En Michoacán, de 2017 a mayo de 2019 la Fiscalía General del Estado (FGE) ha encontrado 35 fosas clandestinas, en las cuales se hallaron 61 restos humanos, donde 53 corresponden a cadáveres, seis fueron osamentas y dos fragmentos de restos óseos.
Según cifras arrojadas por la FGE, en respuesta a la solicitud de información con número de folio 00608019 realizada por El Sol de Morelia, tan solo en los primeros cinco meses de este año se encontraron seis fosas clandestinas en el estado, con ocho cadáveres del sexo masculino hallados y fragmentos óseos no identificados que continúan en estudio.
De estos tres años, 2018 fue el año con mayor número de fosas clandestinas encontradas con 21, en las cuales fueron hallados 35 cadáveres, 30 correspondientes a hombres y cinco a mujeres. En 2017 se encontraron ocho fosas clandestinas con 10 cadáveres, nueve de hombres y uno de mujer, además de tres osamentas.
De los 61 restos humanos hallados de 2017 a mayo de 2019, 47 corresponden a cadáveres del sexo masculino y seis a cadáveres del sexo femenino. Los rangos de edad van de los 20 a los 45 años.
Dentro de los municipios con mayor número de fosas clandestinas encontradas está Epitacio Huerta con siete; Morelia con tres fosas; Tarímbaro, Zacapu, Salvador Escalante, Zitácuaro con dos fosas cada municipio encontradas en este periodo. En Venustiano Carranza se localizaron dos fosas clandestinas en 2019, una en marzo y otra en mayo.
RELACIÓN CON VIOLENCIA
El análisis de datos del estudio “Violencia y terror: Hallazgos sobre fosas clandestinas en México 2006-2017”, destaca que la relación casi es proporcional entre los estados que concentran la mayor cantidad de fosas clandestinas y aquellos que tienen el número más alto de municipios donde aparecieron éstas, como puede confirmarse en Guerrero, Jalisco, Chihuahua, Michoacán y Nuevo León, que figuran entre los que tienen el mayor número de fosas y municipios durante este periodo.
“El hallazgo de fosas clandestinas se concentra especialmente en ciertas regiones y municipios del país. Por un lado, hay estados donde la presencia de éstas es constante, es decir, todos los años o casi todos los años se reportan casos, como se ejemplifica en el caso de Jalisco, Guerrero y Michoacán”.
Los resultados de la investigación muestran que el hallazgo de fosas clandestinas se extiende a lo largo de gran parte del territorio nacional. Sin embargo existen ciertas entidades que mostraron un grado de violencia particularmente alto en ciertos momentos, como Tamaulipas, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Nuevo León; para éstos y otros estados se observan dos patrones de comportamiento: por un lado, la presencia constante de fosas en ciertos municipios y con picos en determinados años; por el otro, la presencia de un alto número de fosas, cuerpos y/o restos exhumados en estados donde hubo violencia significativa en un año específico y la posible combinación de estas variables.
“Lo anterior apunta inevitablemente a que la inhumación clandestina de personas en contextos de violencia por posibles actores estatales y no estatales es una práctica que vuelve a ser recurrente en nuestro país, aunque con una nueva correlación de actores y contextos distintos”, se argumenta en el informe.
En este estudio se evidencia que dicha práctica tiene el objetivo de eliminar los cuerpos de personas previamente desaparecidas, “pero al mismo tiempo y de forma paradójica, dejar visibles las huellas de la violencia ejercida sobre ellas. Lo anterior con dos objetivos de carácter pedagógico: uno es generar terror y con ello lograr control, y el otro hacer alarde de la impunidad con la que se puede actuar en México”.
EVIDENCIAS DE AÑOS ANTERIORES
Entre noviembre de 2006 y hasta mediados de 2017 se han encontrado en México mil 606 fosas clandestinas con dos mil 489 cuerpos; 169 osamentas, 584 fragmentos óseos y tan solo se ha identificado a 434 personas, de acuerdo con información de procuradurías y fiscalías de las entidades del país.
Según el análisis de datos del estudio “Violencia y terror: Hallazgos sobre fosas clandestinas en México 2006-2017”, los cinco estados que siguen con un alto número de cuerpos exhumados entre 2009 y 2014 son Nuevo León, Michoacán de Ocampo, Veracruz de Ignacio de la Llave, Estado de México y Sinaloa. Los cuerpos de personas recuperados en estas entidades representan 22.28% del total registrado.
Michoacán destaca por ser, después de Guerrero, el estado que cuenta con el mayor número de cuerpos exhumados -53 personas en total- en 2014, el último año que abarca el primer reporte del informe. Es decir, 72.60% del total de cuerpos en Michoacán se registraron en 2014. En 2009 se tuvo un registro de cuatro cuerpos, en 2010 no se registró ningún caso, mientras que en 2011 se exhumaron tres cuerpos, en 2012 fueron ocho y en 2013 cinco.
