Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La desnudez como un símbolo para romper muros que no son físicos sino culturales y mentales para entender el exilio, el desarraigo de la patria y la violencia, sorprendió a Morelia a través de la obra de danza INLET: Muros y Fronteras del coreógrafo Sirio, Saeed Hani.
Desde las 16:00 horas, a las afueras del Teatro Mariano Matamoros, donde se llevó a cabo la obra de manera gratuita, asistieron un gran número de personas, principalmente, mujeres y jóvenes curiosos que acudieron al recinto para ser partícipes de la escenificación de carácter internacional.
El acceso se dió por la puerta 1 del Teatro Mariano Matamoros, donde un sinnúmero de morelianos y turistas se dieron cita para presenciar la escena que plasma a través del cuerpo de los artistas Moeller Jarboua y Hani Dance, las vivencias del coreógrafo Saeed Hani y acontecimientos, tales como la guerra, codicia, mentiras, gobiernos corruptos, arrogancia humana o un mundo gobernado por el color de la piel.
Después de la tercera llamada, los tres artistas que participan en la obra, dos hombres y una mujer, salieron a escena completamente desnudos, pero acompañados de una pantalla gris, y unos cubos del mismo color que en un principio cubrieron algunas de las partes de su cuerpo.
Diferentes figuras grises y lo que parecía niebla, fueron parte de la obra escénica denominada INLET, que dejaron a los asistentes “boca abierta” con la expresión artística acompañada de diferentes sonidos lúgubres.
Los sentimientos como el sufrimiento, la soledad, angustia y muerte, fueron plasmados en la obra de danza a través de diferentes movimientos corporales que mostraron los artistas de talla internacional, y que introduce al espectador a una reflexión sobre la forma de vivir y de relacionarnos.
La obra duró una hora, en la que los tres artistas describieron la esencia humana por medio del tocamiento del cuerpo y el acercamiento corporal, pero a su vez, también el mostrar un contraste muy peculiar entre las formas orgánicas del cuerpo y la piel con elementos y formas que simulaban el concreto.
Pese a que los bailarines en un inicio estaban desnudos, posteriormente utilizaron algunas prendas. Los artistas, contaron con varios elementos que figuraban edificios o elementos creados por el hombre, en ningún momento se perdió ese juego del contacto humano, así como diferentes formas orgánicas de los cuerpos.
La obra escénica, cerró con una mujer vestida sólo de la cadera hacia abajo, moviendo su torso de forma circular y con flujo de energía, en contraste con lo silencioso o la falta de interacción. Al término, los asistentes aplaudieron durante más de un minuto y de pie a los bailarines, así como al coreógrafo refugiado.