El predio irregular conocido como Ciudad Jardín, el cual fue ocupado por paracaidistas desde 2012, poco antes de la llegada de Wilfrido Lázaro Medina como presidente municipal de Morelia, se ha caracterizado por ser una colonia de riesgo, ya que al menos desde su establecimiento en los predios en la zona poniente de la ciudad, ha tenido cinco siniestros.
La colonia cuenta con un alumbrado deficiente y las múltiples casas están hechas de materiales perecederos, como cartón, madera y lámina, pero el riesgo principal es que una parte de la colonia está instalada sobre de un gasoducto.
Aunque la construcción de casas de estos materiales implica un riesgo constante para los habitantes de este predio irregular, continúan viviendo de esa manera sin que el gobierno municipal los apoye. Y es que aparte de sufrir más las inclemencias del clima, como el frío o las fuertes lluvias, uno de los peligros latentes para los ocupantes de Ciudad Jardín son los incendios de sus hogares.
En Morelia hay alrededor de 237 colonias irregulares, las cuales tienen esta condición porque los terrenos ocupados son propiedad del estado o de la Federación, o de particulares, como es el caso de los ejidos, y algunos lugares entran en la categoría de riesgo, ya que al menos cinco colonias están instaladas arriba de gasoductos.
El incendio del pasado miércoles en Ciudad Jardín, donde al menos ocho fueron siniestradas por el incendio ocurrido, no ha sido el primero y probablemente no será el último, debido a los materiales con las que estaban construidas (cartón, madera y lámina) que ocasionan que un conato de incendio se vuelva una catástrofe, ya que se consumen rápidamente y en su totalidad.
Se tiene registro de varios incendios durante la ocupación de los habitantes en este predio, el primero durante la administración municipal de Wilfrido Lázaro Medina, el 22 de diciembre de 2014, cuando al menos siete casas fueron consumidas en Ciudad Jardín, en la calle Donato Guerra, donde al igual que en el incendio de esta semana, sólo hubo pérdidas materiales.
Un segundo incendio aconteció el 2 de abril de 2017, y el saldo de éste fue de tres viviendas totalmente consumidas por el fuego; en este siniestro un menor de edad resultó con quemaduras, el cual fue atendido por paramédicos. Sin embargo, el hecho se volvería a repetir a finales del mismo mes, con una conflagración que sería contralada a tiempo por el cuerpo de voluntarios, y donde sí hubo varios lesionados.
De manera reciente, se registró otro incendio más durante la noche del mes de marzo pasado, donde fueron consumidas por el fuego dos casa, construidas con los materiales ya antes mencionados, donde por fortuna no hubo lesionados.
Este último caso fue distinto a los demás, debido a que dañó cables de luz, instalación reciente que realizó el expresidente municipal independiente, Alfonso Martínez Alcázar, quien estableció un convenio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para dar este servicio al predio, en las calles de Indaparapeo y Pamatácuaro.
REUBICACIÓN, ¿AMENAZA O PROTECCIÓN?
En la presente administración municipal de Raúl Morón Orozco, se solicitó a la Secretaría del Bienestar y Política Social la regularización de colonias para que el Ayuntamiento les brinde todos los servicios a los pobladores; sin embargo, el edil dijo que no puede hacer nada por aquellos predios que son propiedad estatal o federal.
Por otro lado, se anunció con antelación la posibilidad de reubicar a las familias y pobladores de dichos predios, propiedad del estado o de la Federación, la cual se daría este mes de agosto y se trata de un aproximado de 300 familias, las cuales serían reubicadas en 300 lotes, otorgados a partir de créditos, y la primera acción se llevó a cabo en Caja Grande, el pasado 8 de agosto.
Sin embargo, no todas las familias se asentaron en los predios de forma “irregular”, sino que muchas de éstas fueron defraudadas por funcionarios que venden escrituras falsas a los ciudadanos con la esperanza de tener un patrimonio.
