca nos hemos sentado a reflexionar cuál es nuestra relación con nuestras vaginas, ¿las amamos, es un lugar feliz, de dolor, de placer, es un lugar íntimo, solitario?, esta es una manera reflexiva y muy simpática de pensarlo, no pretende adoctrinar, sólo compartir las entrevistas de estas mujeres, y te llevas lo que necesitas escuchar en ese momento, si necesitar reírte, vas a reír, si necesitas llorar, vas a llorar, si necesitas reflexionar, conectar con tu hija, con tu madre, de verdad es una obra que te da lo que necesitas; los hombres que va a verla, también se van pensando, la posibilidad de conectar desde lo más íntimo con su pareja, con su hija, preguntarse cómo se relacionan ellas con su vagina, es muy importante en una sociedad que evoluciona”, finaliza.

La donación de productos sanitarios a un penal femenino en Morelos, un certamen de escritura de monólogos y una funciónen homenaje póstumo a Adriana Roel, Anabel Ochoa, Carmen Montejo, Cecilia Romo, Chela Castro, Irma Lozano, Lilia Aragón, Ofelia Guilmain, Pilar Pellicer, y Rosa AngelaBalbó, quienes formaron parte del elenco, completan la celebración de más de 20 años en cartelera de Los monólogos de la vagina.

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