No obstante la reticencia, se suspenden celebraciones del “Señor de Araró”

Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, reitera orden a sacerdotes de suspender el culto público y celebrar eucaristía sin presencia de los fieles; no obstante, ante fase 2 del Covid-19 seguirán las puertas abiertas de los templos.

Isidro Ruiz | El Sol de Morelia

  · domingo 29 de marzo de 2020

Foto: Oficina de Prensa del Arzobispado de Morelia


Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- No obstante la reticencia de algunos feligreses que buscan seguir adelante con fiestas patronales de este periodo, en particular las del “Señor de Araró”, poblado que pertenece al municipio de Zinapecuaro, ubicado a 45 kilómetros de la capital de la entidad, la orden es clara y se suspenden todo culto público de la Iglesia Católica, señaló el Arzobispo Carlos Garfias Merlos.

En conferencia de prensa virtual, el líder religioso fue abordado sobre esta problemática suscitada por los moradores de Araró, quienes han subestimado la crisis sanitaria por el Coronavirus Covid-19 y que pretendían continuar su celebración principal que se desarrolla el segundo viernes de cuaresma, en el que miles de personas son atraídas por la venerada imagen.


Ya hablé yo con los sacerdotes de Araró y de Zinapécuaro y el jueves se estuvo hablando con las personas de Zinapécuaro que eran las más reticentes en aceptar que se suspendiera la salida del Señor de Araró y hasta donde yo tengo conocimiento, ya está asegurado por parte de ellos que este año no se tendrá ni la salida ni el ingreso del Señor de Araró y así, cada caso que puedan surgir, vamos a tratarlo y dialogarlo con quien corresponda


Garfias Merlos reiteró la orden a los sacerdotes de suspender el culto público y de celebrar eucaristía sin presencia de los fieles; no obstante, como aún nos encontramos en fase 2 del Covid-19, las puertas de los templos seguirán abiertas, dijo.


Nosotros estamos buscando acatar lo que nos indica la autoridad sanitaria. En este momento, con todas las normas que ya están indicadas y, por ser un lugar cerrado, un templo, podríamos tener hasta 50 personas

Arzobispo Carlos Garfias Merlos