/ miércoles 2 de noviembre de 2022

Leyendas de terror y literatura, el origen de las calabazas de Halloween

Este símbolo de la Noche de Brujas tiene una estrecha relación con una anécdota irlandesa del siglo XIX y con el escritor norteamericano, Washington Irving

Morelia, Mich (OEM-INFOMEX).- La festividad de Halloween comúnmente se relaciona con las calabazas las cuales tienen una vela en su interior; el origen de esta tradición se remonta a un personaje de las leyendas irlandesas llamado Jack o'lantern, aquí te contamos más sobre esta anecdótica historia.

Todo comenzó en Irlanda, era el año de 1836 cuando el periódico Dublin Penny Journal publicó un cuento titulado “Stingy Jack” o “Jack el Tacaño”; en este se narraba sobre un hombre alcohólico y mísero de nombre Jack.

La historia relata que Jack vivió en Irlanda siglos antes de su mención por los medios de comunicación, era un hombre astuto y manipulador y su fama atrajo la curiosidad del mismo diablo.

El diablo decide visitar a Jack y le anuncia que ha decidido llevarse su alma; Jack por su parte idea un plan y lo convence de tomarse una última cerveza.

El diablo por su parte se transformó en un hombre y acompañó al protagonista a un bar, pero cuando llegó el momento de pagar la cuenta Jack menciona que no lleva dinero y le pide al diablo que se transforme en una moneda para poder saldar sus deudas.

De tal forma el diablo accede a la petición, sin embargo en lugar de pagar con la moneda el astuto de Jack lo mete en un bolsillo donde llevaba un crucifijo, lo cual impide que el diablo recupere su forma original.

Por ello Jack se encuentra en posición de negociar y le pide al diablo que le perdone la vida por otros diez años.

Una década más tarde el diablo insiste en obtener el alma del protagonista y es nuevamente engañado al dejar que Jack disfrute de una última manzana, cuando Jack se encuentra en la cima del árbol arroja un crucifijo a los pies del diablo y al quedar inmovilizado, accede a nunca llevarse su alma al infierno.

Sin embargo llegaría el día en Jack muere a causa del alcohol, debido a sus pecados le es negada la entrada al cielo y él mismo se dirige al infierno para pedirle al diablo que le permita la entrada.

No obstante, el diablo le recuerda la promesa de nunca llevarlo al infierno y Jack se ve condenado a vagar por la eternidad en el vacío.

Antes de cumplir este cruel destino, el diablo le entrega un nabo que en su interior contiene una vela que arde con una brasa eterna, con este objeto Jack podría iluminar su camino en su eterno caminar.

Por ende la leyenda de Jack el Tacaño tiene una estrecha relación con las calabazas que después adornaron la Noche de Brujas.

Esta leyenda arribó a América en el siglo XIX, cuando emigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos; sin embargo en dicho país ya existía una tradición donde los niños vaciaban calabazas y les abría agujeros para usarlas como máscaras.

Calabazos por nabos, la leyenda del jinete sin cabeza

Y es que aquí interviene otra leyenda del terror americano, nos referimos a la “Leyenda de Sleepy Hollow” o “El jinete sin cabeza”, una novela escrita por el neoyorquino Washington Irving en 1820.

En Sleepy Hollow a su vez se nos cuenta la historia de Ichabod Crane, un maestro de la comunidad de Tarrytown, Nueva York el cual se enamora de la hija de un acaudalado terrateniente, Katrina Van Tassel.

En una noche Ichabod Crane se dirige a una fiesta en casa de los Van Tassel; ahí se lleva a cabo un baile y un festín pero para Ichabod todo se trata de una perfecta ocasión para declararse a Katrina.

Tras una insatisfactoria declaración, Ichabod cabalga a casa a través de los bosques entre la granja de los Van Tassel y el asentamiento de Sleepy Hollow; tras pasar por supuestos lugares encantados se le aparece un jinete y emprende una carrera por su vida con dirección a la antigua capilla del valle.

Ichabod se cree en un lugar sagrado al cual el espíritu no puede ingresar, sin embargo el jinete lo alcanza; a partir de ese momento Ichabod Crane desaparece del pueblo, los únicos indicios que se encontraron fueron su caballo, su sombrero y una misteriosa calabaza destrozada.

Tanto las leyendas de Sleepy Hollow como de Jack o'lantern se mezclaron, los nabos fueron sustituidos por calabazas que asimismo pasaron a formar parte de una gastronomía ofrecida en esta época del año con postres y bebidas de calabaza.

Es así como el símbolo que vemos actualmente en nuestro Halloween es una combinación entre leyendas irlandesas y literatura norteamericana.

Morelia, Mich (OEM-INFOMEX).- La festividad de Halloween comúnmente se relaciona con las calabazas las cuales tienen una vela en su interior; el origen de esta tradición se remonta a un personaje de las leyendas irlandesas llamado Jack o'lantern, aquí te contamos más sobre esta anecdótica historia.

Todo comenzó en Irlanda, era el año de 1836 cuando el periódico Dublin Penny Journal publicó un cuento titulado “Stingy Jack” o “Jack el Tacaño”; en este se narraba sobre un hombre alcohólico y mísero de nombre Jack.

La historia relata que Jack vivió en Irlanda siglos antes de su mención por los medios de comunicación, era un hombre astuto y manipulador y su fama atrajo la curiosidad del mismo diablo.

El diablo decide visitar a Jack y le anuncia que ha decidido llevarse su alma; Jack por su parte idea un plan y lo convence de tomarse una última cerveza.

El diablo por su parte se transformó en un hombre y acompañó al protagonista a un bar, pero cuando llegó el momento de pagar la cuenta Jack menciona que no lleva dinero y le pide al diablo que se transforme en una moneda para poder saldar sus deudas.

De tal forma el diablo accede a la petición, sin embargo en lugar de pagar con la moneda el astuto de Jack lo mete en un bolsillo donde llevaba un crucifijo, lo cual impide que el diablo recupere su forma original.

Por ello Jack se encuentra en posición de negociar y le pide al diablo que le perdone la vida por otros diez años.

Una década más tarde el diablo insiste en obtener el alma del protagonista y es nuevamente engañado al dejar que Jack disfrute de una última manzana, cuando Jack se encuentra en la cima del árbol arroja un crucifijo a los pies del diablo y al quedar inmovilizado, accede a nunca llevarse su alma al infierno.

Sin embargo llegaría el día en Jack muere a causa del alcohol, debido a sus pecados le es negada la entrada al cielo y él mismo se dirige al infierno para pedirle al diablo que le permita la entrada.

No obstante, el diablo le recuerda la promesa de nunca llevarlo al infierno y Jack se ve condenado a vagar por la eternidad en el vacío.

Antes de cumplir este cruel destino, el diablo le entrega un nabo que en su interior contiene una vela que arde con una brasa eterna, con este objeto Jack podría iluminar su camino en su eterno caminar.

Por ende la leyenda de Jack el Tacaño tiene una estrecha relación con las calabazas que después adornaron la Noche de Brujas.

Esta leyenda arribó a América en el siglo XIX, cuando emigrantes irlandeses llegaron a Estados Unidos; sin embargo en dicho país ya existía una tradición donde los niños vaciaban calabazas y les abría agujeros para usarlas como máscaras.

Calabazos por nabos, la leyenda del jinete sin cabeza

Y es que aquí interviene otra leyenda del terror americano, nos referimos a la “Leyenda de Sleepy Hollow” o “El jinete sin cabeza”, una novela escrita por el neoyorquino Washington Irving en 1820.

En Sleepy Hollow a su vez se nos cuenta la historia de Ichabod Crane, un maestro de la comunidad de Tarrytown, Nueva York el cual se enamora de la hija de un acaudalado terrateniente, Katrina Van Tassel.

En una noche Ichabod Crane se dirige a una fiesta en casa de los Van Tassel; ahí se lleva a cabo un baile y un festín pero para Ichabod todo se trata de una perfecta ocasión para declararse a Katrina.

Tras una insatisfactoria declaración, Ichabod cabalga a casa a través de los bosques entre la granja de los Van Tassel y el asentamiento de Sleepy Hollow; tras pasar por supuestos lugares encantados se le aparece un jinete y emprende una carrera por su vida con dirección a la antigua capilla del valle.

Ichabod se cree en un lugar sagrado al cual el espíritu no puede ingresar, sin embargo el jinete lo alcanza; a partir de ese momento Ichabod Crane desaparece del pueblo, los únicos indicios que se encontraron fueron su caballo, su sombrero y una misteriosa calabaza destrozada.

Tanto las leyendas de Sleepy Hollow como de Jack o'lantern se mezclaron, los nabos fueron sustituidos por calabazas que asimismo pasaron a formar parte de una gastronomía ofrecida en esta época del año con postres y bebidas de calabaza.

Es así como el símbolo que vemos actualmente en nuestro Halloween es una combinación entre leyendas irlandesas y literatura norteamericana.

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