Buenavista Tomatlán, Michoacán. (OEM-Infomex). Entre el llanto, aplausos, crisis nerviosas y música de mariachi fueron sepultados Hipólito Mora, Roberto Naranjo Andrade y Calixto Álvarez Andrade, asesinados el pasado jueves en la localidad de La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.
Después de la misa ofrecida en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, el cortejo fúnebre avanzó lentamente hasta llegar al cementerio ubicado en la periferia del pueblo, con centenares de personas que entonaron distintas canciones como tributo para despedir a los tres hombres que fueron presos de una emboscada atribuida al cártel de Los Viagras.
En el trayecto se pudo observar la presencia de elementos del Ejército Mexicano, quienes sólo observaron el avance de la caravana, en tanto que al interior del panteón se dispuso un discreto equipo de guardias civiles.
El único personaje público en acudir a la ceremonia fue Guillermo Valencia Reyes, presidente estatal del PRI, acompañado por su hermano que se quedó a cargo del grupo conocido como Revolución Social. Previamente, en Morelia se hizo un homenaje de cuerpo presente a los tres guardias de seguridad caídos en el atentado, evento realizado en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
"Hipólito fue un hombre que no pensó en él, pensó en su pueblo, en su gente, estamos llenos de coraje, de resentimiento, él solo quería ayudar a su pueblo, pero no se pudo", lamentó una de sus hermanas, momentos antes de que lo sepultaran. Otra señaló que seguirán viviendo en La Ruana, pese al clima de inseguridad: "Aquí nací y aquí nos quedamos, con la bendición de Dios".
Minutos después los tres cuerpos fueron sepultados, con decenas de rosas lanzadas a los féretros y la canción "Mi última caravana" como tema de despedida.
