Feministas, contra eliminación de mural para Marijo

En el muro de la institución educativa se observa un nuevo mensaje: No borrarán nuestras muertes

Zuhey Medina | El Sol de Morelia

  · viernes 19 de febrero de 2021

Foto: Cortesía | Incendiarias

Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Durante la noche del jueves, el colectivo feminista Incendiarias se posicionó contra la eliminación del mural realizado para exigir justicia por el feminicidio de María José Medina Flores, la estudiante de Veterinaria asesinada el pasado 18 de febrero del 2017.

Señalaron en un comunicado que bastó un par de horas para retirar los “paste up” realizados por feministas independientes y que fueron plasmados por la madrugada del 18 de febrero sobre la fachada de una escuela privada que se encuentra frente a Casa de Gobierno, lo cual es una muestra de los “esfuerzos oficiales y sociales por invisibilizar la vulnerabilidad de la que las mujeres en Michoacán somos objeto”.

Las realizadoras de esta intervención dedicaron semanas a diseñar, organizarse, pintar y finalmente colocarlos, de acuerdo a lo informado por esta colectiva. “Hubo un graffiti en esa misma pared, por semanas enteras, que al parecer no causó tanta indignación como un par de pinturas que recordaban a una víctima de feminicidio”.

“El recuerdo, el honor a la memoria de una mujer y la exigencia de justicia pareció ser más grave e insultante que el grafitti simple”, acusaron. Además, también expusieron el fuerte despliegue de granaderos en la manifestación pacífica realizada por la tarde, en donde colocaron mantas, flores, veladoras y cruces rosas para honrar y recordar a Marijo.

Durante la noche, feministas independientes volvieron a intervenir el muro de la escuela esta vez con iconoclasia con mensajes como “No borrarán nuestras muertes”, “Justicia para Marijo” o “Wey no mi pared!! (sic)”.


María José Medina Flores era oriunda de Salvatierra, Guanajuato, tenía 18 años y cursaba el segundo año de Veterinaria en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. El 18 de febrero de 2017, su cuerpo fue encontrado sin vida y con señas de tortura y violencia sexual, en las afueras Morelia. Luego de cuatros años, la FGE sigue sin avanzar en la investigación, por lo que su familia y el movimiento feminista exigen justicia.