La Patrulla Fronteriza dejó de remitir a los inmigrantes adultos detenidos tras cruzar la frontera sin documentos al Departamento de Justicia para su enjuiciamiento, cuando vienen con sus hijos, confirmó hoy el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, Kevin McAleenan.
McAleenan aseguró que la política de "cero tolerancia" a la inmigración ilegal sigue vigente, pero los casos no pueden ser enjuiciados porque los padres no pueden ser separados de sus hijos, de acuerdo con la orden ejecutiva emitida la semana pasada por el presidente Donald Trump.
Alteré la suspensión temporal de enjuiciamiento para las familias en esa categoría mientras trabajamos en un proceso con el Departamento de Justicia, de modo que podamos mantener la unidad familiar al tiempo que potenciamos los esfuerzos de protección
Kevin McAleenan, comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de EU
Durante una gira por instalaciones de detención de migrantes en el sur de Texas, el funcionario dijo que su decisión se tomó horas después de que el presidente Trump firmara el pasado miércoles una orden ejecutiva para frenar la separación de familias migrantes detenidas tras cruzar la frontera.
Sin embargo, la Casa Blanca destacó este lunes que la decisión de dejar de enjuiciar a los migrantes adultos que llegan acompañados de sus hijos no es permanente, y refleja una falta temporal de capacidad para tratar con estas familias.
"Esta es una solución temporal, esto no va a durar", dijo el lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien destacó que el Congreso debe actuar para permitir que la administración Trump enjuicie a los inmigrantes ilegales sin separar a las familias.
El procurador general de Estados Unidos, Jeff Sessions, reiteró este lunes en Reno, Nevada, que los fiscales federales continuarán enjuiciando a los adultos que crucen la frontera de manera ilegal, pero que deben ser los agentes de la Patrulla Fronteriza los que refieran los casos para ser procesados.
Más de dos mil 300 niños fueron separados de sus padres en la frontera en un período de seis semanas entre abril y mayo pasados.
La separación de niños de sus padres migrantes causó una ola de indignación entre la opinión publica nacional e internacional, que forzó a Trump a revertir la medida. Como resultado, las familias que están detenidas tras haber cruzado la frontera de manera ilegal ahora están sujetas a ser detenidas juntas.