Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La ley que prohíbe el uso de productos desechables y plásticos quedó en letra muerta. La omisión de las autoridades, pero también la emergencia por el COVID-19 fueron los principales obstáculos para que la legislación se aplique.
A decir de representantes populares, la ley no sólo es ignorada por las autoridades estatales sino por los mismos establecimientos que continúan utilizando este tipo de productos altamente contaminantes
Para el diputado Baltazar Gaona García, presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente en el Congreso, lo que ha fallado es que tanto las autoridades legislativas como del gobierno del estado implementen sanciones a las personas y establecimientos que no están cumpliendo con la normatividad.
En los hechos, de acuerdo con el legislador, los reglamentos no se están ejecutando para disminuir toda la contaminación generada por los plásticos.
La regidora de Morelia Minerva Bautista, integrante de la comisión de Medio Ambiente, dijo que ante esto es momento de volver a realizar verificaciones en los establecimientos.
Al respecto, la empresaria Lorena Macías, que incursionó en la venta de bolsas de tela para sustituir las de plástico, señala que hace todavía dos años había una alta demanda, pero ahora se ha reducido al mínimo.
LO QUE DICE LA LEY
En el Capítulo V de la Ley, en el artículo 57, se indica que a partir de la publicación de la reglamentación en el estado, en abril del 2021, todo establecimiento mercantil y de alimentos que opere en Michoacán deberá sustituir gradualmente el consumo y también la comercialización de los productos desechables y de plásticos de un solo uso, de poliestireno o unicel, es decir, las bolsas, popotes, agitadores, utensilios, envases y embalajes.
La ley indica que los comercios deben transitar hacia productos que sean reusables, reciclables, compostables o que tengan un plan de manejo de residuos. Además, en estos establecimientos se deberá fomentar el uso de contenedores considerados como de uso prolongado para el transporte de mercancías y productos.
“Los empresarios productores, tendrán que especificar 41 en la bolsa el nombre y logotipo de la empresa, la carga máxima permitida para la bolsa y el nivel de material reciclado o biodegradable utilizado”, así se manifiesta en el decreto publicado en el Periódico Oficial de Michoacán el 13 de abril del 2021.
GOBIERNO OMISO
Pese a la legislación, las mismas autoridades son omisas en su cumplimiento. En la ley, en el artículo 62, se expuso que está estrictamente prohibido el uso de plásticos y productos derivados del poliestireno de un solo uso, botellas de plástico desechables y globos en el desarrollo de cualquier actividad que realicen los Poderes del Estado, órganos constitucionalmente autónomos y Ayuntamientos.
Sin embargo, en las ruedas de prensa y eventos públicos o privados que realiza el gobierno e incluso el Congreso se siguen utilizando vasos desechables, bolsas de plástico, cucharas de plástico e incluso botellas de agua.
La ley precisa que es la Procuraduría de Protección al Ambiente, en coordinación con los Ayuntamientos, la que impondrá las medidas de seguridad y sanciones correspondientes a quién contravenga lo dispuesto, lo que no se hace.
En este tenor, Gaona García reconoció en entrevista que en Michoacán hace falta que como autoridades tanto legislativa como del estado implementen también sanciones o multas a las personas y establecimientos que no están cumpliendo con la normatividad, ante un problema evidente como es el cambio climático y que está degradando los bosques, el agua y el entorno para vivir.
Según el también diputado del Partido del Trabajo (PT) las legislaciones existen, el problema es que no las cumplen ni las autoridades en los municipios ni tampoco las personas. En los hechos, dice el legislador, los reglamentos no se están ejecutando para disminuir toda la contaminación generada por los plásticos.
“Es importante también decir que la gente no entiende, a pesar de que saben que no deben usar el plástico, no hay interés para que haya un uso correcto de estos productos que generan mucha contaminación”, remarcó.
EL CASO MORELIA
En Morelia, el uso de plásticos de un sólo uso sigue vigente, siendo el unicel y las bolsas los principales problemas. La integrante de la comisión de Medio Ambiente, Protección Animal y Desarrollo Rural del Cabildo municipal, Minerva Bautista Gómez expresó que es fundamental comenzar a realizar verificaciones a todos los establecimientos comerciales que usan este tipo de elementos para revisar que estén cumpliendo con las normas.
Señaló que los locales que se dedican a la venta de comida o algún líquido han presentado una adecuación a sus productos para llevar, ya que el unicel se ha convertido en la elección predilecta, generando un grave problema ambiental para la ciudad.
Recordó que si bien durante la pandemia por COVID-19 se tuvo una disminución de este tipo de materiales, una vez que se comenzó a tener una vida “normal” de nueva cuenta el uso de estos elementos se ha disparado, ya que la mayoría de las personas piden para llevar la mayoría de sus alimentos.
“En la pandemia fue claro que se redujo el uso de este tipo de insumos, nos vendían en los supermercados estas bolsas reutilizables para contaminar menos, pero con el paso de los meses, hemos visto que se ha retomado el uso de unicel y bolsas de plásticos, por lo que es fundamental que se trabaje con varias dependencias del municipio para que se verifique que se siga tomando en cuenta las nuevas adecuaciones del reglamento”, dijo.
Además determinó que es fundamental, analizar que las nuevas bolsas que se entregan en los comercios, realmente sean biodegradables, ya que señaló “se pueden vender bolsas comunes con la leyenda, pero no sabemos si realmente son hechas de material reciclado”.
REVISIONES
El director de medio ambiente del Ayuntamiento, Walterio Martinez Báez anunció que hasta el momento el 90 por ciento de los establecimientos en Morelia han sido notificados para dejar de usar plásticos de un sólo uso.
Señaló que tras sostener reuniones con los presidentes de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Morelia (Canaco Servytur), Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), por mencionar algunas, se les hizo llegar las nuevas reglamentos para que se atendiera esta problemática.
De acuerdo con el funcionario el nuevo reglamento de Medio Ambiente, establece la prohibición del uso de plásticos de un solo uso que no sean biodegradables, compostables o reclinados, con multas que superan las 40 UMAS.
REGRESO A LAS BOLSAS DE PLÁSTICO
Para Lorena Macías, quien convirtió la creación de bolsas de tela para llevar al mercado o al supermercado en su emprendimiento, durante la pandemia por COVID fue redituable este trabajo, sin embargo, poco a poco ha ido bajando sus ventas.
Expresó que durante la pandemia los pedidos que se le hacían llegar eran de 30 a 50 bolsas al mes, siendo las medianas las que más se le consumían, pero desde finales del 2022 y este año apenas logra sacar cinco o máximo nueve al mes.
La empresaria refiere que las personas han optado por volver a utilizar bolsas de plástico, ya que algunos de sus clientes le han externado que se les otorgan de nueva cuenta, por lo que las bolsas reutilizables, ya “pasaron de moda”.
EL DESAFÍO DE LOS MICROPLÁSTICOS
Para el maestro en Ciencias, Arturo Rangel Gonce, de la carrera de Ingeniería Bioquímica de la especialidad de Biotecnología Ambiental del Tecnológico de Morelia (ITM), el mayor desafío actual es al combate de la proliferación del uso de los plásticos que al degradarse no se integran al proceso bioquímico que realizan otros productos sino que únicamente se fragmenta hasta llegar a particular microscópicas y que llegan hasta encontrarse en la sal que usamos las personas hasta la placenta de mujeres embarazadas, como han revelado recientes estudios
Desde su visión, el gran problema es que muchos de los plásticos tienen un potencial de uso energético o de reciclaje, y que además una gran mayoría de éstos no clasifican, porque el tratamiento es diferente de acuerdo a su composición, pero para la gente lo más común es que todo es lo mismo y por eso se revuelve cuando se tira a la basura.
El reto particular, mencionó Rangel Gonce, es que estos plásticos no se separan y tienen un poder de valorización más alto que el vidrio o cualquier otro.
Si bien también mencionó que hay normas y reglamento, el problema es que en el caso de los rellenos sanitarios la mayoría de ellos no cumplen con las legislaciones, desde la separación de residuos para que haya un aprovechamiento óptimo de éstos hasta la infraestructura que es muy deficiente.
“Se entiende que hay muchos contaminantes emergentes y macromoléculas que pueden influir en la salud de las personas como en las hormonas que se desechan a las aguas residuales donde ya hay microplásticos, también, entonces las plantas de tratamiento no son capaces de eliminar estos contaminantes emergentes”, añadió.