Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Después de que durante los primeros meses del año el precio del aguacate llegó a cotizarse hasta los 120 pesos por kilogramo, actualmente su costo ronda los 30 pesos, situación que ha alarmado y alertado a los productores del fruto, sobre todo a los de Michoacán, quienes ahora buscan la denominación de origen como forma de frenar las afectaciones.
Aunque conscientes de que el precio se regularía y disminuirá dada la producción que se preveía para la presente anualidad, la estrepitosa caída del costo originó manifestaciones de los mismos para exigir garantías
Te puede interesar: Por primera vez, llega a Catar exportación de aguacate michoacano
El pasado 7 de noviembre, productores de aguacate michoacanos se trasladaron a la capital del país para solicitar la intervención del gobierno federal en la comercialización del fruto.
José Luis Mata Talavera, productor aguacatero, afirmó que entre las demandas planteadas al ejecutivo federal se encuentra el puntual seguimiento que debe darse a la venta de este producto a fin de que se consiga tener un precio justo tanto para el productor como para el consumidor.
Además, demandaron se otorgue de manera inmediata la denominación de origen para el aguacate michoacano para que sirva como referente de calidad.
Igualmente pidieron el respeto total al mercado local aplicándose medidas que impidan que fruto de otras entidades ingrese a Michoacán.
La crisis y el origen del problema
Durante 25 años, Michoacán se mantuvo como productor hegemónico de este fruto, siendo la única entidad que contaba con los permisos para su exportación a los Estados Unidos, uno de los principales mercados a nivel mundial.
El gusto por el aguacate y sus derivados, como el guacamole de parte de los estadounidenses es manifiesto y queda claro en eventos como el Super Bowl, en donde se consumieron alrededor de 140 mil toneladas de aguacate, teniendo un repunte del 4 por ciento este año
De acuerdo con mediciones de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM) a partir de que el estado obtuvo la certificación para exportar aguacate a los Estados Unidos, en 1997, la demanda del mercado pasó del 20 al 60 por ciento y después aumentó al grado de que actualmente ocho de cada 10 aguacates que se venden en aquel país han sido cosechados en México y más concretamente, en Michoacán.
Aunque ese panorama cambió el pasado mes de julio cuando productores de Jalisco empezaron a exportar su producto al vecino país del norte.
Fueron once camiones con 200 toneladas de aguacates los que salieron del pueblo de Zapotlán El Grande con rumbo a los Estados Unidos, rompiendo con ello el reinado, por llamarlo de alguna forma, de los productores de aguacate michoacanos.
Desde agosto pasado, el director general de la Asociación de Exportadores de Aguacate de Jalisco AC, Armando García Ángulo vaticinó la baja en los costos del fruto y se atrevió a decir que se regresaría al escenario donde el llamado oro verde se vendía a un promedio de entre 30 y 40 pesos, hecho que finalmente en este mes de noviembre se concretó.
Reposicionarse del mercado local
Carlos Gonzalo Aguilar Guillen, productor de aguacate del municipio de San Francisco Periban, mencionó que ante esta crisis es necesario que los agricultores vuelvan a posesionarse del mercado local a través de actividades como ferias en donde se muestre la versatilidad del producto.
“Hay mucho aguacate en lugares como el estado de Jalisco y como el precio se rige por oferta y demanda nosotros (los productores) ya sabíamos que iba a estar barato”, confesó.
Sin embargo, mencionó que es importante que la gente de valor a este producto, pues expresó que el fruto que actualmente se tiene es grande y de buena calidad por lo que no puede abaratarse ya que se dañaría la cadena productiva que va desde el dueño de la huerta hasta los cortadores, los empacadores y los exportadores o intermediarios locales.
Reconoció que, aunque “el aguacate de Jalisco no sabe igual al que se produce en Michoacán”, sus exportaciones sí han “pegado” a los productores michoacanos quienes ahora deberán trabajar por certificaciones y denominaciones de origen.
