Morelia, Michoacán .- En el marco del Día de la Lucha Libre, celebramos una tradición única y arraigada en la cultura mexicana. La lucha libre es más que una máscara y lucharán de dos a tres caídas sin límite de tiempo. A continuación, descubre la fascinante historia de este deporte, espectáculo y el significado detrás de la “triple a".
El 21 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Lucha Libre y del Luchador Mexicano. La fecha elegida se debe a que en 1933 se llevó a cabo la primera función en la Arena Modelo, hoy conocida como la Arena México, lo que marcó el establecimiento de la primera organización de lucha libre en México, el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
La lucha libre en México tiene sus inicios al principio del siglo XIX, pero fue hasta un siglo después que se empezó a escribir la historia de la lucha mexicana, cuando el "Padre del Ring", Salvador Lutteroth González, fundó la empresa más importante de lucha libre en México, conocida como: Empresa de Lucha Libre Mexicana (EMLL).
El elemento distintivo de la lucha libre mexicana es, sin duda, la máscara. Además, sus luchadores inolvidables como El Santo, Blue Demon y Mil Máscaras que trascendieron fronteras y dejaron huella en la cultura popular. Sus gestas en el ring se convirtieron en leyendas que siguen inspirando a nuevas generaciones de luchadores y aficionados.
Nacimiento de la AAA.
En el epicentro de esta tradición, encontramos la Triple A, o Asistencia Asesoría y Administración. Fundada en 1992 por Antonio Peña, esta promotora ha sido cuna de leyendas como Octagón, Máscara Sagrada, La Parka, entre otros, cuyos enfrentamientos legendarios siguen resonando en la memoria de los aficionados. Un linaje que continúa escribiendo su historia.
La lucha libre ha cautivado desde el principio por su combinación de habilidad atlética y narrativa teatral. Cada reunión es una obra de arte en movimiento con personajes icónicos, máscaras y luchas épicas. Un legado que va más allá del ring y se convierte en una parte importante de la cultura mexicana.
Y hay que recordar que la lucha mexicana fue oficialmente reconocida como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO en el año 2018. Esta distinción resalta la profunda influencia cultural y el arraigo social que la lucha libre posee en la identidad mexicana, consolidándose como una manifestación artística y deportiva importante.
