Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Repudiado o admirado, el Palacio de Gobierno es un punto de reunión para mucha gente, desde gente en protesta hasta turistas, pasando por los burócratas que trabajan al interior de sus puertas. Hablamos de un lugar que seguido es escenario de noticias y que también tiene su historia.
Es un pasado que nos cuenta la historiadora, profesora y guía de turistas Catalina Sáenz Gallegos, quien dice que el registro más antiguo del lugar data de 1770 cuando se levantó el edificio como el seminario de San Pedro y San Pablo.
Este seminario era un lugar donde se estudiaban materias como gramática, latín y teología, y donde estuvo José María Morelos antes de irse de luchador subversivo y Agustín de Iturbide antes de irse a la vida militar.
Sáenz Gallegos añadió que el edificio funcionó como seminario entre 1770 y mediados del siglo XIX, porque ocurrió un suceso considerado por algunos como tragedia y para otros como un avance, que fue la desamortización de bienes a la Iglesia. Eso significa que se lo quitaron a los católicos y lo entregaron al gobierno estatal; entonces, desde 1867 es Palacio de Gobierno.
Pero contó que antes de ello, el edificio tuvo una breve temporada en la que también fue usado como almacén de provisiones. Al respecto, Sáenz Gallegos detalló lo siguiente: "cuando invaden los franceses se trasladaron los poderes; en 1859 fue expropiado y puesto como cuartel, entonces se dice que en esa época fue cuando funcionó como almacén".
Ahora bien, Sáenz Gallegos recordó que dentro del Palacio de Gobierno hay una serie de murales, que fueron realizados por órdenes del gobernador David Franco Rodríguez a fines de la década de los cincuenta del siglo XX. El que se encargó de concretar esa petición fue el pintor, grabador y muralista Alfredo Zalce, quien se afanó en esa labor entre 1955 y 1962, para lo cual tuvo ayuda del también pintor Juan Torres Calderón.
Señaló que en dicho mural "retrata a Agustín de Iturbide con una mano ensangrentada y otra escondiendo una corona, ahí se ve el desconocimiento de nuestra historia pero era lo que en ese momento prevalecía, buscar a los que supuestamente fueron malos".
Fuera de esta polémica, hay otro mural con el tema de la historia de Morelia, que "abarca desde la fundación de la ciudad en 1541, pasa por hechos como la conspiración de Valladolid en 1809, muestra el fusilamiento de Mariano Matamoros en el portal donde está el teatro que lleva su nombre y luego aborda otros aspectos como la intervención norteamericana, la caída de Porfirio Díaz y la Revolución".
Un tercer mural aborda a la gente y el paisaje de Michoacán. En esta obra, describió Sáenz Gallego, se muestra el cultivo de maíz, la Presa de Infiernillo, el baile de cajón de Tierra Caliente con todo y el arpa, las trojes y la luna, siendo este último elemento relevante pues de acuerdo con Sáenz Gallegos "hace referencia a Nana Cutzi, la diosa prehispánica".
Pero además de las pinturas, el edificio en sí mismo ya es una pieza artística, creada con un estilo que Sáenz Gallegos define como barroco moreliano, con tres patios y siete arcos de medio punto en cada lado.
Son características arquitectónicas que siguen atrayendo la atención de los viajeros que vienen a Morelia.
"A la gente le atrae mucho; al hacer un recorrido como guía, este es uno de los edificios que quieren visitar, sólo que últimamente ya casi no dejan entrar a ver los murales".
