Zamora, Michoacán (OEM-Infomez).- Lo que debería ser materia prima para la generación de energía limpia vía bioreactores, biogás, etanol y biofertilizantes, se mantiene como un riesgo señalado por la Procuraduría de Protección Ambiental, que desde 2016 señaló ante el Senado el inadecuado manejo de cerca de 40 mil toneladas de residuos de mango emergentes de las procesadoras de fruta ubicadas en Michoacán, principalmente en Zamora.
En esta región, los tiraderos de cáscara y hueso de mango a cielo abierto y en terrenos particulares son una constante, lo que genera la aparición de la mosca de vinagre y los escurrimientos de ácidos que afectan el ph del agua de manantiales y pozos.
José Sámano Zamora, presidente del Comité Nacional de la Fresa, señaló en entrevista que la baja producción de dicho fruto ha generado que las procesadoras busquen alternativas de otros productos a congelar, comercializar y exportar, como es el caso del mango, durazno y brócoli, entre otros. Ello genera desechos diversos que suelen carecer de un proceso de confinamiento final adecuado.
“Hay un problema con todo el desecho, huesos y tecata del mango, pues no hay cuidado en el municipio y los tiraderos para que hagan fosas o guarden y procesen los desechos para hacerlos composta”, dijo el empresario agroinustrial.
Sumado a las mermas en la fresa por el exceso de lluvias en fechas anteriores, este sector mantiene los riesgos de plaga por mosca de vinagre que emerge del manejo de los desechos de mango y alimentos procesados como el brócoli, desperdicios que no siempre son recibidos en los rellenos sanitarios y terminan en lotes baldíos cercanos a las tierras agrícolas.