Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El programa 5 de cortometrajes mexicanos incluido en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) inicia con una propuesta que recurre al susurro no solo oral a cargo de una mujer que confiesa su situación personal mediante un monólogo. El susurro también es de la cámara y la iluminación, una puesta en escena que nos lleva a lo más íntimo de una historia que cuenta con un guion bien escrito.
Hablamos de Mis ojos observan, dirigido por Nicolás Gutiérrez Wenhammar, que comparte los créditos de la escritura con Clyo Mendoza Herrera y Emely, quien además es la protagonista.
Desde el inicio del corto sabemos a qué se dedica la mujer que nos habla, pues no tarda en contar que ha conocido a un cliente de esos que se encapricha, va bien vestido, con flores en las solapas, y se dice un buen hombre, pero “en realidad es una bestia”. La pantalla juega con los oscuros totales, pero también con las siluetas eróticas mientras se narra cómo surge un hormiguero de la cama después de un acto sexual. “Sobre los cuerpos aplastados de las hormigas me cogió, y después de eso nunca se han ido”, dice, para luego entrar en metáforas de esclavismo y liberación.
Cuando conocemos su rostro, Emely acepta que un amante es igual a otro, “pero yo tengo que ser distinta cada vez, adivinar cuándo y cómo lo quieren”. La propuesta visual no sale de la misma habitación, pero en ese micronuniverso recurre a diferentes fetiches como un teléfono antiguo, cortinas amarillentas, medias de red, sábanas grises y uñas grandes y artificiales.
Como discurso que acepta el duro destino, el soliloquio afirma que la puerta siempre ha estado abierta para escapar, “podría intentar atravesarla, abandonar este país, esta gente que no significa nada para mí, pero podría ser despertar de una pesadilla para entrar a otra”.
El resto de la programación incluye Mánchester Acatitla, de Selma Cervantes, centrada en un equipo de futbol femenil que no escapa de conductas violentas que le cuestan el físico a una chica que luego habrá de enfrentar peligros más allá del resultado. En cambio, el cortometraje Difuso, de Paulina Urreta Torres, nos muestra una de las etapas más duras de la vida: quedar viejo y solo, nada más rodeado de los recuerdos del pasado.
Las propuestas podrán verse este lunes de forma gratuita en el Centro Cultural Universitario, a las 16:00 horas.