Recientemente las autoridades estatales en rueda de prensa anunciaron que Michoacán descendió del sexto lugar al octavo en homicidios dolosos en el país. Es sin duda una buena noticia, lo anterior en gran medida gracias a la coordinación que el General Alfredo Reyes desde el comienzo de la administración bedollista mantiene con las instituciones de seguridad federal.
Según la información que se presentó, la violencia homicida se concentra en 20 municipios, con tasas epidémicas, que van desde 303 homicidios dolosos (HD) por cada cien mil habitantes como es el caso del municipio de Morelos (tasa similar a la de la época de Pablo Escobar en Medellín en un contexto de guerra terrorista que sacudió a la Colombia de los años 80) de este grupo de 20 municipios, Coahuayana registra la menor tasa con 42 HD por cada cien mil habs; tasa superior al que hoy por hoy es el país más violento de América Latina, Venezuela con una tasa de 40 HD (por cada cien mil habs) (InSight Crime, 2023).
Sin embargo, la reducción de los homicidios dolosos no significa que haya menos violencia, dado que, entre otras cosas, hay una cifra oculta por la crisis humanitaria que representan las desapariciones forzadas y que muy probablemente fueron privadas de la vida, no se pueden registrar como homicidios; de igual forma no significa que haya mayor seguridad pues apenas se denuncian el 7% de los delitos que se cometen, una mínima cantidad de lo que realmente ocurre, sin embargo, las autoridades dan por sentando que son el universo total. Y no es así, más del 96 % de los delitos no se denuncian.
De igual forma el homicidio doloso representa un tipo de violencia directa sin embargo subyacen una serie de violencias no letales, entre ellas las lesiones dolosas en contra de las mujeres y niñas en donde Michoacán ocupa el cuarto lugar en el país con una tasa de 119.4 muy por encima de la media nacional que es de 70 mujeres por cada 100 mil mujeres. (SESNSP, 2023).
Más aún, la organización Causa en Común y el Observatorio Nacional Ciudadano han evidenciado y denunciado anomalías y posibles manipulaciones en el registro de delitos de alto impacto a la ciudadanía. En el homicidio doloso se han detectado un sub-registro a través de su reclasificación.Según un análisis de Angélica Canjura especialista en seguridad nacional y ciudadanía evidencio como Michoacán junto con Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Nayarit, Tamaulipas y Veracruz entre 2021 y 2022 reportaron una disminución en el número de homicidio dolosos reportados y un incremento en el registro de homicidios culposos. Lo que presume una manipulación de los homicidios dolosos. Estos datos los puede verificar en la pagina oficial del SESNSP.
En México como en Michoacán el sistema de seguridad y justicia no ha podido establecer una política pública de largo aliento, que sea sostenible y sustentable en el tiempo, que fije como a corto, mediano y largo plazo se reducirán los indicadores más sensibles para la sociedad, lo que implicaría escuchar a las y los especialistas. Por el contrario, se ha apostado a una burocracia partidista de cuates causando cientos de muertes por una omisión cómplice en esa larga curva de aprendizaje en la administración estatal.
Ernesto López Portillo lo ha señalado puntualmente “quienes frenan la vinculación de la ciencia a la seguridad pública son soporte de la prolongación de una crisis humanitaria que ha colocado a México entre los más escandalosos laboratorios a nivel global del fracaso de las políticas de seguridad, justicia y construcción de paz”.
Especialista en Seguridad Ciudadana con perspectiva de género y tipologías preventivas
