Morelia, Michoacán.- La colonia Prados Verdes volvió a ser noticia por las inundaciones que alcanzaron casi un metro de altura en las inmediaciones del cruce Paseo del Roble y Paseo de Las Galeanas, zona en donde el agua se desbordó por las coladeras, los retretes y hasta por las rendijas de los pisos con la lluvia registrada el domingo por la tarde.
Fuerte tromba azota a la capital michoacana
Aunque el presidente municipal, Raúl Morón Orozco, había asegurado en reiteradas entrevistas que el Ayuntamiento estaba preparado para la temporada de lluvias, lo cierto es que si éstas llegan en día inhábil, la capacidad de respuesta es visible hasta el día siguiente, cuando el agua prácticamente ya se ha ido, así lo considera Carlos Rojas, quien tiene una librería en donde cada año pierden algunos ejemplares al verse rebasados por el agua.
Su librería “La Inundación”, ubicada en Paseo del Roble, debe su nombre dice, a la falta de eficacia de las autoridades para resolver la problemática, pues mientras por un lado autorizan la construcción de fraccionamientos en zonas donde anteriormente había árboles que contenían esa lluvia, ahora toda esa agua baja y se estanca en la zona porque se no se realizaron trabajos suficientes en el cárcamo de Prados Verdes.
“De toda esa zona donde ahora está el Polifórum y nuevos fraccionamientos se nos viene el agua, no creo que sea tanto el tema de la basura y las hojas porque desde hace unos ocho o 10 años se ha venido agudizando el problema. No fue ni una hora la que llovió ayer y se nos metió el agua aun cuando ya tenemos una bardita de casi medio metro de altura justo para evitarlo”, refiere.
Consideró además que debería aclararse el destino de los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), pues hasta el momento las autoridades de la capital michoacana siguen argumentando la falta de ese recurso para continuar con las obras que pudieran, si no evitar, al menos aminorar el impacto de las inundaciones.
Puntualizó que lo único que vinieron a repartir fue algunos enseres domésticos pero enfatizó que de nada le sirve a una persona cuyo domicilio sólo tiene una planta ese tipo de apoyos pues su vida útil se termina con la próxima inundación.
La gente de aquí adquiere deudas para amueblar su casa, y más tardan en pagarlas que en lo que ya quedaron inservibles los electrodomésticos tras las inundaciones. El presidente de la República tiene un discurso de que primero los pobres, pues debería darse una vuelta a ver si a él sí le dicen en qué quedó el recurso del Fonden, y si realmente fue lo ideal destinar el poco recurso que llegó a electrodomésticos si no se han realizado trabajos para rehabilitar la red de drenaje
Mientras realizamos la entrevista, uno de sus sobrinos intentaba rescatar algunos libros pero hay ejemplares que ya son pérdida total. Al menos una centena de libros estimó haber perdido en esta ocasión e insiste en que la causa fue la rápida subida que hubo del agua en comparación con otros años, situación que les tomó por sorpresa y les complicó poner a salvo el material.
“Gobiernos municipales van, gobiernos municipales vienen, pero ninguno hasta este momento ha realizado obras que frenen esta situación. Únicamente llegan cuando ya ocurrieron las inundaciones, ahí sí ves un despliegue de personal humano, pero van dejando obras inconclusas porque las planean a varios años y al llegar la siguiente administración, se tienen otros planes”, señala.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicada por el INEGI la semana pasada, Morelia se encuentra en el lugar 66, de 69 ciudades encuestadas, en cuanto a la percepción ciudadana de eficacia por parte del gobierno municipal ante las principales problemáticas urbanas.
El indicador incluye el bacheo de vías, coladeras tapadas por acumulación de desechos y deficiencia en la red pública de drenajes, entre otros 13 sub-indicadores. En la capital michoacana sólo el 10.4 por ciento dice ver eficiencia en la atención de estas problemáticas por parte de la autoridad municipal, cifra muy por debajo de la media nacional que fue de 25.3 por ciento.
“Una burla, repartir botellas de cloro”
Yunuén Mancilla, quien también vive en la calle Paseo del Roble, considera al igual que Carlos Rojas que no fue tan fuerte la precipitación pluvial como para que se inundara. Nos muestra la marca del agua y la compara con la marca que dejaron las inundaciones de octubre del año pasado. Hay apenas una diferencia de alrededor de 15 centímetros, por lo que se dijo preocupada respecto a lo que pasará cuando vengan las lluvias fuertes de la temporada.
Opinó que también factores burocráticos pesan en la ocurrencia de inundaciones, toda vez que tanto la mayor afectación del año pasado como la ocurrida el domingo tienen en común haber ocurrido en domingo por la tarde y que la mayor parte de la ayuda se presenta hasta el lunes.
“No llovió tan fuerte como para que el agua haya subido tanto, dentro de casa nos llegó a casi un metro. Desconozco si las máquinas que drenan el agua al río prendieron, pero por el nivel del agua y la rapidez con la que subió, probablemente, no estuvieron funcionando. Siempre cuando es en domingo se rumora que no hay quien prenda las máquinas que drenen el agua y es cuando pasa esto”, señala.
Si bien dijo que se agradece el apoyo que brindó el Ayuntamiento con algunos utensilios de limpieza, le pareció una burla que se repartieran botellas de cloro de 300 mililitros. Exhortó a la ciudadanía a no tirar la basura en la calle, especialmente, a quienes viven en colonias que no sufren de inundaciones, toda vez que lo que se tire en ellas puede afectar a colonias ubicadas en zonas bajas.
“Solamente pasaron a dejar un kit de limpieza. Se agradece la ayuda, pero me parece una burla que hayan pasado con una escoba, un jalador, una cubeta de agua, un jabón, un trapo y un cloro de 300 mililitros para limpiar toda la casa”, declaró.
“Lo que necesitamos es un drenaje”
Don José Esquivel tiene 79 años y, al momento de la visita, personal del Ayuntamiento le ayudaba en labores de limpieza pero aún le falta realizar la desinfección del aljibe. Asegura que tan sólo después de media hora de lluvia, el agua ya estaba ingresando a su hogar pese a estar construido a una buena altura que hasta hace un par de años todavía evitaba el ingreso del agua.
“Ya en media hora sube el agua, según ellos iba a quedar porque arreglaron algunas calles para evitar que se contaminaran aguas potables con aguas negras, pero que para acá ya era otra compañía y que iban a ver quién lo hacía. Yo lo que necesito únicamente es drenaje, porque cancelaron el del río, un drenaje profundo que se iba a ir para aguas residuales”, señaló.
Asegura que los vecinos ya están cansados de que “después del niño ahogado se quiera tapar el pozo”. Aunque refiere haber recibido enseres domésticos por las inundaciones de octubre del año pasado, insiste en la necesidad de que ese dinero que utilizan para tratar de reponer los bienes perdidos se use para obras que se traduzcan en soluciones.
“Les pedimos que arreglen, ingenieros hay y pueden resolverlo. Yo tengo un segundo piso, ¿pero las gentes que no? Además tenemos que estar comiendo en restaurantes por el tema de salubridad, y eso también significa un desembolso de dinero. Las cosas que me dieron en el año pasado corren el riesgo de perderse en una lluvia más severa pues yo a mi edad no puedo subirlos a la planta alta”, señala.
Más fraccionamientos conectados al mismo drenaje
María Carmen Moreno, una adulta mayor también vecina de Paseo del Roble, señala que en la administración de Alfonso Martínez dijeron que iban a poner tubería más grande; sin embargo las cosas siguen igual pese a los trabajos que se realizaron.
Considera que se gastó mucho en esas obras y de nada sirvió, pues el agua sigue entrando a las viviendas y cada vez en menos tiempo, situación que atribuye a los nuevos fraccionamientos en la zona norte de la ciudad, específicamente los que están cerca del Libramiento y del Polifórum.
“El mes pasado nos inundamos dos veces, mucho más que en otras ocasiones. Ayer estaba lloviendo y de repente saltó una coladera, pues el agua subió luego luego; yo creo que tiene que ver con que hay más colonias conectadas. Imagínese, usted vive en zona baja, y le echan el agua de los de más arriba”.
Opina que deberían priorizarse las zonas más afacetadas, pues indica que se han realizado obras que se priorizan por medio de una rifa, lo que pondría en tela de juicio que dichas obras se realicen realmente en las zonas que más afectaciones tienen.
Indicó que la zona donde se presentan las inundaciones fue vendida por Inmobiliaria Santiaguito décadas atrás; sin embargo, la empresa se esfumó cuando llegaron los primeros reclamos por las inundaciones.
