El ministro de Defensa de Argentina, Óscar Aguad, confirmó que para el gobierno de Mauricio Macri los 44 tripulantes del submarino de la Armada que desapareció el 15 de noviembre pasado están muertos, lo que desató una nueva polémica con los familiares.
“Están todos muertos”, dijo Aguad en un programa de televisión, no en un mensaje oficial que se había estado esperando en el país y que se supone iba a brindar desde el pasado viernes el propio presidente Macri.
El ministro, que apareció por primera vez en público para hablar del caso pese a que es el principal responsable debido a su cargo, reiteró que "las condiciones de ambiente extremo y el tiempo que ha transcurrido son incompatibles con la vida humana", es decir, que no hay sobrevivientes.
Las palabras del ministro fueron repudiadas por familiares de los marinos, quienes ya le habían reclamado la semana pasada que el gobierno diera por terminada la búsqueda de los tripulantes con vida.
Sandra Velasco, cuñada de uno de los marinos, advirtió que “fue desubicado dar ese tipo de noticia en un programa de televisión, tiene que venir a explicarlo a la familia antes de salir con esta noticia".
Agregó que la aparición televisiva de Aguad y todas sus declaraciones respecto a la desaparición del submarino han sido “una falta de respeto”, porque no ha mostrado sensibilidad alguna.
“Dijo que un jueves explotaron, otro que ya no los buscaban, ahora que están todos muertos… este ministro no tiene mucha idea de la Armada", afirmó.
Claudio Rodríguez, hermano de otro de los tripulantes, insistió en que los familiares quieren que el gobierno siga buscando porque “queremos saber también en qué condiciones estaba el submarino, sospecho que ellos saben qué pasó desde el 15 y por eso dieron información a cuenta gotas".
El submarino de la Armada Argentina ARA San Juan, que dejó de tener contacto el pasado 15 de noviembre, es buscado en la zona del golfo San Jorge, en la patagónica provincia de Chubut, a casi mil 400 kilómetros de Buenos Aires, ya que fue su última posición reportada.
La nave comenzó su recorrido en Ushuaia, ubicada en el extremo sur del país y tenía que haber llegado hace dos semanas a Mar del Plata, una ciudad de la costa atlántica que está a 413 kilómetros de Buenos Aires.
Después de varios días de incertidumbre, la Armada confirmó que el 15 de noviembre, tres horas después del último contacto que el submarino tuvo con la base naval, se había registrado una explosión en la zona.
La noticia provocó conmoción, ya que desde entonces la principal hipótesis es que la nave estalló y no hay sobrevivientes, pero eso no puede confirmarse en tanto no encuentren el submarino que es buscado en un operativo internacional inédito en el que participan 13 países.
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