Un factor determinante de la violencia homicida es la disponibilidad de armas de fuego. Lo qué explica en gran medida que México sea el quinto país más violento de Latinoamérica[1], con una tasa de 25.2 homicidios por cada cien mil habitantes. (Insight Crime 2022).
Estimaciones oficiales refieren que entran a México de manera ilegal un promedio de 200 mil armas cada año (la mayoría de Estados Unidos) y según México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) estima que en México circulan en promedio 16.8 millones de armas de fuego en manos de civiles, 12.9 por cada 100 habitantes. Los países con las tasas más altas en el mundo en cuanto armas en manos de civiles son: Estados Unidos, Yemen y Serbia. Los países que menos armas tienen en manos de civiles son Japón, Malawi e Indonesia.
México Unido Contra la Delincuencia recién público una serie de análisis en relación a la amplia e indiscriminada disponibilidad de armas de fuego, señala que el INEGI en 2022 el 67% de los 33, 287 homicidios registrados en México fueron cometidos por disparo de arma de fuego. Además, con los mimos datos del INEGI revelan que, en 2022, un 22% de los delitos con víctimas presentes fueron cometidos por arma de fuego.
Partiendo de la base de que en México no hay un control de armas, así como tampoco existe datos oficiales sobre su disponibilidad y uso de armas; lo que si hay y es un hecho es que cada vez más se cometen delitos haciendo uso de la violencia, con algún tipo de arma de fuego.
De igual forma en Michoacán no se sabe cuantas armas están en posesión de civiles de manera ilegal, cualquiera puede hacerse de un arma, basta buscar en redes sociales, las venden incluyendo las del uso exclusivo del ejercito. Muchas de esas armas que circulan en el mercado negro, son aquellas que algunos policías de las corporaciones policiales no ponen a disposición cuando hay algún decomiso. O aquellas armas que se reportan como extraviadas que en total las corporaciones estatales en México perdieron 11 mil 416 armas entre 2006 y 2020, sin contar la de las fiscalías y procuradurías de justicia estatales. (IBERO, 2023).
En Michoacán se registran niveles de violencia homicida con tasas muy por encima del promedio de los países más violentos del mundo; sólo en 2022 se cometieron 19,691 HD de estos 1,616 fueron con arma de fuego (SESNSP, 2023); es decir poco más del 80%.
La violencia homicida en algunos municipios del estado, está directamente vinculada al acceso a armas de fuego utilizadas para el “sicariato en moto” que es un modus operandi de los grupos del crimen organizado para mantener el control de los territorios, esa práctica delictiva se remonta a los años ochenta en Colombia, durante la época del Cártel de Medellín.
La crisis de violencia letal en nuestro país, en gran medida se explica por que no hay una política integral de control armas de fuego que funcione. Algo que resulta totalmente absurdo, es que menos del 2% de los registros de homicidios en México se identifica el tipo de arma utilizada. Lo que sería uno de los básicos para entender la complejidad del fenómeno de la violencia homicida y tomar decisiones frente a esté gravísimo problema.
Ante la falta de datos confiables prácticamente en todos los indicadores de criminalidad, lo que es una omisión de las autoridades, lejos estamos de transitar por las vías posibles para trazar estrategias sostenibles que le regresen la paz y seguridad a la población.
[1] Según la organización Insightcrime en 2022 Venezuela registró una tasa de 40.4 homicidios por cada cien mil habitantes convirtiéndose en el país más violento de América Latina, seguido por Honduras, (35.8 HD); Colombia, (26.1); Ecuador, (25.9); México (25.2); y Belice, (25).
Especialista en Seguridad Ciudadana con perspectiva de género y tipologías preventivas
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